¿Por qué externalizar tareas o subcontratarlas? En el contexto actual donde la crisis del COVID-19 ha trastocado por completo el panorama internacional desde la sanidad a la economía pasando por la política o la sociedad. Ahora en el desconfinamiento y en la desescalada hacia la nueva normalidad, los mercados buscan impulsar la economía fuertemente golpeada y recuperar los niveles previos a la crisis, además, de la confianza y seguridad. La crisis sanitaria del COVID-19 ha afectado de lleno a la actividad económica, las medidas de congelación han provocado en un breve espacio de tiempo una situación catastrófica: una brusca caída del empleo y un incremento del paro, en concreto en un mes en España, abril, el número de parados se incrementó en más de 300.000 y la Seguridad Social perdió más de 800.000 afiliados. Unos efectos perversos que casi provocan el colapso y hundimiento de las actividades económicas, una crisis que ha desacelerado la productividad y ha tambaleado sus cimientos.
En esta desescalada, el principal reto de las empresas pasa por enfrentar y volver a operar como antes; si bien, con las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de los trabajadores. Se hace imprescindible y así se ha contrastado, la necesidad de la incorporar la transformación digital en las empresas tras la COVID-19. Una de las vías con mayor éxito para afrontar esta situación y volver al ritmos anterior a la crisis son los servicios de subcontratación. La subcontratación representa una oportunidad para que las empresas adquieran y retengan talentos, así como equipos de desarrollo cuando la oferta de desarrolladores no es suficiente para satisfacer la demanda. Las empresas profesionales de subcontratación, por su experiencia, disponen de mecanismos flexibles y dinámicos y agiles para dar una respuesta eficaz tras la crisis, gestionar empleos emergentes, fortalecer plantillas, el uso de las nuevas tecnologías y de modelos de trabajo desde la distancia, así como conseguir un aumento de la productividad y rentabilidad.
El término Outsourcing, también denominado subcontratación, hace referencia a una estrategia empresarial, la cual consiste en que una empresa contrata a otra una serie de servicios profesionales especializados o funciones. En definitiva, nuevas fórmulas de deslocalización o externalización para incrementar su productividad, innovar y ser más competitivas. La empresa no se inmiscuye en cómo debe desempeñar la tarea, delega en la gerencia y la operación de uno de sus procesos o servicios a un prestador externo (outsoucer) con el fin de agilizarlo, optimizar su calidad y/o reducir sus costos. El prestador pasa a ser parte de la empresa, pero sin incorporarse formalmente. Transfiere, así pues, los riesgos a un tercero que pueda dar garantías de experiencia y seriedad en el área.
Entre los motivos de la subcontratación desde Hasten Group destacamos: concentración de los esfuerzos en las actividades centrales, reducción de costes, disminución de riesgos, experiencia y sobre todo la especialidad de las empresas subcontratada para aprovechar mejor las sinergias y oportunidades marcadas en sus objetivos estratégicos para ser más competitivos y eficaces.
En cuanto a las principales ventajas de la subcontratación encontramos: la eficiencia de sus soluciones tecnológicas; reducción de costes vinculados a la inversión en infraestructuras y tecnologías; focalización en la actividad principal del negocio; transformación de los costes fijos en variables; reducción del riesgo en sectores claves como los financieros o tecnológicos; incremento de la calidad laboral debido a los complejos procesos de selección y específicos en las materias demandadas por el cliente; mejoras en los procesos de innovación dado que el ahorro de costes permite derivar los excedentes a nuevos proyectos, innovación o tecnología; una mayor flexibilidad al adaptar los perfiles de manera continua según la tendencia y requerimiento de los mercados; y, por último, una mayor competitividad gracias a la contratación de los mejores talentos.
Las empresas necesitan impulsar de nuevo su actividad económica con nuevos modelos de negocios, rediseñar nuevas fórmulas de las partes implicadas en la cadena de valor para incrementar su productividad, innovación y competitividad. Necesitan incorporar perfiles técnicos con habilidades transversales y cualidades como liderazgo, empatía, creatividad, habilidad comunicativa tanto interna como de cara al cliente imprescindibles y que conecten con los objetivos técnicos para atraer y retener talento. Una tarea laboriosa y compleja para las empresas, que resulta eficaz y sencilla si se contratan los servicios Outsourcing tecnológicos. El proceso Outsourcing o externalización garantiza la oportunidad a las empresas de ser más productivas, eficientes y canalizar sus estrategias para ser más competitivas y exitosas.
Fausto Bastardes. CEO de Hasten Group
Hasten Group
Consultora española, que nace en 2015, fruto de la fusión por absorción de dos empresas tecnológicas que reunían más 10 años de experiencia en el campo del desarrollo de aplicaciones móviles y web, con el objetivo de consolidarse como proveedor de confianza de servicios tecnológicos para empresas. Actualmente, cuenta con más de 100 profesionales. Ha participado en más 60 proyectos desarrollando su actividad en diferentes sectores: finanzas, telecomunicaciones, utilities, administración pública, sanidad, energía, formación o turismo. Está homologada por las más importantes multinacionales tecnológicas y financieras y representa un nuevo concepto en la búsqueda de la "especialización integrada" apostando por la eficiencia en profesionalización y gestión.
