La COVID-19 saca del mercado laboral a 10.000 mujeres en Murcia

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8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: 8° INFORME #EMPLEOPARATODAS: MUJER EN RIESGO DE EXCLUSIÓN EN EL MERCADO LABORAL

La COVID-19 saca del mercado laboral a 10.000 mujeres en Murcia

Se contabilizan 301.000 mujeres que no tienen trabajo ni lo buscan en Murcia, la cifra más alta de toda la serie histórica. El año pasado, eran 291.000 las inactivas en la región.

La situación de pandemia y la destrucción de empleo en sectores esenciales estimulan la falta de expectativas laborales de los profesionales y pueden conducirles a la inactividad, saliendo del mercado laboral.

Algunos grupos de mujeres son especialmente vulnerables a los efectos de la crisis: con discapacidad, con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género. "Suelen ser las primeras en perder su empleo en coyunturas adversas y encuentran grandes dificultades para encontrar una ocupación en un mercado en crisis, lo que en muchos casos conduce al desempleo de larga duración y éste a la exclusión social"- afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

El paro de larga duración afecta a un 57% de las desempleadas con discapacidad, según el SEPE; a un 58% de las que tienen responsabilidades familiares no compartidas, según la encuesta Monoparentalidad y Empleo de la Fundación Adecco y a un 47% de las víctimas de la violencia de género, según el informe #UnEmpleoContraLaViolencia, también de la Fundación Adecco.

El 8° Informe #EmpleoParaTodas: mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral presenta una serie de recomendaciones dirigidas a empresas, Administración Pública y desempleadas para combatir el paro de larga duración.

Murcia, 5 de marzo de 2020.- El próximo 8 de marzo se celebra el día Internacional de la Mujer, un contexto en el que la Fundación Adecco y, por octavo año consecutivo, presenta su informe #EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral, con la colaboración de 5 entidades comprometidas: Allianz Seguros, Aqualia, Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, Thyssenkrupp y Unicaja. 

La cronificación del desempleo alcanza a 24.400 mujeres en Murcia

El desempleo de larga duración, es decir, aquel que acumula más de 12 meses en búsqueda activa de trabajo, afecta hoy a 24.400 mujeres en Murcia.

Estas situaciones prolongadas sin empleo en plena pandemia, donde la destrucción de empleo en sectores esenciales está siendo una constante, estimulan la falta de expectativas laborales y pueden conducir a los profesionales a la inactividad.

Así ha sucedido en Murcia, donde hoy se contabilizan 301.000 mujeres inactivas, frente a las 291.000 del pasado año (un crecimiento de 10.000 mujeres). Se trata de la cifra más alta de inactivas de toda la serie histórica en Murcia.

Algunos grupos de mujeres son especialmente vulnerables a los efectos de la crisis: con discapacidad, con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género. "Suelen ser las primeras en perder su empleo en coyunturas adversas y encuentran grandes dificultades para encontrar una ocupación en un mercado en crisis, lo que en muchos casos conduce al desempleo de larga duración y éste a la exclusión social"- afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

La mujer con discapacidad: la cronificación de su desempleo perpetúa su vulnerabilidad

Las mujeres con discapacidad son la ficha más débil en el tablero del empleo y parten de una situación de vulnerabilidad mucho mayor, que dificulta su proceso de inclusión en tiempos de crisis.

No hay datos más elocuentes para ilustrarlo que los referentes al empleo, para dar cuenta de esta mayor exposición a la exclusión social. Así, las mujeres con discapacidad representan más de la mitad de los parados (53%) pero, al mismo tiempo, suscriben menos de la mitad de los contratos de trabajo firmados por personas con discapacidad (38%)

El desempleo de larga duración también se ceba en mayor medida con la mujer con discapacidad: un 56,6% de las desempleadas acumula más de un año en paro, porcentaje superior al masculino, del 50,5%.

