Las Coplas de Benito. Lolita Sevilla

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Las Coplas de Benito. Lolita Sevilla

María de los Ángeles Moreno Gómez

(Sevilla, 1936 – Madrid, 2013)

María de los Ángeles Moreno Gómez, conocida artísticamente como Lolita Sevilla, ve la luz por primera vez en el sevillano barrio de San Lorenzo, en el seno de una familia humilde. Es la primogénita del matrimonio y única hembra de cinco hermanos. Sus padres quieren que sea una buena estudiante, pero ella desea, sobre todo, ser artista. La niña, a la edad de diez años debuta en el espectáculo ‘Galas Juveniles’ en el desaparecido teatro San Fernando. A los trece años debuta en Madrid con la compañía ‘Los Chavalillos Sevillanos’.

Sin tener la edad reglamentaria, aunque aparentando ser más mayor, como suele suceder entonces, le proporcionan un carné de artista con el nombre de Dolores Sevilla, para poder debutar en Madrid a los diecisiete años, y poco después se gesta su gran oportunidad profesional, al ser seleccionada por el director de cine Luis García Berlanga, para dar vida a Carmen Vargas en uno de los títulos más célebres y aclamados de la historia del cine español, “Bienvenido Mister Marshall” (1952). La película la catapulta a la popularidad absoluta y su recuerdo ha quedado invariablemente vinculado a este personaje y, sobre todo, a su interpretación del tema central de la película, que décadas después continua siendo un icono de la música popular española del siglo XX, la canción pasacalle, “Coplillas de la divisas”.

Olé el salero con mil regalos.
Y a las niñas bonitas
Van a obsequiarlas con aeroplanos.
Con aeroplanos de chorro libre,
Que corta el aire.
Y también rascacielos
Bien conservaos en “friguidaire”

Americanos,
Vienen a España guapos y sanos.
Viva el tronío
De ese gran pueblo con poderío.
Olé, Virginia y Michigan
Y viva “Tersas” que no está mal.

Os recibimos,
Americanos con alegría.
Ole mi mare, ole mi suegra y ole mi tía .

El plan Marshall nos llega
Del extranjero pa' nuestro "habío".
Y con tantos "parneses"
Va a echar buen pelo Villar del Río.
Traerán divisas pa' quien toree mejor "corría".
Y medias y camisas pa' las mocitas más presumías.

Vienen a España guapos y sanos.
Viva el tronío
De ese gran pueblo con poderío.
Olé, Virginia y Michigan
Y viva “Tersas” que no está mal.

Os recibimos,
Americanos con alegría.
Ole mi mare, ole mi suegra y ole mi tía.

 Ochaita - Valerio - Solano

Es por ello que, antes de hablar de ella como cantante, lo haremos como actriz, empezando por “Bienvenido Mister Marshall” (1952) de Luis García Berlanga, considerada como una de las mejores películas españolas de todos los tiempos y que realiza un ácido análisis de la sociedad española de aquellos años. El apartado musical corresponde al maestro Leoz. Pero la artista ya había dado sus primeros pasos cinematográficos con un breve papel en “María Morena” (1951) a las órdenes de José María Forqué y Pedro Lazaga, con Paquita Rico en el papel protagonista. Tres directores dirigen cada uno su propia “cita” en “Tres citas con el destino” (1953), coproducción España-México-Argentina. “Aventuras del barbero de Sevilla” (1955) de Ladislao Vajda se rueda en coproducción hispano-francesa e intervienen Luis Mariano y Carmen Sevilla. Firma después un contrato con Benito Perojo para protagonizar tres películas a las órdenes de Ricardo Núñez. La primera es “La chica del barrio” (1955), donde forma pareja interpretativa con Pepe Blanco y conjuntamente cantan el castizo pasodoble “Madrid tiene seis letras”.

Madrid tiene seis letras,
Seis notas que le cantan a Bretón
Y tiene una chulapa
con ritmo de chotís en el tacón.
¡Vaya hembra la que pasa!,
¡Vaya cuerpo, qué quinqué!
Por el fleco del pañuelo
La sal se le escapa a usté .

