Carlos Alcaraz, lesión y derrota en Río de Janeiro

Fuente:

Carlos Alcaraz, lesión y derrota en Río de Janeiro

Carlos Alcaraz, lesionado de nuevo en el muslo derecho, ha cedido este domingo (5-7, 6-4, 7-5) el trofeo de Río Open 2023 en la final contra Cameron Norrie.

«Jugar con dolor es normal para un jugador de tenis», zanjaba Carlos Alcaraz una vez concluido el partido, tratando de eludir la cuestión que rondaba la cabeza de cada uno de los aficionados que abarrotaron el Jockey Club Brasileiro de Río.

Había sido derrotado a manos de Cameron Norrie. Su cuerpo, una vez más, había dicho basta. En la víspera ya había mostrado signos de dolor en el muslo izquierdo, pero, en la euforia de la victoria de semifinales contra Nicolas Jarry, todavía se consideraba capaz de un último esfuerzo victorioso. Y hubiera podido vencer. Ganaba con rotundidad 7-5, 3-0 (0-30) y parecía encaminado a su novena victoria consecutiva en doce partidos, así como a su segundo título después de vencer en Buenos Aires, cuando el músculo semimembranoso de su pierna derecha, el mismo que le había impedido competir en el Open de Australia, colapsó.

Reapareció en el tercer set (2-3) después de pedir la asistencia de su fisioterapeuta, con el muslo vendado, enfurecido consigo mismo, arrogante como sólo un deportista consciente de que sólo su propio cuerpo se interpone entre él y la gloria puede serlo. Lanzó airadamente la toalla e intercambió unas palabras con su equipo. Durante unos instantes, se debatió si debía continuar o no. Pero decidió continuar, y lo que siguió después fue una lección magistral de tenis. A medida que confiaba menos en sus piernas, sus golpes se volvían más precisos, más cerebrales, más rotundos, de la misma forma en que un animal herido mide cada vez más sus embestidas conforme las heridas lo debilitan y le hacen mella. Dejó ocho golpes estratosféricos. Buscó el K.O. en cada dejada, en cada golpe de derecha, en cada revés y en cada saque.

Jugaba con una sola pierna, y lo intentó todo, pero su rival aguantó. Más experimentado que él, Cameron Norrie sobrevivió a las descargas furiosas del español y se atuvo al plan para terminar imponiéndose 5-7, 6-4 y 7-5 en 2 horas y 41 minutos. Más allá de la derrota, Carlos Alcaraz, segundo jugador del mundo según el ranking ATP, tenía derecho a sentir auténtica frustración. Sus lesiones persisten. El próximo compromiso de Acapulco peligra.

«Es complicado saber qué pasa. Sentir dolor en el mismo músculo donde has tenido una lesión hace unos meses, es complicado. Tengo que evaluarlo con mi equipo, con mi doctor, con mi fisio, a ver si puedo jugar en Acapulco», comentaba después del partido. Su tono era más sereno, más satisfecho de lo que las circunstancias hubiesen sugerido. En el día de hoy, lunes 27 de febrero, se someterá a una resonancia para determinar si es apto o no para jugar en México contra McDonald.

Carlos Alcaraz, lesión y derrota en Río de Janeiro - 1, Foto 1
Murcia.com