Según Mesonero: "los largos periodos de desempleo se convierten en un gran lastre para las mujeres con discapacidad, ya que no solo refuerzan las reticencias por parte de los empleadores, sino que conducen a una espiral de desmotivación y desánimo que dificulta su búsqueda de trabajo. Ahora más que nunca, es necesario acompañar a las mujeres con discapacidad para poner en valor sus habilidades blandas, hoy en alza- esfuerzo, capacidad de sacrificio o compromiso-y minimizar las dificultades que encuentran, en forma de prejuicios y estereotipos. Si no actuamos con diligencia, su riesgo de pobreza y/o exclusión podría convertirse en definitivo"- concluye.

Las familias monoparentales: cuando el empleo es lo más urgente

Si las personas al frente de una familia monoparental ya encontraban importantes obstáculos para acceder al mercado laboral y compatibilizar su vida personal y profesional antes de la pandemia, hoy estas dificultades se ven seriamente agravadas. Por un lado, las redes de apoyo de familia y amigos se han visto drásticamente reducidas, complicando aún más el reto de la conciliación e impidiendo que los hogares monoparentales puedan desenvolverse en igualdad de condiciones. Por otro lado, una parte importante de los sectores de actividad se han visto castigados por la crisis económica, incrementándose las cifras de desempleo y la incertidumbre laboral.

Según el noveno informe Monoparentalidad y empleo, de la Fundación Adecco, lanzado en octubre de 2020, la mayoría de las mujeres que lideran familias monoparentales (80%) ha visto empeorar su situación laboral y económica con la pandemia. En concreto, un 25% estaba trabajando en la economía sumergida y perdió su trabajo sin derecho a prestación; el 14% se vio afectada por un ERTE; el 10% tuvo que reducirse la jornada, agotar vacaciones o pedirse excedencia forzosa, con la consiguiente disminución de ingresos; un 2% era autónoma y/o se vio obligada a abandonar voluntariamente su puesto de trabajo, ante la imposibilidad de compatibilizar con el cuidado de sus hijos, y un 29% estaba en búsqueda activa de empleo y vio cómo se paralizaban los procesos de selección en los que estaba participando. Por último, un 20% destacaba que no le ha afectado esta crisis, ya sea porque ha conservado su puesto de trabajo presencial o telemáticamente.

Atendiendo a la cifra de desempleo de larga duración, según la citada encuesta, un 58% de las desempleadas al frente de una familia monoparental lleva más de un año en paro, una circunstancia que deja a estos hogares en una situación crítica. "El desempleo de larga duración en el caso de una familia monoparental no solo sitúa en riesgo de exclusión al progenitor, sino también a sus hijos, abriendo una brecha educativa y social que atrapa a las nuevas generaciones. Las políticas activas de empleo y el impulso definitivo a la flexibilidad y conciliación -consolidación de medidas como la racionalización de entradas y salidas, recuperación de horas en sectores como la hostelería o la opción del teletrabajo el mayor tiempo posible- son la única llave para que las familias monoparentales no se queden atrás y puedan superar esta crisis"- reclama Mesonero.

La mujer víctima violencia género: invisibilidad en el mercado laboral de la pandemia

Según el 8° informe Un empleo contra la violencia, de la Fundación Adecco, lanzado el pasado mes de noviembre, el paro de larga duración alcanza a casi la mitad de las desempleadas que acreditan violencia de género (47%). Una circunstancia que refuerza su invisibilidad y perpetúa la situación de violencia de género en el tiempo, en la medida en que el desempleo se convierte en un freno para pedir ayuda para la mayoría de las mujeres víctimas. De hecho, un 95% de las encuestadas en el citado informe ve en el empleo un aliado para superar la situación que atraviesa, al constituir una fuente de ingresos, de autoestima o de estabilidad emocional, además de reforzar su red de contactos.

Sin embargo, la mayoría de las desempleadas víctimas de la violencia de género no confía en encontrar trabajo en el mercado laboral de la COVID-19. En concreto, un 85% cree que tardará más de un año en encontrar una ocupación estable; un 54% prevé que la encontrará dentro de 1-2 años; un 25% cree que tardará más de 2 años y un 6% llega a pensar que no la encontrará nunca.

