Confinamiento

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Confinamiento

Cuando no haces nada hasta ir a pelarte es un acontecimiento, qué digo, hasta ir al estanco. El fracaso abunda más que el éxito, es más...democrático. 

Yo no quiero pasar a la historia como escritor, yo quiero vivir de la literatura. Estoy más cerca de que me lleven a una residencia de ancianos, que a irme con la peña de parranda. Hoy en día treinta años los tiene cualquiera. Soy virgen. ¡No os vayáis científicos a América!. A ver cuando le dan el Goya a la pobre Penélope Cruz. 

Los estreñidos son los que mejor comprenden a las parturientas. Estoy más aburrido que leyendo un libro de José Saramago. Lo importante no son las cualidades sino el uso que uno haga de ellas. Europa ha perdido su magia. El rock es un milagro "a la contra” del capitalismo. Hay gente que cree en Dios como yo puedo creer en Madonna. No se puede caer bien a todos; el problema es cuando no caes bien a nadie. 

Cuando uno no es consciente de una culpa no es culpable de ella. No he dado una alegría a mis padres en toda mi existencia. Mi mayor éxito en la vida es haber obtenido a la primera tanto el carné teórico y práctico del coche y de la moto. ¿ Por qué no vuelven a emitir películas de Tarzán o reponen Heidi? Si las películas españolas estuviesen dobladas irían muchas personas a verlas.- Bukoswki echó a perder a M. . Rourke La verdad, si se dice con odio, deja de ser verdad. Nabokok es a Bukoswski como un delantero de segunda regional a Messi. 

No me gusta dar lástima, aunque no deje de hacerlo. Todo gran hombre hereda una era de ignorancia. El mal existe, pero el futuro pertenece al amor. O, lo que es lo mismo: El diablo existe, pero el futuro pertenece a Dios. Cuando has estado en estado de gracia, sabes cuando tienes el alma sucia. Si nunca has estado en estado de gracia, no puedes saber lo que es estas en estado de gracia. 

Soy el mejor partido de Europa y no me ligado a una tía en mi vida. Gusté a muchas. De joven. Estaba cachas y me sobraba el dinero. Sólo magree y mogree a tres. A una de las que gusté, la pandilla con la que me juntaba sobre los 17 a los 23 años, la llamábamos. "La maciza" por lo bien hecha que estaba. Como diría mi buen amigo Pedro Redondo: como le llegue a gustar. Se pegaba a mí en los pub, para que pudiera sentirla. No me ponía a cien; me ponía a cien mil. Estaba buenísima, la verdad. No paraba de insinuárseme. 

Un día, iba yo con Máximo Jiménez, mi mejor amigo de la juventud, y al entrar a su coche, me dijo no sé qué de no sé cuánto. Otro día , aparte de Máximo , creo, que venía con nosotros, un chaval de una inteligencia y una bondad fuera de toda duda; David Bercedo, que hoy es uno de los arquitectos del ayuntamiento de Totana y además, sobrino bisnieto del gran escritor del siglo pasado  Grabiel Miró y vi a con una amiga que yo también conocía. Yo saludé a mi amiga pero creyendo que la había saludado a ella, sabiendo lo lo buenísima que estaba, que todos los chavales se la rifaban y que yo no le hacía ni puñetero caso; y ya harta de mí, estalló "A mi por qué me saludas, si no me conoces de nada". Claro, la culpa fue mía y sólo mía, por la timidez mórbida que padecía en aquella época. Ella , no era tonta. Sabía que era una de las dos o tres chicas más guapas y que mejor estaban de su generación. De todos modos, pienso, que cuando nuestra común amiga le explicará el malentendido; se llevaría un chasco de los que marcan época. Ahora me ve, a veces , desayunando en el Cairo (creo que tiene tiene una tienda por ahí) y como si no me conociese. Ya no le gustó. Ah! Si estuviese estado espabilado , madre mía , tan sólo un poco espabilao, cuántos roscos me hubiera comido!

Mi vocación literaria arruinó mi vida. Mi amor por las palabras la acabó de rematar. Yo escribo a chispazos, a puntazos, lo que se ocurre; no soy ni buen crítico mío, ni de los demás.

Las metáforas abundan más en mis escritos, que las paradojas, sin embargo; ha habido más paradojas en mi vida que en mis escritos.

La felicidad nace del amor, y, sin embargo, la felicidad es más contagiosa que el amor.

La novela, Nada, de Carmen Laforet, no me dijo nada. El título la salva. La honra. La obra es una nadería. Para los literarios es el mejor Premio Nadal concedido hasta hoy: ¿Cómo serán, querido amigos, los restantes? Mejor no indagar.

Hoy en día hasta para ser mancebo de un estanco tienes que ser un genio de la Informática.

