Este fin de semana, Castellar de n’Hug (Berguedà) se ha convertido en capital de la cocina de la trashumancia y del agua con la celebración de Cuinaigua, un encuentro gastronómico singular y lleno de significado. Han sido dos jornadas en las que cocineros locales y grandes nombres de la gastronomía catalana, divulgadores y amantes de la cocina han celebrado el valor del agua como ingrediente fundamental y han puesto en relieve la riqueza de la cocina de pastores y de trashumancia.
Desde los bombones de lujo rellenos de agua del Llobregat de Oriol Balaguer, a las mollejas y carrillera de cordero de Ada Parellada, pasando por la sopa fría de “moixernons” de Cesc Rovira o el conejo en escabeche y las fresas del bosque con almíbar de saúco de Josep y Carla Orriols, los cocineros y cocineras que han participado en Cuinaigua han demostrado que el agua es la esencia y base de la cocina, y que el recetario pastoril todavía se mantiene vivo y actual tanto en cocinas de fondas y casas de comidas como en establecimientos con estrella Michelin.
Cocineros locales y maestros de la gastronomía: la voz de la sabiduría
El sábado, después de la inauguración institucional, se dio el pistoletazo de salida a un auténtico viaje culinario con protagonismo de los cocineros de Castellar de n’Hug. Josep y Joan Armengou Casals, de Cal Fanxicó, y Carla Orriols López, del Hostal Les Fonts, cautivaron al público con su cocina arraigada a la tradición, a la tierra y a una herencia querida. En paralelo, y con el aderezo de los comentarios del periodista y escritor gastronómico Jaume Fàbrega, cocinaron en directo una rabo de buey, un plato de patatas enmascaradas, un conejo en escabeche y un delicioso postre: fresas del bosque con almíbar de saúco. Pero, sobre todo, demostraron que no solo cocinan, sino que custodian y transmiten la memoria gastronómica del pueblo.
A continuación, el reconocido chef Cesc Rovira, de la Fonda Xesc*, el único restaurante con estrella Michelin de Gombrèn (Berguedà), ofreció una elegante lección de caldos y sopas de montaña. El cocinero elaboró una exquisita sopa fría de “moixernons” ( senderuelas) con hierbas y flores silvestres. Una receta refrescante que hizo conectar a todos los asistentes con los sabores primigenios de la montaña.
La mañana se cerró con otra receta donde el agua y la carne de ganado fueron los grandes protagonistas. El encargado de la clase magistral, Pere Arpa. El cocinero, anunció que abrirá en breve un nuevo restaurante de cocina catalana actualizada, Can Gelada, en el Pla de l’Estany, una brasería donde revisará recetas típicas de desayunos de cuchara, como el plato que elaboró ayer en directo, una perdiz de cordero con patatas, una receta elaborada con corazón y pulmones, partes del cordero que hoy en día están prácticamente en desuso, toda una lección de aprovechamiento.
También la cocina de pastura y de ganado fueron las protagonistas de la sesión firmada por Ada Parellada. La cocinera, alma mater del restaurante Semproniana de Barcelona, conocida por su lucha y promoción de los buenos hábitos alimentarios y la soberanía alimentaria, eligió una receta elaborada también con partes del cordero que antes se desechaban y que ahora son auténticas delicatessen, como son las mollejas y las carrilleras.
Y la guinda de la primera jornada de Cuinaigua, desde Castellar de n’Hug, la puso el gran maestro chocolatero Oriol Balaguer, quien sorprendió con una clase magistral “muy golosa”. Balaguer explicó cómo elabora sus míticos bombones de “peta zetas”, y deslumbró con sus Bombones del Llobregat, donde el agua se convirtió en poesía dulce al ser el ingrediente que se escondía en el interior de cada pieza.
Un domingo para recordar: cocina, territorio y emoción
El domingo comenzó con un emotivo desayuno de montaña conducido por Josep y Mireia Armengou, de Cal Fanxicó, una sesión llena de historias de trashumancia y vida rural. A continuación, la cocinera Núria Bonet, de Ca la Núria (Bellver de Cerdanya), demostró cómo la pasión y el producto de proximidad pueden hacer brillar la cocina de montaña más auténtica. La cocinera ofreció una auténtica clase magistral de su recetario de carnes, elaborando hasta cinco platos diferentes con carne de cerdo y de cordero de Bellver. Un recital suculento y espectacular.
La clausura fue a cargo del chef Albert Boronat (Ambassade de Llívia y el Colmado de Llívia), que cautivó con una propuesta inspirada en las rutas de trashumancia entre Cataluña y Francia: unos patés sin fronteras que simbolizaron el carácter vivo, móvil e integrador de esta cocina ancestral. Además, elaboró un arroz con “tupins” y un cordero cocido en arcilla y con alfalfa, dos platos arraigados a la tierra y con sabor a ganado y a trashumancia.
Cuinaigua: 12 meses 12 paisajes de Cataluñaa Región Mundial de la Gastronomía
Cuinaigua, celebrada en la “cuna del río Llobregat” y organizada por el Ens d'Abastament d’Aigua Ter-Llobregat, la Cátedra ATL del Agua Potable y el Ayuntamiento de Castellar de n’Hug, forma parte del proyecto “12 meses, 12 paisajes”, una de las más de 600 acciones que se celebran en el marco de Cataluña Región Mundial de la Gastronomía 2025. Un evento culinario y gastronómico que, por encima de todo, se ha convertido en una auténtica fiesta de la cocina tradicional con acento de territorio, sostenibilidad y memoria.
Esta segunda edición de Cuinaigua (la primera se celebró el pasado marzo en la Fundación Alícia) ha logrado acercar a centenares de personas una propuesta gastronómica única, abierta y con valores profundos. Una cocina que habla de origen, de sostenibilidad, de tiempo y de territorio. El agua, como hilo conductor, ha sido la gran protagonista: no solo como ingrediente imprescindible, sino como símbolo de vida, de memoria y de futuro.
