Natural de Blanca, antigua Negra del Val de Ricote, el escritor costumbrista, músico y maestro de primaria Emilio Soler Poveda nos arroja hacia el sendero de "un poema perdido y una canción mal entonada", subtítulo de su primer poemario El sueño del escondite (2020) publicado en la editorial La Fea Burguesía, y cuya presentación tuvo lugar en Murcia el 16 de diciembre de 2020, con una magistral puesta en escena que contó, entre otras personalidades, con Paco López Mengual como representante de la editorial, o Álvaro Peña, que pintó en vivo y además ilustra el poemario.

Del libro, nos dice el escritor y poeta, periodista y director del Festival de Flamenco de Lo Ferro, Juan Tomás Frutos, persona encargada de llevar a cabo el prólogo: "La parte estimable de lo que aquí relato es que se trata de un conjunto de poemas bellos, extraordinariamente facturados, con las letras justas, cortos, con mensajes, como me encantan a mí", e insta a que juguemos a encontrarnos en los recovecos de esas páginas, sin ocultarnos, dado que el poeta Soler Poveda nos adentra en la voz de su experiencia.

Este poemario esconde tras los sueños, evocaciones copadas por la mujer, esencial esta en la figura del poeta cuyo aleteo, aún por la memoria de un tiempo, dice de la fugacidad de una vida anclada en recuerdos. El dolor, la pena, la actitud inocente del pasado que emana del ser empírico y que postula el futuro con otro ser, confiesa, como ya afirmara Neruda, que ha vivido a través de este trasunto vital.

Su poesía, clara, directa, influenciada por el cultivo del arte menor fruto de su amor por la lírica tradicional, nos reserva un escondite de efectos dinámicos marcados por la brevedad y la precisión. No obstante, esa desnudez ebria de experiencias, epitafios, de tropiezos, de "distritos hostiles", llantos y viajes, no acaba en un rincón de la memoria, sino que adquiere tintes de futuro. A ello nos invita el poeta:

Aquí está mi mano, emprende el vuelo;

si titubeas yo te sujeto.

La aceptación del yo espiritual que asume el miedo, la luz, la oscuridad, la paz o el desasosiego, marca el verdadero ser de este poemario, donde el poeta Emilio Soler Poveda nos reconcilia con su voz, para formar parte, también, de todos nosotros.