Las consecuencias económicas de la pandemia, sumadas al acceso inmediato a créditos, colocaron a este padre en una situación de insolvencia que la Ley de Segunda Oportunidad ha logrado cancelar
El acceso fácil y rápido a préstamos online ha supuesto una solución inmediata para muchas personas, pero también un riesgo si no se gestiona con responsabilidad. Un ejemplo claro es el de un padre que, en medio de la crisis económica, recurrió a este tipo de financiación y acabó acumulando una deuda que superaba los 96.000 euros.
La familia, que en aquel entonces estaba formada por su exesposa e hijos, dependía exclusivamente de su salario como vigilante de seguridad. Ante la escasez de ingresos y la crisis en la que miles de familias se encontraban durante el confinamiento y la pandemia, la oferta constante de préstamos sin condiciones se convirtió en su única salida.
En su intento por estabilizar la economía familiar, contrató varios productos financieros sin comprender del todo sus implicaciones. Cuando sus ingresos bajaron, se vio obligado a seguir pidiendo prestado. Los intereses crecieron rápidamente, hasta convertir la deuda en una carga insostenible.
Con cada mes que pasaba, la deuda se hacía más pesada, hasta llegar a casi 100.000 euros. Desesperado, encontró a Sin Deuda Group en redes sociales y decidió dar el paso. “Les conocí por redes sociales y sentí confianza desde el primer momento”, afirma.
Gracias al proceso, el cliente ha podido conservar su vehículo y seguir trabajando, lo que ha sido clave para recuperar su tranquilidad. Desde Sin Deuda Group lo resumen así: “No solo buscamos cancelar deudas, sino devolver la estabilidad a las personas”.
Con la experiencia vivida, invita a otras personas en su situación a no dejarse llevar por el miedo y a buscar apoyo en profesionales como Sin Deuda Group.
