En un solo día la asociación ANSE ha retirado y clasificado 2.000 residuos y un total de 78 kg, durante dos limpiezas llevadas a cabo con la ayuda de voluntarios.
Las actividades forman parte del Proyecto LIBERA, una alianza de más de una veintena de entidades en todo el territorio nacional para luchar contra la basuraleza.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente y del Día Mundial de los Océanos, el pasado sábado 7 de junio se llevó a cabo en todo el país la campaña "1m² contra la basuraleza" promovida por el Proyecto LIBERA, en el que diferentes organizaciones participan anualmente por todo el territorio limpiando residuos abandonados en entornos naturales para concienciar sobre esta problemática.
Se trata de uno de los principales problemas ambientales, que todavía sigue siendo una asignatura pendiente para la ciudadanía. Así, sigue siendo habitual encontrar fácilmente restos de envases domésticos en espacios naturales urbanos, periurbanos y también en zonas más remotas. Desde que ANSE comenzara a colaborar en 2017 con el Proyecto LIBERA, la asociación continúa encontrando miles de residuos abandonados en entornos naturales de toda la región.
El pasado sábado, la asociación visitó dos localidades en Cartagena: la playa de Fatares y el entorno del corredor verde de Bosque Romano. Se trata de dos ejemplos muy diferentes: una playa natural sólo accesible por mar y una zona verde urbana en el barrio residencial de La Vaguada. A pesar de tratarse de dos entornos muy distintos, en ambos casos fueron retirados abundantes residuos que son arrojados fuera de los contenedores y acaban acumulándose durante años. Especialmente problemáticos son los plásticos, los más abundantes en el medio natural gracias a su gran resistencia y facilidad de uso. Por ejemplo, una simple botella de plástico puede tardar más de 500 años en descomponerse.
Toda esta basuraleza plástica acaba llegando mucho más allá de lo que vemos. La asociación ha podido comprobarlo de manera directa realizando muestreos de agua marina a lo largo de toda la costa de la región. En las casi 60 muestras recogidas hasta la fecha, se ha podido constatar la presencia constante de microplásticos en todas ellas. Estas partículas, de un tamaño menor a 5 milímetros, provienen de los residuos abandonados en el entorno, los cuales se deterioran con el sol y acaban fragmentándose. De este modo, los residuos grandes acaban afectando a las especies marinas por ingestión o enmallamiento mientras que los microplásticos pueden acabar incorporándose a la cadena trófica y causar problemas de salud.
Desde ANSE se considera fundamental tomar medidas urgentes para atajar esta entrada masiva de residuos al medio natural. Por un lado, mediante educación ambiental para concienciar sobre buenas prácticas a la hora de visitar nuestros entornos naturales. Por otra parte, exigiendo mejores políticas para el mejor tratamiento de los residuos así como medidas para fomentar la reducción. A este respecto, nuevas normativas como el Real Decreto sobre envases y residuos de envases que entró en vigor en 2022, han conseguido reducir por ejemplo la cantidad de tapones de plástico perdidos en el medio mediante una obligación a los fabricantes para que permanezcan unidos a las botellas. Este tipo de medidas son verdaderamente efectivas para evitar que toneladas de pequeños plásticos acaben llegando al medio natural, y la propia asociación ha podido comprobarlo el pasado fin de semana gracias a la recogida de datos mediante ciencia ciudadana que se realiza durante las actividades. Todos los residuos se clasifican y se contabilizan y posteriormente se depositan a los contenedores adecuados.
Voluntarios de Navantia colaboraron en la limpieza de la playa de Fatares. Fotografía: Pedro García (ANSE)