Flores - Llabrés - Cordoñés

Tras cuatro meses en América, donde es recibida con todos los honores, tras el multitudinario éxito de su primera película, regresa a nuestro país para rodar la segunda película del contrato, “Malagueña” (1956), donde actúa junto a Antonio Molina. Y la tercera, “Tremolina” (1956), donde la réplica masculina le viene dada por el cancionista Angelillo.

Ese mismo año, 1956, Lolita Sevilla triunfa también plenamente en las tablas del teatro con el espectáculo “Lava la señora, lava el caballero”, donde interpretaba un pasodoble escrito por Tony Leblanc, especialmente compuesto para la artista, el inmortal “Cántame un pasodoble español”:

Cántame un pasodoble español,
Que al oírlo se borren mis penas;
Cántame un pasodoble español,
Pa’ que hierva la sangre en mis venas,
Si tú vieras, vida mía,
Tu cante qué bien me suena:
¡Cántame un pasodoble español!

Leblanc - Paso

Este tema es incluido en su nueva película, “Lo que cuesta vivir” (1957) de Ricardo Núñez. Ese mismo año llega de la mano de Pedro Lazaga, “El fotogénico” (1957), donde actúa junto al ya desaparecido José Luis Ozores. La última incursión cinematográfica de Lolita Sevilla va a ser de la mano de José María Elorrieta en “Habanera” (1958).

Los años cincuenta y sesenta suponen el esplendor del recorrido artístico de Lolita Sevilla, actriz y cantante, que se mantiene en el candelero en giras con espectáculos y actuaciones televisivas durante treinta años más. Hubo también viajes y éxito por Hispanoamérica y Europa. Pero su figura artística tiene un eclipse temprano. A partir de los años sesenta, su estrella empieza a languidecer, a medida que el mundo de lo folclórico cambia. Aparece lo ye-yé. Surge nuevamente el flamenco, ya separado de la copla.

En cuanto a la discografía de Lolita Sevilla, habitualmente en la casa discográfica Discophon, las primeras grabaciones de la artista aparecen en la década de los cincuenta y se extienden en el tiempo hasta el año 1997. Como sucede a mediados del siglo pasado, sus trabajos aparecen en formato EP, es decir, discos pequeños discos de vinilo que contienen cuatro canciones. Su primer LP (disco de larga duración) se publica en 1969. En 1972, publica un nuevo álbum donde se incluyen su particular versión de “La Zarzamora” (Quintero - León - Quiroga). Después ve la luz su disco “Suspiros de España” (1985). En 1989 publica el disco “Un abanico español” e incluye el pasodoble que otorga titulo al disco. Y, su último disco, “Enamorada de la copla”, aparece en el mercado en el año 1996.

Llegando a los ochenta deja de lado el diminutivo de su nombre artístico para pasar a ser Lola Sevilla. Posteriormente, su carrera sigue languideciendo hasta su retirada definitiva de los escenarios tras perder a su segundo y definitivo marido en 1997. Sus últimos años los pasa en su casa madrileña.

Como anécdotas, destacar que la actriz y cantante siempre estuvo muy vinculada a los Carnavales de Cádiz. En 1975, el Ayuntamiento de Cádiz hace entrega a Lolita Sevilla de la distinción de 'Novia de Cádiz', un título que ella vino propagando desde que en 1961 toma parte de las cabalgatas. Y que elige Torrevieja como su segunda residencia, donde desde 1955 descansa largas temporadas en un chalet situado en las calas del norte de la ciudad. En 1987 es distinguida como Hija Adoptiva de Torrevieja. En 1996, recibe también el premio Tenedor de oro, entregado por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Torrevieja.

Es una artista que no quería morir encima de un escenario porque aspiraba a que el público la recordase como ella había sido de joven. Una grande y digna del más cariñoso recuerdo. ¡Viva Lolita Sevilla!

Benito Martínez del Baño
Periodista y escritor

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