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: "las mujeres víctimas acostumbran a presentar una situación de baja autoestima, que hoy se ve agravada con la crisis económica, ante la falta de expectativas profesionales: de ahí su escasa confianza en el mercado laboral. Hoy es más urgente que nunca acompañarlas en el proceso de búsqueda de empleo para que recuperen la seguridad en sí mismas, se doten de competencias estratégicas y puedan salir adelante cuanto antes".

Salir del paro de larga duración: recomendaciones

La Fundación Adecco y las empresas colaboradoras de este informe plantean algunas líneas de actuación para empresas y Administraciones Públicas dirigidas a promover el acceso al mercado laboral de las desempleadas de larga duración.

Además, resulta imprescindible el compromiso individual que las propias desempleadas deben asumir para salir del paro de larga duración. Las principales recomendaciones se concretan en las siguientes:

Formación: certificados de profesionalidad. Las desempleadas de larga duración deben acreditar que el tiempo en desempleo no ha sido perdido, sino que ha generado cambios positivos en su persona, sirviéndoles para incrementar su formación en áreas que hoy están en auge: tecnología, redes sociales, idiomas, comunicación, etc. En este sentido, es importante apostar por el reciclaje profesional a través de la formación, siendo los certificados de profesionalidad una vía idónea: son titulaciones emitidas por el SEPE o la Comunidad Autónoma correspondientes, con validez en todo el territorio nacional y que acreditan a un trabajador para una cualificación profesional u oficio.

Conocimiento del mercado laboral. Estar al tanto de los sectores que están demandando más trabajadores puede ser de gran ayuda para encontrar una oportunidad profesional en el menor tiempo posible. Algunas áreas con alta demanda en estos momentos son la logística (requiere perfiles como preparadores de pedido, repartidores, transportistas…), el sector sociosanitario (se ha disparado la demanda de gerocultores) o el área de servicios, en posiciones como teleoperador u operario de limpieza.

Digitalización de la búsqueda de empleo. Internet se ha convertido en la ventana al mundo laboral. Por ello es fundamental dotarse de competencias tecnológicas y estar presente en los canales digitales a través de la creación de perfiles profesionales en redes como LinkedIn, la utilización de portales de empleo, la creación de una marca personal en buscadores o la capacitación para realizar videoentrevistas, entre otros.

Currículum funcional. Cuando se acumulan periodos muy extensos de inactividad o desempleo, en lugar de ordenar las experiencias profesionales por fecha, poniendo al descubierto que el último trabajo fue hace mucho tiempo, se recomienda agrupar los empleos por sectores, haciendo hincapié en la formación académica y motivaciones personales. Ejemplo:

EXPERENCIA LABORAL

SECTOR 1. Puesto ocupado. Nombre de la empresa. Tareas o logros realizados.

SECTOR 2. Puesto ocupado. Nombre de la empresa. Tareas o logros realizados.

Flexibilidad. El mercado laboral cambia a gran velocidad y por ello es importante ser flexible. Las desempleadas deben ser conscientes de que, quizás, se vean abocadas a trabajar en puestos que no se adaptan completamente a su perfil profesional. Asimismo, es importante estar abiertos a opciones como la movilidad geográfica, al empleo por cuenta propia y otras fórmulas que, quizás, no estaban en el planteamiento inicial.

Actitud y habilidades blandas en la búsqueda de empleo. Aunque cierto que las empresas suelen decantarse en primer lugar por los profesionales con experiencias laborales más recientes, no es menos verdad que las habilidades blandas cotizan al alza. Es por ello que la actitud positiva en la búsqueda de empleo permite aflorar valores que hoy son estratégicos para conectar con el mercado laboral: interés, creatividad, esfuerzo, dedicación, orientación a resultados…

Voluntariado. La ausencia de experiencias laborales recientes puede compensarse con el voluntariado, una práctica en auge, muy valorada por los seleccionadores. Si bien es cierto que en la era COVID-19 el contacto presencial se ha restringido al máximo, existen opciones de voluntariado telemático u online mediante el que las desempleadas pueden entrenar habilidades como la comunicación, la empatía o la asertividad, a la vez que cooperan con la comunidad en la que habitan y mejoran su perfil profesional.

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