Para mantenerlos en buen estado se deben almacenar los cartuchos en un lugar fresco y lejos de fuentes directas de luz
Además, se recomienda Imprimir un par de páginas a la semana para evitar que la tinta llegue a secarse
En esta época del año, y especialmente con la llegada de las olas de calor, es importante seguir una serie de recomendaciones para proteger los cartuchos de tinta, especialmente si la impresora va a estar un tiempo sin ser utilizada.
123tinta, el eCommerce de consumibles para impresoras con la mejor relación calidad-precio del mercado, ofrece unas recomendaciones para conservar los cartuchos en óptimas condiciones, maximizar su vida útil de los consumibles y evitar así su deterioro.
Mantener la limpieza de la impresora
Lo primero, hay que señalar que periódicamente ha de realizarse el mantenimiento y limpieza de la impresora, sobre todo si va a estar un tiempo sin ser utilizada. Además, hay que efectuar periódicamente una limpieza y revisión de los cabezales.
¿Cartuchos nuevos?
Si todavía no están instalados en la impresora, se recomienda seguir estos pasos:
Mantener el consumible de tinta dentro de su embalaje, sin abrir ni desprecintar hasta el momento en el que se vayan a usar.
Colocarlos en un espacio donde estén protegidos de la luz directa, independientemente de que sea solar o artificial.
Buscar un lugar para guardarlos donde la temperatura ronde los 20 grados y no haya demasiada humedad en el ambiente -lo aconsejable es que el rango se sitúe entre el 20% y el 80%-.
Si están instalados…
Hay que tener en cuenta que la tinta líquida, al secarse con temperaturas muy elevadas, se queda en la zona del cabezal y hace que la impresión se dificulte. Por ello, hay que seguir algunos consejos:
Imprimir un par de páginas a la semana; es decir, no dejar de imprimir por completo para evitar que la tinta llegue a secarse.
Si se tiene la certeza de que va a ser imposible llevar a cabo estas impresiones esporádicas, la mejor opción es quitar el cartucho instalado de la impresora y guardarlo correctamente:
Colocarlos en un recipiente hermético, preferiblemente de plástico, e introducir una esponja o paño húmedo en el recipiente. Esto hará que el ambiente conserve la humedad necesaria para mantener la tinta en estado óptimo.
Conservar la tapa de protección original y colocarla una vez se quite el consumible de la impresora en caso de que el cartucho de tinta lleve incorporado el cabezal de impresión. Si no se dispone de esta cubierta o el cartucho no la incluye de fábrica, basta con pasar un paño húmedo por los inyectores antes de volver a instalarlo.
Almacenar los cartuchos en un lugar fresco y lejos de fuentes directas de luz.
