VIENE DE UN ARTÍCULO PREVIO.

La datación de este lugar está en torno a 4.000, 7.000 ó 5.000 a. C. todo basado en la cerámica y en la datación por C 14. Pero las piedras no se pueden datar, por tanto se refieren a los restos orgánicos encontrados en las cercanías de estas piedras o de la cerámica. Pero como es fácil imaginar estos restos pueden ser de muchas épocas posteriores a esas construcciones y no tener nada que ver con estas.

Esto es algo que no contemplan los arqueólogos ortodoxos, que lo explican como si estuviesen datando las piedras.

Y claro la arqueología oficialista lo tiene muy fácil al decir que ha encontrado restos orgánicos dando por supuesto que están vinculados a esa cerámica y a esos supuestos templos. Prácticamente nos está diciendo que hagamos un acto de fe porque están en posesión de la verdad absoluta. 

En los datos aportados se dice que: Casi dos mil jarros de estilo Susa I se recuperaron en el cementerio y la mayor parte de ellos están hoy en día en el Louvre. Los recipientes encontrados son un testimonio elocuente de los logros artísticos y técnicos de sus hacedores, y ofrecen claves sobre la organización de la sociedad que los encargó.16​

El estilo Susa I fue en gran medida un producto del pasado y de influencias de las industrias de cerámica contemporáneas en las montañas de Irán occidental. La coincidencia en estrecha asociación de vasijas de tres tipos -un cáliz para beber, un plato para servir y una pequeña jarra- implica el consumo de tres tipos de comida, que aparentemente se necesitaba para la vida de ultratumba de la misma manera que lo fueron en este mundo.

Veamos: No creo que esta cerámica maravillosa se hiciese en el primer asentamiento de Susa se conoce como período Susa I (h. 4200-3900 a. C.). Ni en dataciones anteriores. Y se puede comparar con las 40.000 vasijas encontradas en la pirámide escalonada, hechas de alabastro, diorita, granito, cuarcita, basalto, materiales muy duros que jamás pudieron haber moldeado los hombres de la edad de piedra.

Aunque los casi dos mil jarros de estilo Susa I , están hechos de terracota, alabastro, cobre, Lapislázuli, que son materiales mucho más blandos, no creo que los hombres de esa época pudiesen haber realizado estas piezas con esa perfección y por lo tanto pudieran pertenecer a la construcción original, al igual que las 40.000 vasijas de la pirámide escalonada.

También en los datos ortodoxos se dice que: Cerámicas con estas formas, que estaba pintada, constituye una gran proporción de los recipientes del cementerio. Otras que tienen un aspecto más grosero, para cocinar, jarras y boles, con simples bandas pintadas sobre ellas, y fueron posiblemente ofrendas funerarias para tumbas de ciudadanos más humildes así como adolescentes y, quizás, niños.19​La cerámica ha sido realizada a mano cuidadosamente. Aunque una rueda lenta podía haberse empleado, la asimetría de las vasijas y la irregularidad de las líneas circundantes y las bandas indican que la mayor parte del trabajo se hizo a mano alzada.

Veamos: Aquí los arqueólogos oficialistas deberían preguntarse ¿Qué tiene que ver esta cerámica más grosera hecha a mano alzada, con esos supuestos templos que estaban siendo construidos hace 12.500 años con una tecnología que tal vez esté un millón de años por delante de nuestra tecnología actual?

Por otra parte los arqueólogos oficialistas dicen de esta cerámica que: La coincidencia en estrecha asociación de vasijas de tres tipos -un cáliz para beber, un plato para servir y una pequeña jarra- implica el consumo de tres tipos de comida, que aparentemente se necesitaba para la vida de ultratumba de la misma manera que lo fueron en este mundo.

Pero vamos a ver una vez más: ¿De verdad los arqueólogos oficialistas se creen esto de la vida de ultratumba? Aunque se cuidan de poner antes de una de estas cosas la palabra “aparentemente”.

Una de dos; o lo están afirmando los arqueólogos e historiadores ortodoxos y por tanto se lo creen. O lo están poniendo en boca de los hombres de esa época, para ellos no decir cuales son sus conclusiones, a las que se supone deben haber llegado tras décadas de sesudo trabajo.

En los datos aportados se afirma que: Hacia el año 1175 a. C., los elamitas bajo Shutruk-Nahhunte saquearon la estela original que tenía inscrito el Código de Hammurabi, las primeras leyes escritas que se conocen en el mundo,26​y se la llevó a Susa. Y que los arqueólogos lo encontraron en 1901. Nabucodonosor I del imperio babilónico saquearon Susa alrededor de cincuenta años después.

Veamos: ¿Acaso está traducida, no solo esa estela, sino las tablillas? ¡No hay nada traducido! Como es posible que se falte a la verdad de una forma tan descarada.

También en los datos se dice que: Susa III (3100–2700 a. C.) es también conocido como período "protoelamita".23​En esta época, predomina la cerámica del período Banesh. Es también aquí cuando aparecen por vez primera tablillas protoelamitas. Posteriormente, Susa se convirtió en el centro de la civilización de Elam.

En esta época aparecen en documentos sumerios referencias ambiguas a Elam. Susa entra en la historia durante el período Dinástico Arcaico de Sumer. Está documentada una batalla entre Kish y Susa en 2700 a. C.

Veamos: Una vez más se afirma de una forma un tanto ambigua que en esas tablillas protoelamitas se hacen referencias a Elam y en esas tablillas está documentada una batalla entre Kish y Susa en 2700 a. C

¡Pero vamos a ver! Lo dicen como si esas tablillas estuviesen traducidas, cuando no hay nada traducido. Una vez más los arqueólogos e historiadores ortodoxos se centran en las supuestas batallas, vida y milagros de los personajes históricos. Que en lo inexplicable de esas construcciones.

Rafael Alfonso Alfaro García.