Josefa Cánovas Hoyos
(Cartagena, Murcia, 1928 – Lisboa, Portugal, 2013)
Finita Imperio responde al nombre de pila de Josefa Hoyos Cánovas y nace en una de las más bellas ciudades de España, Cartagena. Ve la luz por primera vez en la calle San Esteban, en una familia humilde. Su padre Francisco Antonio Cánovas es oficial de mar y un gran aficionado a la guitarra, y su madre Micaela Hoyos Monteagudo, canta en privado.
A los cinco años de edad, la niña comienza a cantar y sus padres deciden presentarla ante el público cartagenero, en un local cercano al puerto de Cartagena, en la calle Mayor, ‘La palma valenciana’. Con siete años realiza una nueva actuación con público.
Entrando en la adolescencia, con dieciséis años, se presenta a un concurso de flamenco celebrado en Madrid, gana, y el siguiente paso es presentarse en Valencia. Canta flamenco y domina varios palos, e igualmente se atreve con la copla. Cuando se presenta en Madrid, n va a conocer y a hacer amistad con la genial Imperio Argentina, entre otros muchos rostros conocidos y reconocidos de la canción.
Artísticamente se inicia en el espectáculo ‘Pasapoga’ cuya protagonista es la recordada María Paz Tomás Llory, más conocida como ‘Pacita Tomás’, y su Ballet de Arte Español. A finales de los años cuarenta consigue alcanzar el estrellato a nivel nacional y monta su propio espectáculo, denominado “Sol español”, junto al Niño de Carthago, Niño de Segura e Isabel Díaz ‘La Levantina’, paisanos suyos. Su época más fecunda, profesionalmente van a ser los años cincuenta y sesenta. Como su éxito se torna imparable, consecuencia directa es que se produce en 1952 su primer viaje a América. A su vuelta, en 1954, en Barcelona forma compañía contratando a casi cincuenta personas y monta su primer espectáculo propio, presentando en España el show ‘Cuando duerme Andalucía’, con el que recorre todo el país con temas escritos por los maestros Clemente y Benito. Destacar, con permiso de ustedes, que al maestro Benito Ulecia Collado se le conoce como Benito, a diferencia de otros autores que son conocidos por su primer apellido, pero no olvidemos que en algunas de sus primeras composiciones firma como Ulecia. En espectáculo, la joven artista estrena la zambra “Da la cara”, la farruca “Cadenita de mi soledad”, el pasodoble que otorga título al espectáculo y una hermosa canción muy especial que se convierte en todo un sello de identidad de la artista, la farruca titulada “Mi madre sí que me quiere” (Benito – Clemente), tema con el que llega al firmamento de los elegidos.
Yo no tengo más luz en mi vida
Que la de tus ojos que me está matando
Y la madre madrecita mía
Me dice angustiosa que te está pasando.Ella comprende mi pena
Y cuando escucha mi canto
Y en su cara de azucena
Como de virgen morena
Regadita por el llanto.
Madre, madre,
Madre tú sí que me quieres.No me llores madre mía
Porque no tengo en el mundo
Más consuelo que tu vida.
Mentira,
Todo mentira
Y falsos todos los quereres,
No hay cariño como el tuyo.
Madre, madre,
Madre tú sí que me quieres.Solo un beso me diste temblando,
Casi sin aliento sin saber qué hacía.
Por tu beso me fui mendigando
Y ya tu pie te puse
Todita mi vida.
Era tanta mi ceguera
Que fue una bala perdida.
Por tu culpa de tu vera
Con un vete cuando quieras
Me tiraste cierto día.
Madre, madre,
Madre tú sí que me quieresNo me llores madre mía
Porque no tengo en el mundo
Más consuelo que tu vida.
Mentira,
Todo mentira,
Y falsos todos los quereres
No hay cariño como el tuyo.
Madre, madre...
Madre tú sí que me quieres.
Benito - Clemente
A este titulo van a seguir nuevos espectáculos de corte folclórico, flamenco y variedades, junto a artistas de la gran talla de Manolo ‘El Malagueño’, Pepe Marchena, La Niña de La Puebla, Luquitas de Marchena y otras populares figuras del cante y la canción.
En 1958, se presenta en el Calderón de Madrid de la mano de tres figuras de la copla y el flamenco: nuevamente con Pepe Marchena, y ahora también con Rafael Farina y la Niña de Antequera. En estas fechas graba algunos discos para RCA con temas flamencos de estos espectáculos.
Tras su primera gira internacional, con la que permanece dos años fuera de nuestras fronteras, continúa en los años cincuenta, sesenta y primeros setenta, realizando nuevos viajes a países de Hispanoamérica, siendo solicitada especialmente en México. Se suceden los espectáculos, las giras por América y continúa grabando discos. Además de por Sudamérica, donde se consagra en países como Venezuela, Santo Domingo o Puerto Rico, actúa por también por Europa, consiguiendo grandes triunfos en París e Italia. Sus actuaciones van a pisar hasta los escenarios de Rusia.
Finita Imperio graba en su dilatada trayectoria algunos discos con temas aflamencados como los fandangos “Celos del río”, las bulerías “Por la sierra”, el pasodoble con aires de samba “Brasil y Andalucía” y la zambra “Así estaba escrito”, originales de Molina Manchón, Serrapí y Valderrama, registrados en Columbia en 1952. Además de Columbia, graba sus discos en los célebres sellos Emi y La Voz de su Amo, y la mencionada RCA. Colabora en algunos temas junto a Imperio Argentina, Concha Piquer, Lola Flores, Rafael Farina, Marifé de Triana y Pepe Blanco.
También registra en disco, además de coplas, impresionantes creaciones flamencas como serranas, alegrías, fandangos, bulerías, farruca y granaínas. Cuando canta y graba sus cantes flamencos, lo hace siempre acompañada de su marido, el tocaor murciano Eduardo Martínez Alfonso, quien nace en el barrio cartagenero de San Juan, y quien como artista va a estar vinculado a la casa Odeón. Este guitarrista acompaña en sus giras a Antonio Molina y a Enrique Vargas ‘El Príncipe Gitano’, entre otros muchos artistas de reconocido prestigio.
En 1978 vuelve a instalarse en Cartagena y fija su residencia en la barriada de José María Lapuerta. Años después marcha a Lisboa, instalándose en territorio luso, lugar que la ver partir hacia el otro mundo.
En la actualidad continúa siendo una artista muy recordada, querida y respetada en su tierra de Cartagena y entre los historiadores de la copla y el flamenco. En su Cartagena, donde continúa en pie el Teatro Romano, cuyas características refrendan el importante papel que desempeña la ciudad de Cartagena en la historia de la Hispania Antigua. Donde igualmente sigue en pie el legado de Finita Imperio, una de las artistas, cancionista y flamenca, más completas y extraordinarias del tiempo que le tocó vivir.