Hay que ser felices para vengar a los que sufren.

Todo gran hombre hereda una era de ignorancia.

El lujo es un sucedaneo de la felicidad.

Hoy en día treinta años los tiene cualquiera.

Yo, hasta los trece años tuve una infancia feliz, al menos, si la comparo con la de los niños, de cuatro o cinco años. que se están muriendo de hambre en África, o en otros lugares del mundo.

Yo tenía un amigo al que la mujeres se le pegaban como las pulgas a los niños en la escuela hasta que conoció a una chica que lo envolvió en su capsula de amor y dejó de picotear por aquí y por allá. .

Se llama Miguel Ángel y ahora es médico. Vive en Murcia y tiene dos hijas. Ustedes recuerdan, queridos amigos, aquella burrada de León Tolstói —otro que no sabía hacer la «o» con un canuto—: “Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera. Les hablaré de los hijos de mis padres. Mis padres regalaron al mundo cinco vástagos: todos recibimos la misma educación. Todos llegamos a la universidad. Cuatro de ellos acabaron sus estudios. Otro no concluyó las diferentes carreras que emprendió. Cuatro fueron felices, tuvieron buena salud, no causaron problemas a sus progenitores, conocieron el amor de otra persona, crearon familias y tuvieron hijos. Otro no fue tan feliz. Tuvo una mala salud de hierro fundido. Dió disgustos a sus padres. No tuvo descendencia. Vivió toda su vida de la caridad familiar. ¿Adivinan quién fue?, jajajajajaja. ¡ Menuda pieza , aquí, el colega!

No sabemos lo que hacemos. Abominamos la estupidez hasta que le consagramos altares. Descreímos del mal hasta que se puso de moda. Los portavoces del odio resuenan en todas partes, casi todos los oímos y los aplaudimos. Hay victimas del deber y victimas del rock and roll. La mayoría de nuestras ideas son equivocadas. La Humanidad está haciendo el ridículo. Es otra victima, la pobre...

La gente que trato no es que no haya leído nada de Shakespeare; es que no sabe quien es Shakespeare. Yo no trato ni con ingenieros, ni médicos. La gente que yo frecuento es que la que no ha pintado un pimiento-como yo-, ni pintará nada, en Totana. Esta es mi sociedad en este núcleo

No es una paradoja no haber tenido una vida común, feliz y vulgar como la de todo el mundo.

No es una paradoja haber sido tímido cuando gusté al algunas chicas y desenfadado cuando no le gusto a ninguna.

No estamos en tiempos de odiar, estamos en tiempos de amar.

Y no se me oculta que aparento ser un tipo tibio, una naturaleza apacible, un simpático bonachón; pero eso es por las puñeteras enfermedades que me dejan absolutamente frenado. Sin aceite en las articulaciones. Sin gasolina en el motor. Sin agallas.¡ Ah, si pudiera salir de mí lo qué tengo dentro! ¡Cómo entiendo a Balsaz cuando dijo: “Siento dentro de mi una luz capaz de iluminar el mundo y he me aquí encerrado en este mineral”! Y el mineral era él mismo. Y mi mineral soy yo mismo. Y yo no iluminaría al mundo, pero quizás un par de callejuelas de nuestro, núcleo, sí.

Soy un Ciosan sin talento, un místico que no siente.

¡La Sintaxis ha muerto!¡Viva el rumor, el vendaval de las palabras!

¡Viva el estrépito, la suavidad de las oraciones!

A mi me gusta el chocolate, no el papel que lo envuelve.

Ah, estos puñeteros académicos con su puñetera gramática. Total para el caso que les hacen, que les hacemos. Ya, San Agustín alertó contra los gramáticos en sus Confesiones. Absolutamente lúcidos con los puntos y coma y absolutamente inútiles con las oraciones aristocráticas, con las metáforas ingeniosas, con los pensamientos primitivos, sutiles, deslumbrantes, o al escribir algo que diga "algo".

Y, luego, claro, la depresión (que no es de ánimo; es pura y llanamente cerebral): esos ataques de rabia , ese verlo todo negro, esas quemaduras en la sangre, ese perderse buscándose, esas crisis de odio, ese sentirse chafado, esa falta de defensas intelectuales; que cualquier palurdo o palurda me toma por gilipollas porque voy siempre como empanado.

Un ensayista francés afirmó que "el estilo es el hombre". Toda el estilo que no tengo, ni nunca tuve como persona, lo tengo como escritor. El estilo se tiene o no se tiene. Así de claro.

