Gala y la Fundación Antonio Gala

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Gala y la Fundación Antonio Gala

La Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores es una fundación auspiciada por Antonio Gala y CajaSur, cuyo fin es la incentivación de la creación cultural artística. 

Tiene su sede en el Convento del Corpus Christi, y el lema de la fundación es un versículo del Cantar de los Cantares: "Ponme como un sello sobre tu corazón". 

Antonio Gala Velasco, Brazatortas, Ciudad Real, 1930, aunque respetamos su deseo profundo y esencial de décadas, de indicar, que es de Córdoba nacido y criado. Es y ha sido uno de los grandes escritores del suelo Ibérico en la segunda mitad del siglo veinte, habiendo construido una obra sólida, en casi todos los géneros literarios: el artículo periodístico, la novela, el teatro, el guión televisivo, conferenciante eximio, la entrevista en el que creaba verdaderas obras de arte con sus palabras… 

Gala como todo escritor, parece ser está pasando sobre sus huesos y carnes y nervios y alma, una larga enfermedad, que se está aproximando a la Puerta del Gran Misterio, está atravesando el desierto-purgatorio de los escritores, que para quién no lo sepa, se produce con cierta frecuencia, a escritores-pensadores-artistas y, "pobladores de este planeta de oficios similares", que al final de sus existencias, si tienen que retirarse, por enfermedad del ruedo cultural, en este caso el ruedo ibérico, o en los primeros años o lustros después del Tránsito, pasan como una especie de olvido… Es algo así, como después, de una mala-buena-larga noche, al día siguiente, cómo si no recordarás mucho de ella. Cosa, que de pasada, no aconsejo a nadie, que "los días tienen que ser recordados, y las noches también", porque después los actos-deseos quedan como posos sedimentarios en el corazón y en el alma, consciente y semiconsciente... 

Gala que ha tenido, durante décadas una gran presencia en el panorama cultural, incluso de análisis de costumbres, con ramificaciones tenues-tibias, pero claras en lo sociopolítico, todavía, recuerdo una conferencia dada por él, en los momentos anteriores del Tránsito Político, en el salón del Gran Teatro, ya extinto, de un pueblo-ciudad, Puertollano, yo todavía adolescente, y él, con ese arbóreo florilegio culturalismo de las palabras y las frases. 

Gala era capaz de hacer meditar a una abeja y, detuviese su vuelo para escucharlo,  que pasase por alrededor de su cabeza-boca. Gala, independientemente, porque ha tenido demasiados detractores, porque no han comprendido, que en nuestro suelo-cielo de sociedad-país-Estado, siempre perseguimos y somos perseguidos, unos y otros, unos a otros, o mejor, siempre nos perseguimos entre nosotros, es una especie de inconsciente o semiconsciente colectivo, quizás debido a siglos de enfrentamientos-confrontaciones-dialécticas, sean de palabras o sean de hechos, sean por la larga Edad Media, sea por las luchas del Imperio en la Edad Moderna, porque tuvimos y formamos y construimos un imperio, cosa que olvidamos, sean por las dialécticas de liberales y no-liberales, en las que estamos desde hace dos siglos. 

Solo cambiamos los nombres, nunca los profundos-estratos de esas dialécticas-luchas-confrontaciones. Siempre, cada siglo, nuevas banderas-colores-litigios-panoramas-ideologías, pero pocas veces, "nos sentamos a hablar, con una copa de vino dulce-agrio y agua".  Siempre, unos y otros, queremos, a través del surco de los siglos, imponer a otros, una idea de la totalidad de la realidad humana. Nuestro deporte es el toreo, es decir, el engaño y la sangre. ¡Ya, ya sería hora, de la paz, de la búsqueda de la paz interior de cada sujeto, de la paz sociopolítica permanente, que son ambas raíces de paz, la creadora de riqueza, riqueza material, riqueza cultural, riqueza afectiva, riqueza económica…! ¡Pero, me temo que hablo en el coso-ruedo desierto de una plaza cerrada, sin casi nadie para escuchar…! ¡Parece que la condena de cualquiera que nazca aquí, desde Sertorio y César hasta ahora, es nacer después de una guerra, o, y antes de una guerra, cuándo no, dentro de una guerra…! 

Antonio Gala, contrariamente, a lo que siempre se ha dicho, me perdone el torero-cantaor Gala, siempre se le ha achacado cierto grado de vanidad y soberbia y grandilocuencia y falta de humildad, y presto a la palabra hiriente, siempre mirándose al espejo. Contrariamente, a lo que se suele decir, en los mentideros culturales, cosa que hay que recordar, a quién no lo sepa, que en ellos, abundan en demasía las envidias-confrontaciones-vanidades-soberbias-petulancias-enfrentamientos, decía, que Gala ha creado una Fundación para el descubrimiento de nuevos talentos. Que tengan un año sabático de pensar-meditar-reflexionar-construir su producción cultural. Y, en estos campos, los culturales-literarios-artísticos, que estimo son más difíciles que los del toreo, siendo estos ya difíciles de por sí. En estos campos, quién sabe, si alguno de estos adolescentes-primera adultez, muchachos-muchachas, entre dieciocho y veinticinco años, un día reciban el Premio Nobel. 

Cierto es que los ostentadores y gestores de esta Fundación, supongo y espero, vayan preparando los papales y la documentación, para también se convierta, en una Fundación de Gala y para Gala. Es decir, que sirva como todas las fundaciones de artistas y creadores y escritores, para la conservación, el estudio, análisis, difusión de su producción cultural y de su época. Espero y deseo, que ésta finalidad-función no se olvide. También desearía, que creen un Centro Documental de Literatura, en el cual, en forma de Web, se vayan apuntando, un mínimo curriculum, de los miles, docenas de miles de literatos, que respiran o han espirado por el aire patrio, y, apenas tienen presencia. Pienso que esta fundación podría cumplir también este papel, que no sería excesivo económicamente… 

A Gala, aunque nunca le lleguen estas palabras, yo, yo me atrevería a indicarle, en estos meses, que según señalan los ruedos culturales, está pasando un tiempo de desierto-sufrimiento, porque los huesos-carne-sangre se van deteriorando, como burrito cansado a seguir y continuar caminando, en estos tiempos, que supongo, serán de profunda reflexión-meditación-recuerdos-sufrimiento-pena-arrepentimiento, de su ser-existencia-vida, le aconsejo-sugiero, que viva estos tiempos, con prudencia y racionalidad y perdón hacia si mismo y moralidad, y que se prepare, con respeto-silencio-temor-amor a la entrada de la Gran Cartuja Eterna. ¡Paz y bien…!  

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