El profesor Albert Gerard gana el IX Premio Miguel Espinosa

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El fallo del jurado coincide con la edición del libro "La Musa Venal" del Raúl Rodríguez Ferrándiz, ganador del Espinosa del pasado año

El profesor Albert Gerard gana el IX Premio Miguel Espinosa

El profesor de Literatura de la Universidad de Stanford, Albert Gerard, ha resultado galardonado con el IX Premio de Ensayo "Miguel Espinosa. El jurado reconoce así la originalidad y brillantez del ensayo, que "muestra un extraordinario conocimiento de la cultura clásica y contemporánea, desde los sonetos de Shakespeare, la pintura de Friedrich o la literatura de Mann hasta las canciones de Janis Joplin. Todo ello, además, expresado con un estilo claro y ameno para el lector".

El fallo del jurado se hacía público ayer coincidiendo con la publicación de "La musa venal", de Raúl Rodríguez Ferrándiz, ganador del Miguel Espinosa del pasado año. La presentación del libro, editado por "Tres Fronteras", tuvo lugar en la tarde de ayer en la Biblioteca Regional de Murcia con la presencia del alcalde de Caravaca, Domingo Aranda; el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón; la presidenta de la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia, Nieves Molina, y el propio autor. "Se trata de un libro escrito con tremenda inteligencia y agilidad sobre el fenómeno complejo de la cultura de masas", según las palabras de Enrique Ujaldón.

El alcalde ha manifestado que este premio, patrocinado por el Ayuntamiento de Caravaca con la colaboración de la Dirección General del Libro, la Sociedad de Filosofía de la Región de Murcia y la Biblioteca Saavedra Fajardo, "contribuye a mantener viva la figura de Miguel Espinosa y, al mismo tiempo, a promocionar la ciudad de Caravaca entre los muchos filósofos de España y América que en los últimos años participan en este certamen".

Miguel Espinosa. Caravaca de la Cruz, 1926 - Murcia, 1982.

Miguel Espinosa Gironés nace en Caravaca de la Cruz en el seno de una familia acomodada, compuesta por el matrimonio de Juan Espinosa Dato y Maravillas Gironés Robles. La casa en la que nace Miguel Espinosa se encuentra enclavada en la proximidad de conventos y monasterios fundados por Santa Teresa de Jesús y San Juan de Ávila, autores que Miguel Espinosa leerá desde joven y que no dejarán de tener su impronta en la futura obra del escritor. Comienza a realizar estudios elementales en un colegio de Caravaca, donde pronto sobresale por su inusitada inteligencia. Cuando en octubre de 1935 su familia  se traslada a Murcia, Miguel se incorpora al colegio de los Maristas, institución que deberá abandonar durante los años de Guerra Civil para volver a incorporarse, finalizada ya la contienda.

Primeras dificultades

En 1943 tiene lugar un acontecimiento que cambiará su situación drásticamente, fallece su padre y con ello la familia queda económicamente desamparada, por lo que Espinosa se ve obligado a hacerse cargo de las representaciones comerciales del padre.

Miguel Espinosa ya sentía por esta época una creciente vocación literaria que comienza a plasmar en el papel al tiempo que trabaja en los negocios paternos, los cuales irán paulatinamente resintiéndose.

En 1944 finaliza el Bachillerato y emprende la carrera de Derecho en la Universidad de Murcia, donde pronto adquirirá fama de alumno rebelde, por su denuncia de la esclerosis de la institución universitaria del momento a la que considera hermética y enemiga de la inteligencia.

El 3 de noviembre de 1951 contrae matrimonio con Teresa Artero Aréu, joven aprendiz de modista que había conocido tiempo antes y con la que tendrá dos hijos: Juan y Maravillas.

Por esta época ya había escrito Espinosa algunos ensayos y la novela Prometeo encadenado, y en 1954 decide comenzar a escribir la primera versión de la que sería su obra más emblemática, Escuela de Mandarines, que tras diversas versiones y revisiones sería publicada en 1974.

El año que comenzaba a escribir la novela, Espinosa conoce en el Café Santos a la que fue su musa de inspiración, una joven estudiante de químicas llamada Mercedes Rodríguez García, que encarnará a diversos personajes femeninos de su obra, entre ellos el de la mítica Azenaia Parzenós de Escuela de Mandarines.

Etapa madrileña

Mientras redondea la primera versión de Escuela de Mandarines, Espinosa se embarca en otros trabajos, como Reflexiones sobre Norteamérica, que sale a la luz en 1957, año en el que  agobiado por las estrecheces económicas de su familia decide trasladarse a Madrid en 1961, en busca de mejor fortuna.

Allí trabaja Espinosa en empresas de exportación que irán recuperando su maltrecha economía, simultáneamente a que también entra en contacto con intelectuales de referencia en la época como Enrique Tierno Galván, Ridruejo, Aranguren, etc, aunque pronto se alejará de ellos y de todo el ámbito artístico e intelectual de la época en un insólito ejercicio de voluntario encapsulamiento.

En su etapa madrileña, Espinosa continúa escribiendo y construye dos nuevas obras: Asklepios, que permanecerá inédita hasta 1985, y Forma y revelación del mundo (Filosofía de elucidaciones), que aún hoy sigue sin publicar.

Una vez que su economía ya se encuentra reestablecida pide traslado a Murcia en 1964 donde comienzan los mejores años de la vida del carismático escritor.

Regreso a Murcia

En esta nueva y feliz etapa de su vida, Miguel Espinosa escribe la tercera y definitiva versión de Escuela de Mandarines, al tiempo que va abandonando los negocios de exportación por la asesoría jurídica, lo que le deja mayor porción de tiempo a su verdadera vocación, la escritura.

Con Escuela de mandarines finalmente terminada, Espinosa, no sin dificultades, consigue que la editorial barcelonesa Libros de la Frontera se la publique en 1974. Decisión de la que no se arrepentiría la vacilante editorial, ya que la novela un año después será premiada con el Premio Ciudad de Barcelona.

En 1980 publica Espinosa La Tríbada falsaria, primera parte de lo que sería su libro Tríbada. Theologiae Tractatus, propiciando un gran revuelo en Murcia, parejo a la gran estima literaria con la que sería acogida la obra.

El 1 de abril de 1982 fallecía Miguel Espinosa víctima de un infarto de miocardio, con lo que no vería publicada gran parte de su obra, que ha sido editada póstumamente.

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