Observaba otro pensador franchute -quizás el mismo- que en un libro hay que encontrar “el placer de la lectura”, o, lo que es lo mismo, hacer disfrutar al lector. Yo huyo de las palabras rebuscadas que lo único que consiguen es molestar al que lee; hacerle que vaya a buscar su significado en ordenador. Yo he tratado de escribir en palabras pobres, como dicen los italianos, un libro profundo y, a la vez, divertido. Tan sólo hay dos términos inusuales, Uno es “manflorita”, que utilizaba un periodista murciano, y, que significa: afeminado. Otro es “acuarejo”, que quiere decir dejar a una persona desnuda entres varias y, que yo escuchaba, de niño, en Totana.

¡Qué mal me esta sentando este puto confinamiento del demonio, madre mía , qué mal me esta sentando! Peor que un insecticida a una mosca. Más solo que la una. ¡Menos mal que me quedan mis padres , aquí en casa! ¡Ojalá, Dios me hubiese concedido el don de que me gustase toda esa bazofia televisiva! Y no puedo leer: me entran dolores de cabeza, ni pensar, ni nada de nada. Y la gente muriendo a cientos, a cientos, a cientos. ¡Y luego la puñetera claustrofobia!

En estas narraciones estoy tratando de fundar un lenguaje amistoso, misterioso Las páginas consagradas al odio las ha escrito la desesperación.

Ahora mismo estoy más quemado que la pipa del capitán Avenza. Y eso que lo tengo todo, pero…,¿y los que no tienen nada, cómo estarán? No me extraña que algunas personas que han sentido lo mismo que yo; hayan echado pestes de Dios. Era por la desesperación que sentían . Cuando estas jodido no te vienen a la mente cantos de alabanza, precisamente. Dijo, hace poco, el para mí mejor, junto a Luis María Anson, narrador español vivo, Carlos Boyero, que es siniestro estar confinado sin tu familia. Se le nota la desolación en su rostro. A mí, estos días me vienen blasfemias a la cabeza. Hace un rato se me ocurrían sin cesar, luego he cenado y fuera. Adiós.

Ayer, por primera vez en mi vida, he sentido miedo a pasar hambre, a no tener dónde vivir. La economía española y mundial se van a ir a pique. Las propiedades de mis padres hoy no valen nada. Nadie pagará por ellas y mis padres son mayores y mis hermanas y cuñados también pasarán aprietos. Eso, si sobrevivo a la peste amarilla, al Coronavirus...

Veo en la tableta de mi madre la portada de la revista Hola, esas sonrisas de los famosos más frívolas que un desfile de Versace.

Leo también que el himno de este tiempo es la canción Resistiré; resistir para volver a lo mismo, a nuestras rutinas sin sustancia, a nuestros proyectos fútiles. Dando la espalda a la Verdad, al amor, a Cristo. Y la gente sigue viendo esos programas de la "prensa de la carroña" donde se despellejan vivos, se descuartizan unos a otros , que hay que tener estomago, hay que tener estomago…, y si tienen un guion y son actores, merecen el Oscar. Odio por todas partes. Eso es lo que se ve y antes era peor y después de esto los que sobrevivan o sobrevivamos volverá a ser peor. O a unos , desgallitándose con su Real Madrid, como otros tienen a su Barcelona, o yo mismo a mi Español: fanáticos todos hasta la médula. Todo eso es mentira. No lleva a nada. Y los políticos siguen tirándose al cuello en el Parlamento. Y aquí cada uno va a lo suyo y de los demás no se acuerda casi nadie. Y no soy el más adecuado para dar lecciones. Yo he sentido al Espíritu Santo y sé con certeza absoluta que existe. Y quiero dar testimonio de algo que sentí y que ya no siento. Soy igual o peor que cualquiera. Y estamos esperando que pase la pandemia y que no nos toqué. Eso la mayoría de nosotros. Y queremos volver a nuestras memeces de toda la vida. Qué lo dijo Jesucristo: "Moriréis en vuestro pecado". Y como no cambie voy a ir al Averno de cabeza.

¿Será esto, el fin del mundo? Al menos , va a ser el fin de muchos mundos. Tal vez, de mi mundo.

Kiplingo afirmó que el éxito y el fracaso son dos impostores, dos imposturas, no sé; estas palabras están grabadas en el túnel que lleva a los tenistas hacía la pista central del torneo de Wimblendon; pero lo cierto es que uno es más agradable que el otro.

Cómo entiendo aquellos versos de la genial Emily Dikinson. "Vivir sin la vida/ y morir sin morir/ son el mayor milagro/ propuesto por la fe/".

Oh, sí como los entiendo…

El único Ser que me ha amado y que he amado ha sido el Espíritu Santo. Fuimos tan amigos… Nos quisimos desmesuradamente, en plenitud. Ah, qué inmenso Carnaval del alma! Ahora, no, pero… Quizás… Algún día… Dentro de un tiempo….¿Quién sabe...?

¡ Cristo…!

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