En 2021 4 de cada 10 empresas en España tienen previsto contratar personal, según Adecco

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En 2021 4 de cada 10 empresas en España tienen previsto contratar personal, según Adecco

En 2019, la oferta de empleo había experimentado un incremento de un 10,2% con respecto al ejercicio anterior, encadenando con ello siete ejercicios consecutivos de aumentos. Los efectos de la pandemia, sin embargo, se han dejado notar con gran virulencia en el mercado de trabajo. Durante 2020, la capacidad de las empresas españolas de generar ofertas laborales se redujo un 41,9% (llegando a una caída del 70% de media en los meses más duros del estado de alarma)

El portal de trabajo Infoempleo y el Grupo Adecco, líder mundial en gestión de Recursos Humanos, han presentado esta mañana la XXIV edición del Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España[1], una completa radiografía de la situación del empleo en nuestro país durante 2020. Para la realización de este informe se han analizado más de 242.000 ofertas de empleo publicadas a lo largo del pasado año y se ha realizado una encuesta a empresas y autónomos y a más de 10.800 personas con y sin empleo, entre el 12 de abril y el 13 de mayo de 2021.

Sin duda, el pasado año supuso un antes y un después para el mercado de trabajo en España (y en el mundo) con una paralización de la actividad en todos los sectores que no fueran esenciales; la imposición forzada del teletrabajo incluso para empresas en las que era su primera experiencia en esta modalidad; cambios en los protocolos de seguridad y prevención casi a cualquier nivel… 2021 en cambio está siendo la puerta de retorno hacia una normalidad que quizás no llegue a ser nunca más como era antes de la pandemia.

El fin del estado de alarma, la campaña de vacunación, la llegada de las primeras ayudas europeas de los fondos Next Generation EU y la reactivación lenta pero segura del turismo, hará que buena parte del futuro económico se decida entre julio y diciembre de este 2021.

Santiago Soler, secretario general del Grupo Adecco, opina que: “Todas las previsiones apuntan a que el final del 3º trimestre supondrá el comienzo de la normalidad y la recuperación sostenida, cuando ya tengamos al total de la población vacunada. De hecho, según este informe 4 de cada 10 empresas tienen ya previsto contratar personal en este año”.

“Ahora bien, tenemos que seguir con una ambiciosa agenda de reformas y potenciar las políticas activas de empleo, fomentar un mercado de trabajo flexible donde se combinen garantías sociales para colectivos vulnerables, con modelos de colaboración público-privada en materia de empleo y, sin duda ninguna, reforzar los sistemas de formación y recualificación de candidatos y personas trabajadoras”, concluye Soler.

En palabras de Teresa Tomás, CEO de Infoempleo: “El fin del estado de alarma, la campaña de vacunaciones, la reactivación del turismo y las primeras ayudas europeas que llegarán durante el mes de julio nos hacen pensar que todo seguirá avanzando en positivo en los próximos meses. Toca también, por tanto, ir recuperando el empleo, y con el esfuerzo de todos incentivar y acelerar su creación”.

El impacto de la pandemia en el mercado laboral: una caída histórica

Antes de la pandemia, la oferta de empleo en España se había incrementado un 10,2% (año 2019), un aumento que permitía encadenar siete ejercicios consecutivos de crecimiento. Sin embargo, durante los dos meses posteriores a la entrada en vigor del estado de alarma (15 de marzo), el volumen de oferta de empleo publicada por las empresas sufrió una reducción media de un 70%, al pasar de publicar más de 233.000 ofertas en 2019 a tan solo 69.000 en 2020 (durante el mismo periodo de estudio).

Una vez superados los meses de confinamiento (entre marzo y mayo de 2020), los más duros de la pandemia desde el punto de vista económico, las empresas fueron retomando poco a poco su actividad, de forma muy desigual según los sectores. A pesar de ello, durante 2020 la oferta de empleo generada en España se redujo un 41,9% respecto a los valores registrados en 2019[2].

La Comunidad de Madrid, Cataluña y el País Vasco siguen siendo las comunidades que generan un mayor porcentaje de empleos en nuestro país, a pesar de que las tres han visto reducida su oferta en 2020. Durante el último año han concentrado un 55,9% de la oferta nacional, más de cuatro puntos por debajo del 60,3% que representaban en 2019.

