José Luis Ortiz Güell es un hombre que no necesita hacer ruido para ser escuchado. Su nombre, reconocido por una destacada trayectoria en el periodismo y la literatura, se ha ganado un lugar de honor no solo por su talento, sino también por la humildad que lo define. En 2023, recibió el Premio César Vallejo a la Excelencia Periodística y, en 2024, el Premio César Vallejo a la Excelencia Literaria.
Pero más allá de estos reconocimientos, su vida y obra son un testimonio del esfuerzo, la constancia y la pasión por narrar las historias de la humanidad en sus múltiples formas.
En el mundo del periodismo, José Luis Ortiz Güell se ha destacado por su capacidad para comunicar con profundidad, claridad y respeto. Ha tocado temas complejos, de esos que no todos se atreven a abordar, y ha tenido la valentía de contar lo que muchos no se atreven a escuchar.
Su dedicación al periodismo serio, honesto y reflexivo le valió en 2023 el Premio César Vallejo a la Excelencia Periodística, un reconocimiento que subraya no solo su destreza, sino también su compromiso con la verdad.
El periodista, como el escritor, tiene la responsabilidad de llevar luz donde hay oscuridad, y lo ha hecho con un enfoque que toca las fibras más sensibles de la sociedad
Bajo el pseudónimo de Paolo Da Santos, publicó una novela que profundizan en la psicología de sus personajes, explorando los recovecos del alma humana. "Soledad: querida dictadura" una historia de amor y evolución personal que se desarrolla en el período de la dictadura de Franco y que evidencia que los sentimientos y las emociones más vibrantes no se pueden esconder en una sociedad que se refugia en la sombra de la hipocresía.
En "Puente en la niebla", su segunda novela, publicada bajo su nombre, el protagonista se embarca en un viaje de evolución personal, una travesía de autoconocimiento que lo lleva a cuestionarse su propósito en la vida. La niebla, como metáfora, es el símbolo de la incertidumbre que todos enfrentamos, pero el puente es la esperanza de que, a través del esfuerzo y la reflexión, se puede llegar a la claridad. Esta novela es un testimonio del crecimiento, de la lucha interna que todos vivimos, y de cómo, muchas veces, la transformación personal es el resultado de la aceptación de nuestras propias sombras.
En el ámbito teatral, ha demostrado que la escena es su otra casa. Como dramaturgo, su obra "El sonido del silencio", estrenada en 1995, fue un éxito modesto, pero que no paso de forma irrelevante impacto localmente en varias localidades de Aragón, su territorio natal y donde vive y que pone sobre el escenario los dilemas de la incomunicación, la soledad y el vacío emocional de los seres humanos en una sociedad que, a pesar de estar más conectada que nunca, se siente cada vez más aislada.
Actualmente, está esperando el estreno de su comedia "Cena en Do", una obra de puertas que promete desatar las risas mientras invita al espectador a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas.
En el teatro, como en la vida, las puertas abiertas o cerradas revelan mucho más de lo que parece a simple vista, y sabe cómo jugar con esa dualidad, logrando que el público se ría y, a la vez, piense profundamente.
Como guionista, Ortiz Güell ha explorado una amplia gama de géneros. En 2023, el corto "Rosa ensangrentada" vio la luz, una pieza dramática que indaga en las complejidades emocionales de los personajes y en cómo el dolor, a veces, se convierte en la única forma de conexión auténtica entre los seres humanos y que toca el crudo tema de la violencia de género.
Además, su corto "El amor da vida", una obra de terror psicológico y magia demuestra su capacidad para adentrarse en el mundo del suspense y lo sobrenatural, desafiando las fronteras entre la realidad y la ficción.
Pero la versatilidad de José Luis Ortiz Güell no termina ahí.
Desde los 16 años, ha estado vinculado al mundo del teatro no solo como dramaturgo, sino también como actor. Su vocación actoral lo ha llevado a participar en diversas obras y a desempeñar papeles tanto en el cine como en series de televisión. En su carrera, ha trabajado como figurante y actor secundario en diferentes series y películas, siempre con la misma dedicación y profesionalismo, sin buscar protagonismo, sino siempre al servicio de la obra y del arte.
Uno de los momentos más significativos de su carrera como actor principal fue su participación en el corto "Referéndum", una obra de corte político en la que se mostró la agudeza de su mirada crítica sobre el contexto social y político que atravesaba el país.
Este año en el que nos encontramos promete ser un punto de inflexión pues está pendiente de la publicación de dos nuevas novelas, una sobre la violencia de género, con un tratamiento esperanzador, pero no por ello menos reivindicativo y otra que trata el mundo de las emociones y el espacio del amor en un contexto de un apasionate thriller de espionaje y acción.
Además, a lo largo de su vida, ha trabajado con personas vulnerables, particularmente en el ámbito social, ayudando a aquellos que más lo necesitan. Su trabajo con personas en situación de vulnerabilidad demuestra un compromiso con la sociedad que va más allá de lo artístico. A través de su labor social, Ortiz Güell ha vivido de cerca las realidades más duras, lo que le ha otorgado una perspectiva única y enriquecedora, tanto en su vida como en su obra.
Lo que realmente distingue a José Luis Ortiz Güell es su humildad. A pesar de los logros, los premios y el reconocimiento, él sigue siendo una persona accesible, que no busca resaltar ni colocar su nombre por encima de los demás. Su obra es un reflejo de la autenticidad que él mismo respira. No se dedica al arte ni al periodismo para obtener fama o gloria, sino para aportar algo valioso a la sociedad, para contribuir con su voz a un mundo que necesita ser escuchado y comprendido.
En un mundo lleno de ego y competitividad, José Luis Ortiz Güell es una excepción.
Su trabajo es un regalo para la cultura, un testimonio de que la verdadera grandeza no está en el reconocimiento público, sino en la capacidad de transformar y emocionar a quienes se encuentran con sus palabras, con sus guiones, con sus obras.
José Luis Ortiz Güell, con su humildad y su compromiso, ha demostrado que el arte, en cualquiera de sus formas, tiene el poder de cambiar el mundo. Sin prisas, sin pretensiones, ha logrado lo más importante: tocar el alma de quienes se cruzan con su trabajo y en su camino.
