En la mañana del domingo día 4 de octubre, cientos de abaraneros se echaron a la calle para acompañar a su patrona, la Virgen del Oro, en los más de tres kilómetros de recorrido que separan la iglesia de San Pablo, en el casco urbano, del santuario de la Virgen, en plena Sierra del Oro.
Durante todo el recorrido, no faltaron vítores a la patrona:
¡Viva la Virgen del Oro!
¡Viva la patrona de Abarán!
¡Guapa, guapa y guapa!
Al llegar al santuario tuvo lugar la Santa Misa, y en los alrededores del santuario, numerosos vecinos se sentaban en el monte para almorzar.
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