Pobre de esa humanidad que busca la perfección

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Por Joaquín Lourido Andrade

Tratar de hablar de luces y sombras no es nada sencillo. Pero he aquí que la poetisa María Beatriz Muñoz Ruiz presentó su poemario "Un mundo de sombras" (disponible en Amazon), donde trata de describirnos de una manera poética lo que es este mundo a través de la vida de cada persona y los lunares que tienen en muchas ocasiones las sombras. De ahí que empiece versando de un bosque negro con sus acciones y que, sin la luz, ciertas cosas no se logran ver. Ya que es natural. La Tierra, los bosques, las personas y el mundo en general si no tienen al menos una estrella de orientación todo puede parecer una negrura y en el medio de la cual uno se puede ver con muchos temores, pánico a los que muchas veces por no conocerlos nos suceden cosas extrañas. No se trata de comunicar que sea siempre blanco o negro; es decir, como si fuera siempre día o fuera noche. Todo es cuestión de saber incidir en cada momento y hacer frente a cuestiones; como, por ejemplo: para valorar la alegría hay que conocer la tristeza, esos tintes de emoción que no siempre nos gustan pero que están ahí vivos y con ellos demostrar que al menos si atraviesas un túnel sabes que al final del recorrido verás la luz.

Aquí nos lleva de una manera muy bien armonizada conociendo su interior de una manera oscura, como si estuvieras en una encrucijada, conocieras a fantasmas y todo tipo de sombras habidas y por haber; comienzan a surgir dudas de todo tipo. Es como verse un feto en el vientre de su madre. Está todo oscuro, se alimenta, surgen ideas y se espera el momento de atisbar a luz al final del camino. Más mientras esa estancia viva permanece nos aflora a los lectores de manera que nos muestra ciertos principios como son la reencarnación, la felicidad, los mares, las vicisitudes y empezar a hablar de si vale la pena o no ciertas cuestiones que todo ser viviente se pregunta muchas veces. De que el mundo es más sencillo y que quizás no siempre hay que estar pensando lo imprescindible que somos, sino todo lo contrario. Venimos a este mundo a vivir de una manera determinada que no siempre nos gusta, pero hay que saber adaptarse a los cambios y tener esa voluntad, esa fuerza o quizás escoger uno vivir en ese mundo de sombras conociendo a lo que uno se enfrenta. Todo tiene su función (aunque muchas veces es complicado de explicar).

Nadie es perfecto, dejar que el cosmos sea el cosmos, que el Universo siga como tal, que la Naturaleza sea naturaleza, etc. No importa lo que digas, no importan los gestos, pero si tus actuaciones de cara al camino de la vida en vida. Estamos en este mundo de prestado y no siempre tenemos que dar explicaciones de todo, buscar otros intereses, alterar el mundo. Más bien es conocer cómo funciona uno en sus adentros y en función de ello actuar en consecuencia. Aprender a caminar errando, dado que gracias a esas decisiones generamos otros estados y vamos de cara a los problemas. Pueden que no siempre tengan soluciones. Déjalos y sigue el camino para vivir mejor el presente. Pasando por etapas y mostrando que ya no sigues siendo una niña, que ya eres una mujer con tu aprendizaje. No tratemos de ser héroes ni de realizar cosas fuera de lo común. Procurar estar en sintonía que solo te piden que conozcas su belleza interna, su capacidad como persona.

Siempre hay personas soñadoras, personas tecnócratas, personas que dudan, etc. Más es bueno recordar cómo se respira, como se ama… Ya que todo lo demás son afluentes de un río con más o menos agua. Porque es bueno apreciar que el mundo es mundo con sus errores, que la vida siempre es vida y por muchos hipócritas que haya en la vida hay que seguir hacia delante vacilante o no; pues el mundo no está tan humanizado como creemos y un día nos tenemos que ir. Porque somos polvo del barro que se formó en su momento, pero por mucho que traten de girar tus pensamientos, recuerda que nunca dejes de amar ya que puede que vivas en una noche cerrada toda tu vida sin comprender lo que es realmente el verdadero amor. Pobre de esa humanidad que busca la perfección pues con cada puñalada, cada palabra vanidosa, cada egoísmo interesado ofrece la osadía de presumir lo humanos que somos. ¿Qué queremos demostrar?-Nada porque al final formaremos parte de un lienzo donde predomina lo abstracto de la vida.

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