La Fundación Jérôme Lejeune y la Fundación Götze firmaron el pasado mes de mayo en Madrid un convenio marco de colaboración para hacer llegar el cuidado médico integral del Instituto Médico Jérôme Lejeune de manera accesible para todos los beneficiarios de la Fundación Götze, además de poder ofrecer formación a las familias y personas con discapacidad intelectual sobre aspectos socio-sanitarios que mejoren su calidad de vida. La firma del convenio contribuirá, sin duda, a impulsar nuevos proyectos de investigación en el ámbito de la discapacidad intelectual genética.
Este acuerdo refuerza la cooperación entre ambas entidades, sumando capacidades para apoyar la mejor atención médica para las personas con discapacidad intelectual, acorde a sus necesidades y circunstancias personales.
En representación de la Fundación Jérôme Lejeune, firmó el convenio su Director General, Pablo Siegrist Ridruejo. Por parte de la Fundación Götze, rubricó el acuerdo su Presidente, D. Javier Álvarez de Espejo, y su Directora, Dña. Clara Moreno.
Durante el acto, Pablo Siegrist señaló que “este convenio es un paso más en nuestra misión de tender puentes entre ciencia y cuidado humano. Estamos orgullosos de unir fuerzas con la Fundación Götze para seguir avanzando en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias”.
Desde la Fundación Götze, su directora, Clara Moreno destacó la importancia de compartir esfuerzos con entidades que ponen a la persona en el centro de la investigación y la atención, y celebró la oportunidad de colaborar estrechamente para lograr nuevos avances en el cuidado de sus beneficiarios, especialmente de aquellos con menor acceso a oportunidades de este tipo.
El convenio establece también la creación de una comisión de seguimiento para coordinar las actividades conjuntas y garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos, respetando la confidencialidad, la protección de datos y el uso consensuado de la imagen institucional de ambas partes.
Este acuerdo tendrá una vigencia inicial de un año, renovable automáticamente, y abre la puerta a futuras iniciativas conjuntas que refuercen la investigación biomédica, la atención clínica especializada y la defensa del valor único e irrepetible de cada vida humana.