Las comunidades autónomas que se han visto más favorecidas por este cambio de tendencia han sido Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha que han sido las que más han incrementado su participación en el total nacional.

El sector que más ofertas de empleo ha generado en nuestro país ha sido el de comercio y distribución minorista (9,5%; +2 p.p.), que engloba a todas aquellas compañías que ofrecen productos y servicios a los consumidores finales para su uso personal (grandes almacenes, hipermercados y supermercados, entre otros).

En segundo y tercer lugar se sitúan el sector industrial, que aglutina un 8,2% de las ofertas, dos puntos y medio más que en 2019, y el sector sanitario, que ha crecido más de cinco puntos, colocándose en la tercera posición de la tabla con un 7,8%. Los sectores de enseñanza /formación (5,3%) y transporte de mercancías y logística (5,2%) también han experimentado importantes subidas.

La otra cara de la moneda está en el sector de la hostelería y turismo, que ha pasado de encabezar el ranking sectorial con un 12,4% de la oferta total, al 4,8% registrado en 2020. Este sector ha protagonizado la mayor caída (-7,6 p.p.).

En cuanto a la distribución funcional del empleo, la función productiva ha liderado el mercado de trabajo español durante el pasado año (20,7%), especialmente las actividades relacionadas con la compra, logística y distribución de bienes (17,7%) gracias al auge del comercio electrónico. La subida más importante está en el área de atención al cliente (+7,6 p.p.), un departamento que ha sido clave para las empresas durante estos meses.

Por perfiles, el puesto de trabajo más demandado ha sido el de comercial (31,7%) que aumenta más de trece puntos respecto a 2019. El segundo lugar lo ocupa, a mucha distancia, dependiente/a (13,3%) y el tercero, comercial de televenta/teleoperador de venta (10,3%).

Impacto sobre la actividad empresarial

El estado general de la economía (48,8%; +10 p.p.), las repercusiones económicas derivadas de la crisis sanitaria (38,8%; -20,7 p.p.). que intercambian posiciones, y la escasez de profesionales cualificados (34,7%; +7,4 puntos) son las dificultades a las que más temen las empresas en el actual contexto laboral. Si hace un año el mayor temor era no saber qué consecuencias tendría esta pandemia a nivel económico (pierde más de 20 puntos en un año), ahora las empresas ven más generalizado el mal estado de la economía y de nuevo, las dificultades para conseguir los perfiles cualificados que realmente necesita el mercado laboral.

Sobre el impacto que han tenido los meses de pandemia en la actividad empresarial, un 70% de las empresas asegura que su actividad económica se ha reducido en 2020, mientras que un 24,7% ha podido mantener su facturación estable y solo un 5,2% ha crecido. Este último grupo, que supone el menor porcentaje, está representado principalmente por empresas del sector de logística y transporte, sanidad y servicios sociales, TIC, alimentación y bebidas o agricultura.

Preguntados sobre si se han visto en la necesidad de hacer despidos en estos meses, de las empresas consultadas para este estudio, un 43% ha llevado a cabo despidos durante 2020 y un 8,8% ha solicitado ERTEs de extinción para parte de su plantilla. Más de la mitad de estos despidos (un 53,3%) ha afectado a entre un 1% y un 15% del total de empleados. El tipo de despido más frecuente ha sido el procedente (20,6%).

La principal razón esgrimida por las empresas para realizar despidos es, en un 42% de los casos, la situación económica que deben afrontar por culpa de la pandemia. En segundo lugar, se sitúan la reducción de costes, y la falta de profesionalidad y/o resultados por parte del trabajador, empatados con un 21,7%. La reestructuración empresarial es el motivo para un 17,4% de las compañías, a los que le siguen las dificultades financieras con un 14,1%. La falta de adaptación al cambio del trabajador es la causa de despido en un 5,4% de los casos y el absentismo laboral en un 1,1%.

En general, los profesionales españoles dan un notable a las empresas en su respuesta a la crisis sanitaria. En el caso concreto de los trabajadores con empleo, la puntuación con la que valoran la gestión de la crisis que ha hecho su actual empleador alcanza el 8 sobre 10, casi 3 puntos por encima de la que ofrecían en los meses de confinamiento (marzo-mayo).

