Machu-Pichu. nº 4

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Machu-Pichu. nº 4

VIENE DE UN ARTÍCULO PREVIO.

CONCLUSIONES:

Y no solamente sería la piedra Intihuatana que estamos viendo, sino que toda la masa de roca que hay debajo también le estaban dando esas propiedades tecnológicas, y la piedra que estamos viendo sería la punta del iceberg.

El Templo de las Tres ventanas, cuyos muros de grandes bloques poligonales fueron ensamblados como un rompecabezas, y el Templo Principal, de bloques más regulares, que se cree que fue el principal recinto ceremonial de la ciudad. Adosado a este último está la llamada "casa del sacerdote" o "cámara de los ornamentos". Hay indicios que sugieren que el conjunto general no terminó de construirse.

En este complejo tampoco se observan los daños eléctricos (aunque seguramente los hay) ni tampoco fue destruido, porque no hizo falta al no estar terminado. Aunque no faltaba mucho para terminarlo, otra prueba del abandono repentino de la construcción de este lugar por los verdaderos constructores.

Los historiadores oficiales y los arqueólogos de Perú creen que Machu Picchu fue un mausoleo y que en sus grandes hornacinas reposaban momias. Lumbreras incluso especula que hay indicios para afirmar que pudo ser el mausoleo de Pachacútec y que su momia estuvo aquí hasta poco después de la irrupción española en Cuzco.

Si esto fue así, sin duda fue reutilizado como lugar de enterramiento cientos o miles de años después que el lugar fuese abandonado sin terminar de construir por parte de los verdaderos constructores, en ese instante trágico que tuvo lugar hace 12.500 años.

Como ya hemos comentado a los arquitectos de hoy en día se les antoja poco menos que imposible poder construir en ese lugar.

Pero es que resulta que en el Haina Picchu, que es el picacho que sale en todas la imágenes de Machu Picchu y que está por encima de este, en este lugar también hay construcciones como las de Machu Picchu.

Entonces si ya es difícil imaginar cómo los hombres de la época de Pachacútec construyeron  Machu Picchu en el lugar en el que está, teniendo en cuenta que la única herramienta que conocían era una piedra para golpear otra piedra y transportaron las piedras poniendo troncos de árbol debajo y tirando con cuerdas, que no conocían la escritura ni la rueda.

Mucho menos podemos admitir que construyeron en ese picacho donde en la misma cumbre hay construcciones. Luego está claro que no fueron los hombres de la época de Pachacútec, sino que fue otra civilización la que lo hizo.

En Machu Pichu hay una entrada que está tapiada, en este detalle se fijo David Crespi que era uno de los muchos turistas que en 2010 visito Machu Pichu. Parece ser que llovió mucho, tuvieron que esperar y este señor se dio un paseo saliéndose un poco de la ruta turística. Como es ingeniero y francés afincado en España, se pregunto por qué eso estaba tapiado y lo dio a conocer a las autoridades de Machu Pichu, que parece ser no tenían muchas ganas de atender el asunto.

Y tras mucho insistir parece ser que le hicieron algo de caso y lo comunicaron a las autoridades de Perú. Pero al final no le hicieron demasiado caso y la cosa quedó en nada.

Entonces cuando regreso a Francia se puso en contacto con Thierry Jamin un gran aficionado a la arqueología y aventurero francés y entre los dos se pusieron a investigar consiguiendo de las autoridades peruanas que eso se investigara con un radar de penetración terrestre. Necesitaban obtener una base sólida con la que especular sobre la existencia de la puerta, a lo que probablemente eran cámaras funerarias, y su contenido.

Así que después de estudiar las fuentes que confirmaban la historia de Pachacútec, procedieron a realizar una minuciosa labor de resonancias electromagnéticas en el área, estudio que se llevó a cabo en 2012, dos años después del descubrimiento.

Las avanzadas técnicas utilizadas por el investigador francés, y financiadas por Crespy, como un Discriminador Molecular de Frecuencias (MFD), y un geo-radar capaz de ver en 3D hasta una profundidad de 20 metros, no dejaron espacio para la duda. Los resultados científicos de estos aparatos eran incontrastables, ofreciendo un 100% de seguridad, y corroboraron algo sorprendente: La presencia en el subsuelo de escaleras que se bifurcaban en dos caminos que conducían a una cavidad principal, tal vez una cripta, y otras más pequeñas, cuyas paredes, según resultados de las resonancias, mostraban un carácter definido de forma trapezoidal (anti sísmica) que confirmaba el carácter antrópico de los recintos. Y más… se detectó la presencia de enormes depósitos de metales preciosos, probablemente, oro y plata.

Estas cavidades, y teniendo en cuenta tanto las fuentes como las resonancias, contendrían tal vez las momias de la panaca de Pachacútec, y sus enormes riquezas.

Lo que hace más inexplicable que no se quiera investigar eso por parte de la ciencia oficial, que evidentemente tiene este dato escondido bajo sus enormes posaderas. Finalmente no se ha investigado ni se ha abierto esa entrada tapiada.

Por otra parte es mejor que no sea abierto por la arqueología oficial ya que solo ven tumbas o templos. Si entran ahí con bastante seguridad es posible que encuentren un enterramiento, lo desmontaran y saldrán diciendo que es una tumba. Cuando este lugar como muchos otros que hay por todo el mundo, ha sido utilizado como lugar de enterramiento, pero ese enterramiento no tiene nada que ver con esas construcciones. Y lo que sucede es que la gente enterraba en estos lugares a sus seres queridos y a personajes relevantes, pues en esa época la gente tenía muy presente quienes fueron los Dioses y el legado que dejaron. Esto es algo que no ven, o no quieren ver los arqueólogos oficialistas.

Rafael Alfonso Alfaro García. 

Machu-Pichu. nº 4 - 1, Foto 1
Machu-Pichu. nº 4 - 2, Foto 2
Machu-Pichu. nº 4 - 3, Foto 3
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