Murcia, 23 jul (EFE).- Los viticultores de la Región podrán obtener subvenciones de la UE de 4.080 euros por cada hectárea de viñedo que arranquen, pero Coag-Ir Murcia se mostró contraria hoy a que prime en esas ayudas el criterio de superficie cultivada, en lugar de la calidad del vino que se produce con esa uva.

El secretario de agricultura de ese sindicato, Pedro García, señala que las subvenciones comunitarias previstas en la organización común de mercados (OCM) del vino incluyen el abandono o el arranque de viñedo, "una de las medidas más esperadas por los agricultores murcianos como salida a una situación desesperada".

La UE ha destinado 1.740 millones para el arranque de 175.000 hectáreas en sus 27 países miembros, y subvenciona el arranque de hasta el 10 por ciento del terreno cultivado con entre 1.740 y 14.760 euros por hectárea.

La cuantía de esa ayuda se establece dependiendo del rendimiento medio en hectolitros por hectárea de las cinco campañas comprendidas entre 2003 y 2008, excluidas aquellas en las que se hayan registrado los rendimientos mínimo y máximo.

Según García, en la Región la superficie puede ascender a 4.000 hectáreas, y la subvención, a 4.080 euros por hectárea, ya que la media de la producción se sitúa en 22 hectolitros por hectárea.

"El problema es que muchos agricultores murcianos están por debajo de esta media debido a la sequía, y van a tener complicaciones para acceder a la ayuda", añadió, ya que la Unión Europea establece un mínimo de 20 hectolitros por hectárea.

"Estamos a favor de esta medida, pero no del procedimiento de cobro, ya que las primas de arranque se establecen según el rendimiento de los cultivos y no se tiene en cuenta la variable de calidad", indicó.

Mientras que los expertos recomiendan que la producción no sea muy elevada para obtener un vino de calidad, y en la Región se apuesta por la denominación de origen, precisó, las ayudas premian a los agricultores que produzcan muchos litros.

Por otro lado, el dirigente de Coag-Ir se refirió a los problemas que afronta el sector por la bajada del consumo medio de vino por habitante, en torno a 20 litros, cuando en 2003 eran 65.

En este sentido, García calificó de "inadecuada" la campaña contra el consumo de alcohol llevada a cabo por el Gobierno central y apostó por un "consumo responsable".

También destacó las fuertes bajadas del precio de la uva para vinificación, pues se está pagando a los agricultores en torno a 0,24 céntimos por kilo, cuando hace cinco años eran 0,42, a lo que se une la subida de los costes de producción, entre ellos, un 26 por ciento de la energía y los lubricantes, un 37 por ciento el gasóleo y un 78 por ciento el abono. EFE