
En opinión de Podemos-Cieza, el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, mantiene toda su vigencia como símbolo de una lucha por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres que está muy lejos aún de dar por conseguidos sus objetivos.
En Cieza, "los datos publicados por el propio Ayuntamiento demuestran que las brechas de género y la desigualdad continúan sin reducirse año tras año", según afirma María Jesús Fernández Ortiz, portavoz de Podemos en la localidad.
En primer lugar, hay que denunciar la escasez de estructuras institucionales para abordar desde el poder público esta grave situación, estructuras que se limitan en Cieza "a un piso de acogida para mujeres víctimas de violencia de género, a un centro de atención a estas mismas mujeres (CAVI), financiado con una subvención de la Comunidad Autónoma, ya la existencia del Consejo de la Mujer, que en la práctica solo funciona para la organización de las efemérides del 25N y del 8M".
En contraste con esta escasez, los datos nos muestran serias desigualdades en cuanto al acceso al trabajo, al tipo de trabajo que llevan a cabo las mujeres, al salario, a la conciliación y a otras cuestiones. Así, en Cieza, "la tasa de desempleo y la precariedad tienen rostro de mujer: más del 60 % de las personas desempleadas en la localidad son mujeres, cifra que apenas experimenta variación en los últimos años, al tiempo que la mayor parte de los contratos indefinidos que se suscriben son en beneficio de trabajadores varones". Otro dato demoledor es, para esta portavoz, que "entre los 35 y los 49 años, etapa de la maternidad y de los cuidados a mayores, la cifra de mujeres desempleadas en Cieza duplica a la de los hombres, lo que demuestra que las políticas de conciliación no pasan nunca, para muchas mujeres, de los papeles a la realidad".
A esta brecha de la precariedad se suma, para las mujeres con empleo, "otra gran brecha, la del salario, que se sitúa en casi 6.000 € por debajo, por término medio, del que percibe un hombre, lo que hay que relacionar, sin duda, con la importante proporción de mujeres que desempeñan trabajos no cualificados y mal remunerados, como el trabajo en almacenes agrícolas o como empleadas de hogar".
Por si no bastaran los datos apuntados para probar la gran desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, "pueden aportarse otros, también publicados por el Ayuntamiento, que apuntan a la escasa evolución en las estructuras sociales y culturales que sostienen la discriminación de género". Así, podemos comprobar que ", la formación profesional en Cieza sigue siendo cosa de hombres, con poco más de un 40% de alumnas en los ciclos de grado medio y un pírrico 25% en los de grado superior". También es llamativo el hecho de la distribución asimétrica por géneros en las actividades deportivas, "detectándose, primero, una mayor participación global de los hombres, y después la existencia de deportes claramente masculinizados, como el fútbol, o feminizados, como el balonmano, lo que resulta de la persistencia social de los roles de género".
En cuanto al uso del tiempo, "los datos publicados señalan que las mujeres dedican el doble de tiempo más al hogar y la familia, una hora menos al trabajo remunerado y casi una hora menos al tiempo libre", es decir, "sacrifican su participación social y laboral por el cuidado del hogar y la familia, todo ello debido a la falta de corresponsabilidad, que es una de las causas principales de que las mujeres, a pesar de estar con frecuencia más preparadas, tienen más dificultades para entrar y mantenerse en el mercado laboral".