El pasado 28 de Junio, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, abrió plazo de consulta pública al borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030). Esta consulta pública ha sido duramente criticada por entidades y ciudadanos por el procedimiento de participación y el plazo establecido para la realización de aportaciones.
La Fundación Savia ha presentado sus propuestas “siguiendo el trámite y el plazo establecido” según indican en una misiva dirigida a la Vicepresidenta Tercera y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Pese a estar convencidos de que la participación ciudadana es necesaria e imprescindible y, además, “claramente beneficiosa para lograr los objetivos y el progreso, justicia social y ambiental, sostenibilidad e integración que todos deseamos”, consideran, al igual que otras muchas entidades, que el sistema usado para las aportaciones no toma en consideración ni permite una amplia y rica participación por el mecanismo excesivamente técnico, laborioso y engorroso, y los plazos establecidos en los meses estivales, cuando hay menor actividad y muchas personas se encuentran de vacaciones.
La entidad presidida por Francisco Casero, enuncia que el Excel a través del cual deben realizarse las aportaciones realiza “afirmaciones que reflejan un alto desconocimiento del medio rural y su realidad”. Con la instalación de megaplantas en las zonas rurales, en muchas ocasiones, hacen perder territorio útil, medio de vida de muchas personas, lo que trae consecuencias como desempleo y despoblación y va en contra del objetivo de soberanía alimentaria.
Por otra parte, hacen especial mención a la participación de las administraciones locales y los gestores de loos espacios naturales protegidos, pues “soportan la instalación de las plantas, conceden licencias, están más cerca de los ciudadanos y soportan las quejas y tienen que dar explicaciones”, además de verse amenazados e impactados directamente por estas instalaciones.
Para finalizar, Savia pide se tengan en consideración estas apreciaciones de carácter positivo y constructivo. Están convencidos de la participación de todos en los procesos de consulta pública.
Nuestra entidad, seriamente comprometida con el modelo de gestión del territorio y la defensa del medio rural, hemos presentado nuestras propuestas, siguiendo el trámite y plazo establecido, al borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023 2030). Documento que le adjuntamos.
Estamos convencidos que la participación ciudadana no es solo necesaria e imprescindible, sino que es claramente beneficiosa para lograr los objetivos de progreso, justicia social y ambiental, sostenibilidad e integración que todos deseamos.
Aun así, queremos, con todo el respeto, trasladarle también nuestra impresión del mecanismo de participación seguido en el caso de la consulta pública abierta para la actualización del PNIEC 2023-2030. Consideramos que el sistema establecido, en este caso, dista mucho de la consideración y respeto que permite una amplia y rica participación. En primera instancia, por las fechas, anunciando y cerrando el proceso en plenos meses de verano (julio y agosto) cuando la actividad es menor y hay mucha gente de viaje y vacaciones.
También el procedimiento se hace laborioso, engorroso y excesivamente técnico. Haciendo que las sugerencias tengan que presentarse en un Excel con pestañas muy sistemáticas y precisas, dificulta el acceso a todas aquellas personas que no tengan una especialidad y una formación muy alta y específica en la materia.
Igualmente, nos parece que las afirmaciones realizadas en muchos casos en el formulario reflejan un alto desconocimiento del medio rural y su realidad, pues con la instalación de megaplantas de energías renovables el medio rural pierde territorio útil y, por tanto, medio de vida, lo que provoca desempleo y despoblación a la vez que pisoteamos la agricultura, la ganadería extensiva, la silvicultura, medios de vida tradicionales de nuestros pueblos. Además, es contraproducente a lograr el objetivo básico de la soberanía alimentaria.
Queremos recordar también la necesidad que todos tenemos de contar en este proceso con las administraciones locales, las que, al fin y al cabo, soportan la instalación de las plantas de energía renovable, tienen que conceder licencias y son las que, también, están más cerca de los ciudadanos y, por tanto, las que soportan las quejas y tienen que dar explicaciones. Al igual que con los gestores de espacios naturales protegidos, ya que muchos de ellos se ven amenazados e impactados por estas instalaciones. Debe tenerse una especial consideración con ellos y lograr que en el proceso participativo puedan expresar, en tiempo y forma, sus opiniones y sugerencias a esta importante actualización del PNIEC.
Considere estas apreciaciones desde el carácter positivo y constructivo que caracteriza a la Fundación Savia. Nos consideramos miembros de la sociedad civil y, por ello, convencidos de la implicación de la ciudadanía en procesos marco tan importantes como este. Debemos prestarle nuestra máxima atención a la participación de la sociedad civil, por el bien de todos y de las generaciones futuras.
