Dictado el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 y considerando que la actual crisis sanitaria, provoca un grave impacto negativo económico y social por la paralización de la actividad cuya duración, a priori, es indeterminada, se hace necesario la adopción de medidas de flexibilidad en el cumplimiento de las obligaciones tributarias de las empresas, autónomos y ciudadanos con la Administración Local.
En este sentido, el Concejal Delegado de Hacienda ha dictado una Resolución con el fin de que las liquidaciones de ingresos de derecho público, entre los que se incluyen los tributos no periódicos, fraccionamientos de pago y aplazamientos de pago de deudas tributarias, cánones, alquileres, liquidaciones de ICIO, plusvalías, tasas por licencia de obras, sanciones, etc.) que hayan sido notificadas a la fecha y cuyos vencimientos sean efectivos en el periodo que dure el estado de alarma, se aplazan automáticamente por un periodo de tres meses sin intereses, desde su vencimiento.
La medida se adopta al objeto de dar mayor flexibilidad a los ciudadanos, autónomos y empresas a las que les haya llegado notificación con fecha de vencimiento dentro del periodo de estado de alarma, que automáticamente se aplaza por periodo de tres meses sin intereses. La medida afecta a unos quinientos contribuyentes que habían sido notificados con anterioridad al decreto de alarma y está cuantificada en unos 300.000 euros. Al mismo tiempo, se ha decretado la suspensión de notificaciones de liquidaciones de ingreso de derecho público a los obligados tributarios, en tanto no se solvente la crisis sanitaria y finalice el estado de alarma.
Con respecto a los tributos periódicos como son el IBI (contribución), Basura, etc. se ha procedido a modificar el calendario fiscal ampliando el plazo de pago en voluntaria, siendo los nuevos plazos los mostrados en la tabla adjunta.:
En resumen, todos los tributos municipales que vencían desde que se decretó el estado de alarma hasta los próximos tres meses, han sido aplazados o retrasados, con excepción del impuesto de vehículos que finaliza en fase voluntaria el 5 de mayo, al tratarse de un impuesto periódico y de padrón que ya se encontraba girado con anterioridad.
