Freeda celebró la pasada semana una mesa redonda con cuatro mujeres para poner en valor la importancia de tejer redes de apoyo mutuo.
Como el día de tu cumpleaños: Ese día que esperas durante todo el año porque sabes que será perfecto, que pasa muy rápido, pero que también provoca una sensación extraña de melancolía cuando sabes que termina. Así define Freeda el 8M. Y todo día perfecto, (como el del cumpleaños) lleva de la mano una resaca emocional, que, tratándose del Día de la Mujer, correspondió al 9M.
Un 9M en el que tuvo lugar el evento 'Por mí y por todas mis compañeras', una mesa redonda para hablar de la importancia de los apoyos entre mujeres. Las redes que se tejen para sostenernos, para avanzar y para, básicamente, poder vivir. Esas mujeres fueron Andrea Abaigar, autora de 'Tonteando con la maternidad y sin drogas' e integrante de Hasta la Teta; Lucía- Asué Mbomío, periodista y divulgadora, quien abordó el papel de las mujeres en las comunidades afrodescendientes y la necesidad de visibilizar la diversidad de experiencias que hay dentro de ellas; Noa Sánchez, cantante y modelo, que contó su experiencia sobre cómo emplear las redes sociales para hablar de gordofobia; y Rafaela Pimentel, de Territorio Doméstico, trabajadora del hogar y activista.
Las cuatro coinciden en algo: en la importancia de esa red de apoyo que en muchas ocasiones les puede haber salvado la vida.
"Las redes entre mujeres para nosotras han sido muy importantes, y más para las que hemos tenido que emigrar en busca de una vida mejor. Una mujer sola en el empleo de hogar es una de las cosas más difíciles porque desafiamos las fronteras, viniendo a países donde no conoces a nadie. Te juntas con otras para poner un pequeño comercio, una tienda de ropa… Nos ha costado mucho que este trabajo tenga unos derechos y lo hemos conseguido hace poco. Por eso las redes son muy importantes, es lo que nos sostiene", dice Rafaela Pimentel, de Territorio Doméstico.
Si algo han atravesado a lo largo de su experiencia estas cuatro mujeres es, de alguna manera, la soledad. Ser madre implica a día de hoy soportar opiniones sin solicitarlas, reproches de parte de aquellos que sienten que has cambiado o hacen preguntas que no merecen respuesta, lo que puede hacer que se sientan incomprendidas, solas y afectar a su salud mental.
"La salud mental maternal tiene que ser una prioridad, porque si la madre no está bien nada funciona. La persona que eras antes de entrar al hospital y la que eres al salir cambia radicalmente. La maternidad está muy idealizada: si estás fastidiada, no puedes decirlo.. Las redes de mujeres nos han venido muy bien para despotricar. No es cosa de hormonas… Somos más de la mitad de la población mundial las que despotricamos después de tener hijos. Porque la soledad es brutal", afirma Andrea Abaigar durante la mesa redonda con Freeda España.
En su caso, Noa Sánchez no supo detectar esa depresión posparto con la misma facilidad que otras mujeres. Todos los síntomas y momentos por los que atravesó creyó que eran normales, porque nadie tuvo en cuenta cómo estaba ella.
"Cuando mi hijo tenía 4 años yo me enteré de que tenía depresión posparto. Cuando tienes un hijo todo el mundo sabe más que tú, son los 'opinólogos' a los que no les has pedido nada. Yo creía que era normal sentirme mal hasta que, hablando por redes sociales, aparecieron un montón de mujeres que me dijeron que todo lo que me pasaba como madre, artista, gorda… les pasaba también." opina Noa Sánchez.
Esas comunidades han ayudado a estas cuatro mujeres a sobrevivir en muchos momentos. Pero, como en todo, no siempre se puede estar de acuerdo con todo lo que estas redes opinan y dicen. Porque cada mujer tiene una realidad diferente que quiere visibilizar. La clave precisamente se encuentra en escucharlas.
"Es posible no estar de acuerdo entre nosotras y está bien. Escucharnos es necesario, porque esas diferencias construyen discursos desde el eslabón más débil. Yo fui la única niña negra del cole. A mí me decían 'negra de mierda' y preguntaban que si manchaba. A mis amigas del alma blancas les he tenido que explicar que lo que me pasaba era por negra. Cuando salgo a la calle me ponen un montón de estereotipos que ellas no entienden. Por eso no pasa nada por no estar todas siempre de acuerdo, yo las quiero igualmente", concluye Lucía Asué-Mbomio.
"Este evento representa a la perfección el espíritu Freeda. El apoyo entre mujeres es lo que nos ha permitido sostenernos y salir adelante a lo largo de la historia, lo que nos ha hecho ser lo que somos lo que nos ha ayudado a mantenernos a flote cada día. Contra el estereotipo que dice que las mujeres no nos llevamos bien o tendemos a la rivalidad entre nosotras, queremos poner en valor todos esos momentos en los que el apoyo mutuo nos ha salvado la vida, ya sea en forma de grupo de en redes sociales, proyecto colectivo o con algo tan sencillo como recurrir a nuestras propias amigas, madres, hermanas o abuelas", afirma Clara Amechazurra, directora de contenidos de Freeda España.
