La Comunidad anima a los murcianos a que reciclen sus libros y sean solidarios con los países en desarrollo

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La segunda edición del Proyecto Libro pone en marcha una campaña de recogida de material didáctico en los centros públicos de la Región, para su envío a Perú, Nicaragua, Ecuador y Paraguay

El director general de Planificación, Evaluación y Control Ambiental, Francisco José Espejo, presentó hoy la segunda edición del Proyecto Libro que, bajo el lema ‘Comparte cultura reciclando’, lleva a cabo la Consejería de Agricultura y Agua, a través de la citada Dirección y en colaboración con la Oficina para la Cooperación al Desarrollo y la Consejería de Educación, Formación y Empleo.

El objetivo del Proyecto es contribuir, mediante la cooperación internacional, al progreso educativo de países de habla hispana en vías de desarrollo, a través de la reutilización de estos materiales. Para ello, se lleva a cabo una campaña de recogida de libros y material didáctico en centros públicos de la Región, que serán enviados a Perú, Nicaragua, Ecuador y Paraguay, para ser distribuidos en escuelas y centros sociales.

Espejo hizo un llamamiento a los habitantes de la Región para que “reciclen sus libros y sean solidarios con estos países en vías de desarrollo”. Además, llamó la atención sobre la jerarquía de opciones que recoge la vigente Ley regional de residuos y apuntó la necesidad de “reutilizar para dar una segunda vida a los materiales que desechamos por moda, falta de espacio o de uso y que están en perfectas condiciones”.

Sobre los materiales bibliográficos, dijo que “los que contengan información desfasada, como anuarios estadísticos y demás, pueden ser reciclados para volver a utilizar la celulosa en la fabricación de nuevos ejemplares”. Sin embargo, apostilló, “los libros que conservan su riqueza cultural, como novelas, tratados filosóficos u obras de referencia, tienen un valor inagotable como fuente de conocimiento y de intercambio cultural”.

Al Proyecto Libro se han adherido 39 ayuntamientos de la Región, que colaboran con la Administración regional en una campaña de difusión para conseguir que hasta el 15 de diciembre se depositen en los contenedores especialmente habilitados en los centros de recogida todo tipo de material (libros de texto, cuentos, novelas, diccionarios, enciclopedias, material escolar, coleccionables de revistas, etc.)

Para difundir este Proyecto, la Consejería de Educación, Formación y Empleo ha editado 30.000 polidípticos informativos, 2.000 carteles publicitarios y 2.000 guías del profesorado, que se han distribuido en los centros docentes de los ayuntamientos adheridos.

El material recogido será trasladado a la Red de Ecoparques de la Región, donde grupos de voluntarios llevarán a cabo las tareas de selección y empaquetado, durante los meses de diciembre de 2008, enero y febrero de 2009, para enviarlos finalmente a los citados países de habla hispana.

Éxito de la campaña anterior

En la anterior edición del Proyecto los murcianos respondieron al llamamiento de forma masiva, así como algunas empresas, llevando libros y material didáctico a los puntos de recogida (colegios, bibliotecas municipales, centros sociales y culturales). La mitad del material recogido fueron libros de Primaria y Secundaria, la otra mitad de literatura, cuentos, enciclopedias y diccionarios. Un total de 232 voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja, Banco del Tiempo y Academia General del Aire de San Javier, participaron en la selección, clasificación y empaquetado de los materiales.

En primavera fueron enviadas a Perú 45,5 toneladas de libros, 17,5 toneladas a Nicaragua y 2,5 toneladas a Paraguay. Miembros de una red de asociaciones y voluntarios locales repartidos por todas las regiones beneficiarias en estos tres países receptores colaboraron en la distribución del material, bajo la supervisión de técnicos de la Comunidad Autónoma, y atendiendo exclusivamente a criterios de necesidad.

De este material se beneficiaron aproximadamente 50.000 niños de zonas deprimidas de los citados países, cuyas familias carecían de medios para adquirirlo. Los libros procedentes de Murcia sirvieron asimismo para potenciar la creación de bibliotecas que hasta entonces no existían. Concretamente en Villa Salvador, barrio marginal de la ciudad de Lima, la llegada de libros estimuló la creación de una red de bibliotecas comunales con servicios de préstamos inter bibliotecario e intercambio de fondos.

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