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Ha sido una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en Murcia. Dos horas ha tardado en recorrer la Gran Vía de la capital murciana la gran protesta convocada por los sindicatos contra los recortes del gobierno regional a los trabajadores de la administración. Miles de manos se alzaban al paso del número 9, domicilio del presidente Valcárcel, gritando "Esto es un atraco. Ahí está la cueva de Alí Babá", ante la atenta mirada de veinte agentes de la Policía Nacional, y dos furgones de la policía que impedían el acceso al edificio.
Han sido unas 40.000 las que se han manifestado por sexta vez por las calles de la capital murciana en protesta por la Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas, aprobada el 23 de diciembre en la Asamblea Regional. De no ser suprimida, los convocantes han llegado a amenazar con un posible escenario de huelga general antes de que finalice enero.
La marcha, que partió pasadas las 18.00 horas de la Plaza Fuensanta como es habitual, transcurrió sin incidentes, salvo que a mitad del recorrido, concretamente frente al domicilio del presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, se detuvo nuevamente para tirar huevos y naranjas podridas.
Durante la manifestación, los participantes corearon al unísono "Menos asesores, más profesores", así como "Valcárcel a la cárcel, por chorizo y por traidor", "Valcárcel, cretino, trabaja de interino", "Valcárcel dimisión, por chorizo y por ladrón" y "Valcárcel y Zapatero, los mismos embusteros".
De igual modo, a la pancarta central de la marcha 'Frente a la agresión social de Valcárcel, dignidad y resistencia', encabezada por los secretarios generales en Murcia de UGT y CCOO, Antonio Jiménez y Daniel Bueno, respectivamente, le siguieron otras en las que se leía 'Más esfuerzo mental y menos recorte social', 'Valcárcel, cretino despide a tu sobrino', 'No a los aeropuertos innecesarios', 'Un pueblo que no lucha por sus derechos los pierde'.
Al término de la manifestación, frente a la sede de la Consejería de Economía y Hacienda, se procedió a la lectura de un manifiesto firmado conjuntamente por CCOO, UGT, ANPE, CSIF, Sterm Intersindical, Satse, SIDI y SAE, en el que han advertido al Gobierno regional que seguirán "resistiendo en la calle y en los centros de trabajo".
En el texto han amenazado con no parar hasta que la Comunidad "rectifique esta injusticia y el presidente Valcárcel se retracte y nos reciba, hasta que el Gobierno regional cumpla la palabra que nos dio a través de los acuerdos sociales firmados y retire la Ley que aprobó a traición, sin contar con nadie".
Los empleados públicos han dicho no ser unos "privilegiados ni culpables de la crisis", al tiempo que han pedido no ser enfrentados entre ellos, han identificado su lucha "con la de toda la ciudadanía", y han asegurado que van a estar unidos, protestando y reivindicando.
Al mismo tiempo, han recomendado a Valcárcel que, si quiere recortar gastos, "mire para otro lado y empiece por su salario y el de su gobierno, suprimiendo asesores, consejerías y empresas públicas innecesarias". Además, han instado al jefe de la Administración autonómica que "se dirija a quienes no conocen la crisis" si quiere aumentar ingresos.
Al término de la lectura del manifiesto, los participantes en la movilización han comenzado a gritar durabte varios minutos "No pararemos, hasta que ganemos".
A la protesta, en la que se pudo ver al coordinador regional de IU, José Antonio Pujante, acudieron representantes de estos ocho sindicatos, quienes echaron de menos la asistencia a la movilización del Sindicato Médico de Murcia (CESM), que ha anunciado esta semana que continúa el proceso de negociación con el Gobierno regional.
AMENAZA DE HUELGA GENERAL
Minutos antes de comenzar la protesta, el secretario general de CCOO, Daniel Bueno, ha señalado que los sindicatos "no van a negociar en ningún caso" la aplicación de la Ley, por lo que ha emplazado a Valcárcel a "rectificar, actuar con responsabilidad y atender la reclamación mayoritaria de los empleados públicos".
Al respecto, ha añadido que las únicas condiciones que hay puestas sobre la mesa para negociar con la Comunidad están publicadas en el Boletín Oficial de la Región el 31 de diciembre de 2010, y son las medidas de la Ley, que calificó de "inaceptables para cualquier tipo de negociación".
En este sentido, ha reprochado que el Ejecutivo autonómico ha puesto condiciones previas a través de la aprobación de esta Ley". Por el contrario, aclaró que las condiciones por parte de los sindicatos "son que el Gobierno acepte alternativas para evitar la aplicación de la Ley, capaces de generar más ingresos y recorte de gastos en otros capítulos distintos de personal".
Por ello, ha instado a la Administración a "actuar con responsabilidad" lo que, a su juicio, es "estar dispuesto a aceptar alternativas". Sin embargo, reprochó que lo que ha planteado la Comunidad "es negociar la aplicación de los recortes, que vulneran los derechos de los trabajadores".
Si el Gobierno regional "no actúa", Bueno ha explicado que actualmente existe este escenario de movilizaciones informativas y de una nueva manifestación a finales de enero, pero ha augurado que los sindicatos irán analizando la situación, y ha amenazado con pensar en la posibilidad de un escenario de huelga general a finales de enero si el Gobierno "no empieza a plantear otros escenarios".
Por su parte, el secretario general de UGT Región de Murcia, Antonio Jiménez, ha añadido que los miles de empleados públicos que se han manifestado este miércoles han pretendido demostrar su descontento, "no sólo por la imagen negativa que se ofrece de ellos habitualmente, sino para intentar modificar una Ley absolutamente inconstitucional, que perjudica al empleo y los servicios públicos".
A su juicio, no sólo es necesario que se derogue la Ley del "tijeretazo" para que los sindicatos se sienten a negociar, sino que UGT y CCOO han solicitado al Gobierno central "que plantee un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional que implique la suspensión de la Ley con carácter inmediato, y la derogación a medio plazo, porque es inconstitucional".
Jiménez ha lamentado que el proceso de negociación "no se ha abierto", a pesar de que Valcárcel dijo el 23 de diciembre "que iba a negociar, de una forma extraña porque una vez que se ha aprobado la Ley es más difícil".
El presidente de CSI.F, Ventura Martínez, ha destacado que la manifestación de este miércoles "tiene como matiz que el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha puesto en medio, felicitando las medidas", por lo que ha considerado que es "corresponsable".
Asimismo, Martínez ha exigido que el Gobierno regional "inicie inmediatamente la negociación colectiva", aunque no ha puesto como premisa la retirada de la Ley, ya que, a su parecer, lo importante es "empezar a hablar cómo se eliminan o cómo se aminoran esas medidas". Así, se preguntó de qué se va a hablar si se quita la Ley, por lo que ha instado a otros agentes sociales a ser "realistas" y a no poner "un elemento imposible" en la negociación.
El portavoz de Sterm-Intersindical, Toni Carrasco, dijo que esta manifestación "es una etapa más en el total de movilizaciones previstas contra la Ley" que, según indicó, pasan por la realización de asambleas en los centros de trabajo del Servicio Murciano de Salud, las consejerías y centros docentes para preparar acciones específicas de los sectores, tales como paros, concentraciones y recogidas de firmas.
El secretario general del Sindicato de Enfermería (SATSE), José Antonio Blaya, ha criticado la ausencia del Sindicato Médico, al que dijo haber cursado una invitación previa. Y es que, ha aseverado, se trata de un problema "de todos los trabajadores, y los médicos son trabajadores, tal y como piensan el 80 por ciento de los propios médicos". De hecho, destacó la presencia de "muchos médicos de la CESM en la manifestación".
