Según la OMS, el 31% de los adultos no cumplen con las recomendaciones de ejercicio físico diario, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y reduce la esperanza de vida
La actividad física en la vida diaria es crucial para una salud óptima y un envejecimiento saludable a lo largo de los años
Desde 2010, el nivel de inactividad ha aumentado en cinco puntos porcentuales, por lo que, en 2030 el 35% de la población adulta no alcanzará los niveles recomendados
El próximo 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha clave que destaca el papel fundamental de la actividad física en la mejora del bienestar físico y mental. En un mundo cada vez más sedentario, donde las enfermedades crónicas y el estrés son problemas globales crecientes, promover la actividad física se vuelve esencial para mejorar la calidad de vida y prevenir múltiples trastornos.
Un reciente estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences subraya que las personas que realizan actividad física regularmente tienen una mayor esperanza de vida y una menor prevalencia de enfermedades como la obesidad y la diabetes. La investigación también refuerza la idea de que incorporar la actividad física en la vida diaria es crucial para una salud óptima y un envejecimiento saludable.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 31% de los adultos, lo que equivale a casi 1.800 millones de personas, no cumplen con las recomendaciones de realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
Desde 2010, el nivel de inactividad ha aumentado en cinco puntos porcentuales y, si la tendencia continúa, en 2030 el 35% de la población adulta no alcanzará los niveles recomendados. Esta falta de ejercicio contribuye al aumento de enfermedades crónicas y a la disminución de la esperanza de vida, lo que subraya la necesidad urgente de fomentar un estilo de vida activo a nivel global.
Beneficios del entrenamiento físico en la calidad de vida
El ejercicio regular no solo contribuye a la mejora de la condición física, sino que también favorece la liberación de endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad", lo que ayuda a reducir los niveles de cortisol, la principal hormona relacionada con el estrés. Esta combinación de efectos fisiológicos y psicológicos mejora el bienestar general, promoviendo una sensación de mayor energía, motivación y estabilidad emocional.
Según El Programa de Salud Efectiva, aunque el sedentarismo pueda ofrecer una sensación temporal de comodidad y descanso, estos beneficios son mínimos en comparación con los riesgos a largo plazo para la salud. En cambio, el entrenamiento funcional y de alta intensidad, como el fitboxing, no solo mejora la resistencia, la coordinación y la energía, sino que también ofrece beneficios emocionales y psicológicos, ayudando a reducir la ansiedad y la depresión, y promoviendo así una mejor calidad de vida.
Un entrenamiento estructurado y motivador
Brooklyn Fitboxing, una de las principales cadenas especializadas en esta disciplina, ha popularizado esta modalidad con entrenamientos diseñados para maximizar los beneficios físicos. La combinación de intensidad, motivación y un entorno de apoyo permite a los participantes encontrar en el deporte una vía efectiva para reducir el estrés y mejorar su energía diaria.
En palabras de Jesús Blanco, Master Trainer de Brooklyn Fitboxing, "el fitboxing no solo mejora la condición física, sino que también es una herramienta eficaz para liberar el estrés y aumentar la energía. A través del entrenamiento, las personas pueden canalizar su tensión de manera positiva y fortalecer su bienestar general".
