El laboratorio regional de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud, ha examinado en el último año más de 7.000 muestras, de las que ha desarrollado más de 30.000 determinaciones de aguas, alimentos, residuos de medicamentos y agentes causantes de toxiinfecciones alimentarias, entre otras.
Las determinaciones analíticas se realizan con el fin de establecer el grado de adulteración, control de calidad y cuantificación de algunos componentes de los alimentos, aguas o compuestos que se examinan.
Se ubica en las dependencias de la Consejería de Salud y entre sus principales funciones se encuentra la prevención y control en materia de salud pública. En él se llevan a cabo los análisis químicos y microbiológicos de aguas, alimentos y bebidas.
Asimismo, examina los residuos de medicamentos y productos zoosanitarios en alimentos, de acuerdo con un plan europeo de investigación de residuos en los animales y sus productos. En concreto, se investiga si estos contienen sustancias como hormonas, antibióticos, clembuterol, plaguicidas, tranquilizantes y corticosteroides.
Por otra parte, indaga la presencia de contaminantes en aguas y alimentos, muchos de ellos con efectos potencialmente cancerígenos, como plaguicidas, hidrocarburos policíclicos aromáticos (benzopirenos), bifenilos policlorados, trihalometanos, micotoxinas, metales pesados (arsénico, cadmio, cromo, mercurio, plomo), colorantes y otros aditivos alimentarios no autorizados.
Otra línea de trabajo para proteger la salud es investigar bacterias patógenas como legionella, listeria monocytogenes, E.coli o salmonella, entre otras. Al respecto, además de buscar los agentes causantes de toxiinfecciones alimentarias, indaga el posible agente microbiano causante del brote alimentario, para lo que analiza las muestras de los alimentos y las muestras biológicas de manipuladores y afectados en dichos brotes.
Acreditación nacional
El laboratorio cuenta con la acreditación de calidad de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) desde el año 2005, que anualmente renueva, lo que garantiza la fiabilidad de los ensayos y la transparencia de la evaluación de los análisis.
Este laboratorio realiza la mayor parte de los análisis de forma programada, en colaboración con otros servicios, y sirven para prevenir enfermedades y detectar posibles infracciones sanitarias, fundamentalmente en las áreas de seguridad alimentaria y de sanidad ambiental. También se realizan análisis cuando existen denuncias y en casos de alertas sanitarias.
Asimismo, el laboratorio regional de Salud Pública desarrolla una línea de trabajo para aplicar técnicas moleculares, que permitirá, en colaboración con el Servicio de Seguridad Alimentaria, realizar muestreos y detección de organismos modificados genéticamente y de alérgenos en alimentos. La finalidad es garantizar el cumplimiento de la legislación y proteger la salud de los consumidores.
Para ello, dispone de modernos equipos para analíticas, como cromatógrafos de gases y de líquidos; de espectroscopía atómica ICP-masas; de PCR, y de inmunofluorescencia para detectar microorganismos, entre otros. Recientemente ha adquirido un equipo de cromatografía de gases-espectrometría de masas (con un coste de 250.000 euros) que permite aumentar el número de contaminantes que se examinan y disminuir los límites detectables de éstos.