Además, 8 de cada 10 trabajadores acogidos a un ERTE dicen que su empresa ha respetado de forma rigurosa las condiciones laborales pactadas en él. En cambio, un 13,4% dice que trabaja más horas de las que debería y un 5,9% incluso que trabaja de manera habitual sin que se le haya reincorporado.

Previsiones para el mercado laboral español a corto y medio plazo

Ni las empresas ni los profesionales se muestran muy optimistas con la evolución de la economía española y el empleo en los próximos meses. Creen que la recuperación no llegará en 2021. Un 37,6% de las compañías de hecho opina que se acabará el año peor que se empezó (un 36,5% cree que mejor y el otro 25,9% piensa que igual). Mientras que un 43,3% de los profesionales con trabajo, y un 44,4% de los desempleados no espera una evolución positiva del empleo este año.

Esta actitud pesimista de empresas y profesionales contrasta con las buenas previsiones lanzadas tanto desde el Gobierno como desde el banco de España y la Comisión Europea, que indican que durante el segundo semestre de 2021 se iniciará la recuperación de la economía española, hasta alcanzar los niveles prepandemia en 2022. Si bien algunos organismos, como la OCDE, retrasan el final de la recuperación hasta el segundo trimestre de 2023.

Las empresas se muestran cautas a la hora de hacer previsiones para los próximos meses. Temen principalmente que no se reactive el consumo (47%), y que haya nuevos rebrotes que motiven nuevos periodos de confinamiento (41,7%). También tienen miedo a que el incremento de los costes (31,7%), y los cambios de hábitos y/o gustos en el cliente (29,4%), les impida recuperarse.

Incluso con esta situación, ya hay un 39,4% de organizaciones que se plantea realizar nuevas contrataciones durante 2021. Aun así, un 25,8% declara que continuará realizando despidos, un 23,5% hará recortes salariales, y un 11,1% solicitará entrar en ERTE o ampliarlo.

Entre los autónomos, el estancamiento es todavía más palpable. Hasta un 93,2% no piensa contratar a nadie durante el presente año, bien porque no lo necesitan, porque su actividad está en recesión o por un exceso de costes. Solo un 3,4% planea reclutar más personal.

La desconfianza también está presente entre los trabajadores. Un 47% cree posible quedarse sin empleo durante 2021 por los efectos del coronavirus. Y hasta un 50% de los profesionales que busca empleo piensa que tiene pocas posibilidades o ninguna de encontrarlo: bien por razones de edad (el 29,7%), por el estado general de la economía (23,2%), por la crisis sanitaria (12,7%) o por la paralización de los procesos de selección (9,2%), entre otras razones.

Flexibilidad en la empresa: ¿mito o realidad?

Si algo ha puesto sobre la mesa esta pandemia es que las organizaciones se siguen gestionando como se hacía en la era industrial, y esos patrones rígidos de trabajo ya no son válidos en la era del llamado trabajo “inteligente”. Poder trabajar en remoto ha descubierto un mundo nuevo para muchos empleados, que ahora reclaman nuevas fórmulas más flexibles que les permitan conciliar. Pero estos cambios implicarían darles una mayor autonomía sobre sus horarios, algo hasta el momento a lo que se niegan muchas empresas.

Sin embargo, algo está cambiando. De las compañías consultadas, un 55% considera que ofrecer horarios flexibles puede ser una de las medidas más eficaces tanto para salir de la crisis como para mejorar su competitividad. Asimismo, un 46,4% cree que ofrecer la posibilidad de teletrabajar también es una buena medida, así como la modificación en las condiciones de trabajo (29,4%) y la retribución variable (24,7%).

La pandemia también ha vuelto a despertar el interés por implementar la semana laboral de cuatro días. Incluso desde el Gobierno se propuso hace unos meses un proyecto piloto de tres años diseñado para ayudar a las empresas a hacer esta transición. Pero un 61,7% de las empresas no ve viable esta opción. Tampoco la cree posible un 58,6% de los autónomos. El motivo es principalmente la falta de beneficio para mantener los salarios con mejor jornada (32,4%), aunque son varias las razones que esgrimen:

Esta opinión choca frontalmente con las aspiraciones de los empleados y desempleados que en un 56,3% y un 43,9%, respectivamente, sí ven posible la implantación de la jornada de cuatro días con mantenimiento de salarios.

[1] Ver al final de la nota el apartado: Fuentes de información

[2] Ver gráfico en siguiente página

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