Nadin Ospina, Marcos Mojica, Luz Angela Lizarazo, Fernando Rubio, Javier Codesal y el colectivo Populardelujo, en La Mar de Arte

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Las exposiciones e intervenciones estarán abiertas hasta el 31 de agosto

"Colombia es el secreto mejor guardado del arte contemporáneo", éstas son palabras de Sam Keller, creador de Art Basel Miami. La Mar de Músicas en su programación de arte intentará esta edición descubrir ese secreto y mostrarlo. Para ello contará con la ayuda de jóvenes creadores que revisando la historia de Colombia cuentan la suya propia. La programación de La Mar de Arte en una edición dedicada a Colombia estará compuesta por la cerámica, pintura e instalación de Nadin Ospina, la revisión pictórica del arte contemporáneo de Marcos Mojica, las metáforas conceptuales de Luz Ángela Lizarazo, las fotografías donde Fernando Rubio reflexiona sobre las fracturas que producen los grandes desplazamientos en la sociedad actual. Además el viaje por encargo del festival del español Javier Codesal servirá para reflexionar sobre los estados de la videncia, poniendo el ojo y la cámara en los efectos perversos de las minas antipersonas, en un país en los que la guerra dejó estas semillas de muerte. En frente, la propuesta de Populardelujo que reafirma la identidad colombiana a través de su imagen gráfica popular para poder dialogar con el mundo sin complejos.

Avenida Colombia será la intervención que Populardelujo hará en las calles de Cartagena. Una intervención que podrá verse del 13 de julio al 31 de agosto en una zona emblemática de la ciudad portuaria. Populardelujo es un colectivo dedicado a la revisión, documentación y difusión de la gráfica urbana y popular de Bogotá. Alrededor de la cultura bogotana, parten de la convicción que la gráfica de la calle describe de una forma única la forma de ser de una comunidad. Tienen a Internet como su principal plataforma de publicación, aunque han hecho sus intervenciones en gran parte de Latinoamérica. En Cartagena colocarán imágenes representativas de la gráfica popular colombiana. Docenas de ejemplos de la gráfica y del argot popular colombianos se combinarán y distribuirán por la ciudad portuaria para ofrecerle a sus habitantes una muestra del lenguaje de las calles de la capital de Colombia. Imágenes y expresiones con las que el común de los colombianos conviven a diario que dan una idea sobre sus maneras de ser y de hacer.

Nadin Ospina, por su parte, trae a Cartagena Tierras Colombianas. Sus obras estarán expuestas en el Palacio Molina del 13 de julio al 31 de agosto. Nadin Ospina es uno de los artistas colombianos con más proyección internacional. Su obra se ha exhibido en las bienales de Sau Paulo, La Habana, Lyon, Venecia... Ganó el Salón Nacional de Artistas y Beca de la Fundación Guggenheim en Nueva York. Es un artista pop, cuya obra es abiertamente crítica y cuestionadora. Su actitud artística respaldada por una rotunda producción le ubican como uno de los artistas colombianos más reconocidos de su generación. Se dice de él que es un antropófago cultural, devora culturas lejanas, y las asimila. Su obra pone en evidencia el estado constante de redifinición en que se encuentran la cultura colombiana como consecuencia del auge de las redes de comunicación y de los intercambios económicos mundiales. Sus obras son la consecuencia de un mundo en el que todos hemos devenido el otro. Sus piezas son paradójicas, pues Nadin Ospina termina por convertir lo hegemónico en exótico: iconos de la cultura occidental, como personajes de Walt Disney o Matt Groening, son equiparados a las obras de los artistas anónimos de culturas primitivas.

Ganador del I Premio Fernando Botero estará también en Cartagena, Marco Mojica. Su obra supone un soplo de simplicidad y claridad frente a los nuevos modos de representación artística basados en las nuevas tecnologías. Aunque detrás de esa fachada, las pinturas y dibujos de este artista esconden una gran profundidad conceptual e ideológica. Su obra esta perfectamente contextualizada en el siglo XXI y el caribe latinoamericano. La posmodernidad es el eje existencial de su trabajo. Una de las prácticas artísticas propias de la posmodernidad es la apropiación de imágenes, que se rehacen y se reinterpretan desde un nuevo punto de vista. Marco Mojica hace suyas imágenes provenientes de la cultura visual imperante en nuestra sociedad, las descontextualiza y las apropia de un nuevo significado. Frágil conspiración estará expuesta en el Centro Cultural de Cajamurcia en Cartagena, del 14 al 31 de julio, donde pinturas y dibujos serán los auténticos protagonistas.

Celosías, estética de la paranoia, será la muestra de Luz Angela Lizarazo y que será expuesta en el Palacio Consistorial de Cartagena, del 13 de julio al 31 de agosto. Su obra se basa principalmente en las rejas de Bogotá y es que como ella misma dice "Bogotá es una ciudad enrejada". Y es que en la capital de Colombia hasta las vírgenes encargadas de proteger, los hogares, los contenedores de la luz, los parques... se encuentran detrás de rejas. La sensación de inseguridad, muchas veces justificada y otras tantas expresión de una cultura que gira en torno a ella, se convierte en ilustración de la relación que los bogotanos tienen con su ciudad y con sus habitantes. Cada reja cuenta algo de quién la eligió. Diferencia a la población. Es un relato vivo.

Javier Codesal, por su parte, es uno de los creadores audiovisuales más importantes de España. Los pies que faltan es un proyecto encargado por La Mar de Músicas, y que se verá en la sala La Muralla Bizantina. El proyecto se compone de dos vídeos cortos, titulados respectivamente Canto y Joropo, una instalación mural realizada con textos sobre vinilo y fotografías en soporte electrónico, un vídeo de larga duración de igual título que el proyecto, una serie fotográfica sobre papel. Las imágenes han sido grabadas en los llanos colombianos. Retratan a personas extrañamente cercenadas. Su proyecto sirve para hacer una reflexión sobre los estados de la videncia, poniendo el ojo y la cámara en los efectos perversos de las minas antipersonas en un país en los que la guerra dejó estas semillas de muerte.

Fernando Rubio Ahumada nació en Colombia en 1970, pero vive y trabaja en España. Combina su actividad artística con la didáctica del arte y con la creación y gestión de proyectos artísticos interactivos. Su obra que ha viajado por un buen número de países estará presente en La Mar de Músicas en Dislocaciones, Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, del 14 de julio al 31 de agosto. Dislocaciones es un proyecto que recopila imágenes y testimonios de personas que residen lejos de su lugar de origen. Una investigación que intenta trazar coordenadas a partir de imágenes y testimonios de una serie de personas y de nuevas generaciones que se forman lejos de su país natal. Esta serie esta compuesta principalmente por imágenes fotográficas que se yuxtaponen con personas y lugares diversos que coinciden en un punto físico común. Además Fernando Rubio intervendrá en un lugar emblemático de la ciudad con su proyecto Dejar huella, construir líneas, en el que participarán todos los ciudadanos que lo deseen.

Como es habitual en el festival, la Galería Bisel y la Galería Bambara participarán con sendas exposiciones. Ésta vez, las dos galerías mostraran trabajo del artista colombiano afincado en Murcia Willy Ramos. Pintura y escultura en la serie Pura Vida podrá verse en Galería Bisel. Obra gráfica en la galería Bámbara, dentro de La mirada ilusionada.

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