LUNES 28 DE FEBRERO A LAS 19.30 horas.

FUNDACION CAJAMURCIA- CENTRO CULTURAL LAS CLARAS, MURCIA

Nos complace anunciarles la presentación del libro Todos los días, de Paco Carreño, en el centro Las Claras de la Fundación Cajamurcia, el día 28 de febrero a las 19:30, en la que participarán Carmen Abad, editora de Casus Belli, Ignacio Castro, filosofo, y el autor. 

Todos los días se ha publicado en 2021 en la colección La horda de Oro de la editorial Casus Belli. Se presentó el 23 de noviembre en Madrid, en la librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes. Anteriormente, el 15 de septiembre, su autor estuvo firmando libros en la Feria del Libro de Madrid, invitado por la librería Enclave de Libros de Madrid.

Algunos de los poemas del libro han sido publicados anteriormente en la revista de poesía Quimera. 

Existen traducciones al italiano de algunos de los poemas en las revistas Pimpirimpana y Giornale di bordo, esta última de próxima aparición. 

Durante años Juan Pablo Arias y Natalie McQuade, equipo de la empresa Tangiblemode, han trabajado con grabaciones de los poemas de Todos los días con el fin de hacer un audiolibro en sonido binaural.

SOBRE TODOS LOS DÍAS HAN DICHO

• Fulgencio Martínez:

Hay algo que sugieren y que el lector percibe, y eso es una poesía muy honda. 

Hay poemas como «Día de la tierra cuadrada», que no me canso de leer. 

• Ignacio Castro:

Carreño nos recuerda que lo divino es, al fin y al cabo, el pulso de un día cualquiera.

• Esther Peñas:

Quien reúne (en una taberna oscura de sí) el coraje conveniente para salir fuera de uno, en un recorrido en el que todo es pura contingencia, fulgor, descendimiento. La libertad como una embriaguez posible, la circularidad de la palabra (conjuro sumerio del poema) y su dislocamiento del orden imperante. La articulación dolomita de una posesión: la poética. Algo de todo esto contiene Todos los días (Casus Belli), el último poemario de Paco Carreño.

• Alberto Chessa:

Me han sorprendido más que gratamente algunos ecos poco frecuentes de hallar en la lírica actual, como Felisberto Hernández (…) o como ese Cirlot de «la vida muerta», que a su vez (…) nos remite al mismo Arcipreste y su «muerte, muerta seas, muerta e malandante» (al fin y al cabo, hablas de un curioso «mester del alba»). Y es que hay en tu libro una gozosa destilación de corrientes (¡empezando por Homero!): tradición y vanguardias (¿no son lo mismo?) resueltas en un decir enjundioso. 

• Manuel Pérez:

El libro nos dice lo que siempre ha estado. Nos habla al corazón oculto que, en la oscuridad, sigue latiendo. Como una cuerda, Paco intenta despertarnos, con Todos los días intenta llevarnos de nuevo a las mismas calles de siempre. Sin cambiar los lugares, reinventarlos. Aboga por la experiencia. Vivir exige bajarse al barro: «¡Qué ganas de pasear por la ribera equivocada del río!» Un error es un deseo ejecutado. 

• Pablo Arcent y Natalie McQuade:

¿Qué decir de Todos los días en pocas palabras? Profesionalmente es una de las cosas más interesantes que nos han sucedido en lo que va de década.

ALGUNAS IDEAS SOBRE EL LIBRO

Principio amanecer

Percibir poéticamente es para el autor de este libro contemplar la realidad como si la viésemos por primera vez. Por eso se dice en uno de sus poemas que el amanecer no es un lugar de paso, sino una forma de mirar. En ese sentido Todos los días se encuentra en la estela de aquellas palabras de Antonio Porchia, maestro del muy admirado poeta argentino Roberto Juarroz: «Pártase de cualquier punto. Todos son iguales. Todos llevan a un punto de partida». 

Poesía sensorial 

Este libro constituye una humilde contribución a la tarea encomendada por García Lorca a los poetas, invitándolos a que fuesen maestros de los sentidos. Discípulo en esto también de Apollinaire cuando decía: «Solo escribo para exaltaros / Oh sentidos, oh sentidos amados.» Quizá encontremos por ese motivo afinidades con una estética oriental en la que la observación y el reflejo de la realidad están por encima de su interpretación.

Conciencia del mundo

Al recorrer estas páginas el lector tendrá la sensación de que el autor es animista, coincidiendo en esto con las últimas corrientes de la biología y de la ecología, para las que nuestra inteligencia es la consecuencia de múltiples y elaboradas formas de conocimiento no humanas. En ese sentido, el poeta pretende hacernos participar de esas otras formas de conciencia. Ya Machado decía: «Tu profecía, poeta: / —Mañana hablarán los mudos, / El corazón y la piedra».

Belleza necesaria

La cita con la que se abre el libro (“quiero aprender cada día a considerar como belleza lo que tienen las cosas de necesario”) dirige la búsqueda que recorre todos los poemas de este libro, haciendo que cualquier día pueda convertirse en una fuente de revelación. Se presta en estos poemas una atención privilegiada a esa vida cotidiana que no está reñida con lo excepcional, pues lo maravilloso es aquí una lección de la realidad.

Movimiento

El conocimiento va formándose al hablar. No existe un pensamiento previo a las palabras que lo alumbran. Al ser la lengua un patrimonio perteneciente a la comunidad, cuando hablamos, aunque sea en la más estricta soledad, llevamos a cabo una acción que pone en juego nuestra relación con nuestros semejantes y altera continuamente nuestro lugar en el mundo. En este sentido, con este libro, el poeta se juega su razón de ser, que está siempre fuera de nosotros. Está obligado igualmente, debido al carácter fugaz del sentido y del habla, a estar en perpetuo movimiento. De ahí que errar, en el doble sentido de la palabra, sea un motivo frecuente en el libro.

Autores

No son necesariamente poetas quienes apadrinan con su maestría los textos de Todos los días. Muchas voces cruzan estos versos. Podemos reconocer al cuentista Felisberto Hernández, quien con tanta facilidad se relacionaba con la realidad no animada; al poeta William Blake, a Nietzsche, a Goya con los títulos de los Desastres. Hay remotos homenajes a los madrigales de Gesualdo, referencias a la calavera forrada de diamantes del artista Damien Hirst, rastros de Orfeo, de Dionisos, de Homero y sus rosados dedos de la aurora. Reconocemos la presencia de André Gide y su sentido inaugural del mundo. Está la Cuba eterna de Lezama Lima. Guiños a La edad de oro de Buñuel y Dalí, a Duchamp. Y algunas citas literales de locos y vagabundos, héroes destacados en estas páginas.