¿Pueden convertirse los subsidios en una transición precaria a la jubilación?

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17° Informe #TuEdadEsUnTesoro

¿Pueden convertirse los subsidios en una transición precaria a la jubilación?

Un total de 18.678 personas mayores de 50 años cobran subsidio por desempleo en Murcia, un 10,6% más que en 2024 y un 36,5% más que en 2020

Según el SEPE, 18.678 personas mayores de 50 años en Murcia percibieron un subsidio por desempleo en abril de 2025, último mes con estadísticas oficiales disponibles. Es la cifra más alta registrada en un mes de abril desde el inicio de la serie histórica.

Actualmente, el 65,8% de las personas que perciben subsidio por desempleo supera los 50 años. Hace un lustro representaban el 52,9%. A nivel nacional, el porcentaje de personas sénior que reciben subsidio por desempleo es superior, del 70,6%.

"El incremento de los subsidios por desempleo entre los mayores de 50 años no solo obedece al envejecimiento de la población, sino también a las barreras que afrontan para mantenerse activos en el mercado laboral. Este aumento se produce, además, en un contexto de crecimiento económico, lo que evidencia una desconexión entre la evolución de la economía y la inclusión de "los sénior" en el empleo. Ante la falta de oportunidades reales, en muchas ocasiones optan por mantenerse en el subsidio hasta alcanzar la edad de jubilación. El problema de fondo es que un mercado laboral en récord de envejecimiento no puede permitirse prescindir del talento sénior, siendo su aportación esencial para afrontar los retos demográficos y económicos", señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

El experto añade que: "El subsidio por desempleo, a pesar de ser una medida de protección necesaria, puede actuar como un incentivo perverso, favoreciendo que los profesionales sénior opten por mantenerse en él hasta la jubilación, especialmente en el caso del subsidio para mayores de 52 años, que incluye una 'sobrecotización' del 125% de la base mínima. En este escenario, es necesario garantizar el carácter transitorio de los subsidios y, para ello, resulta clave reforzar las políticas activas de empleo que promuevan la recualificación del talento sénior, facilitando su incorporación a los sectores emergentes".

Las personas mayores de 50 años están especialmente expuestas al desempleo de larga duración: un 55,4% supera el año buscando empleo, frente al 38% general.

El 65% de las personas sénior desempleadas de larga duración reconoce haber perdido la autoestima debido al desempleo prolongado.

El Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco presenta el 17° informe #TuEdadEsUnTesoro, un análisis que, en esta ocasión, basa sus conclusiones en las estadísticas de Prestaciones del Ministerio de Trabajo y Economía Social, así como en una encuesta a 450 profesionales mayores de 50 años en búsqueda activa de trabajo, de los cuales un 75% se encuentra en paro de larga duración, es decir, lleva más de un año en desempleo.

El objetivo de este trabajo es subrayar las dificultades que afrontan los profesionales sénior a la hora de competir en el mercado laboral y que pueden llevarles a optar por la vía subsidio hasta llegar a la edad de jubilación. Un escenario en el que resulta necesario apostar por políticas activas de empleo que favorezcan su recualificación y conexión con los nichos de empleo emergentes.

No en vano, asistimos a una sociedad en récord de envejecimiento en la que se observa una paradoja: aunque el talento sénior es clave para la competitividad empresarial y el desarrollo económico, el número de personas mayores de 50 años que acceden a subsidios por desempleo no deja de incrementarse. Esta realidad plantea el riesgo de que dichos subsidios se cronifiquen y terminen convirtiéndose en una transición precaria hacia la jubilación, desaprovechando así un capital humano imprescindible.

Por otra parte, como novedad, en esta edición el informe pone foco en una dimensión menos explorada pero igualmente significativa: el impacto emocional que tiene el desempleo prolongado en la identidad y sentido de propósito de las personas sénior.

"Tenemos plenamente constatado que el desempleo de larga duración, tan habitual entre las personas sénior, puede erosionar su identidad, autoestima y sentido de propósito. Para muchas de ellas, la pérdida prolongada de trabajo genera sentimientos de inutilidad, aislamiento e incluso culpa, en una etapa vital donde aún se tiene mucho que aportar. Es por ello que en este análisis hemos querido mirar más allá de las cifras habituales para acercarnos a la experiencia interior de las personas sénior, con la intención de comprender cómo viven esta etapa y qué apoyos serían necesarios para que vuelvan a mirar al futuro con esperanza", explica Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.

Récord de subsidios por desempleo entre las personas sénior

El subsidio por desempleo es una ayuda económica de carácter asistencial que otorga el SEPE a quienes, tras agotar la prestación contributiva o no alcanzar el mínimo cotizado, siguen sin trabajo. Así pues, percibir un subsidio por desempleo suele indicar un periodo prolongado de desempleo de larga duración o inactividad laboral. Este subsidio está diseñado para proteger a personas desempleadas de larga duración que, por su edad, tienen más dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Es una medida de protección social pasiva con algunas características activas, pues cotizan a la seguridad social.

El efecto positivo del subsidio es que protege a las personas en esta situación, evitando la pobreza en la edad madura, garantizando cotizaciones para la pensión y proporcionando estabilidad económica a personas en riesgo de exclusión. El efecto negativo es que genera un desincentivo a la hora de buscar empleo. Este es un riesgo real, especialmente si el mercado laboral no ofrece oportunidades laborales reales y sostenibles a las personas sénior.

La cuantía del subsidio por desempleo es fija (vinculada al IPREM) y su duración depende de la edad, las cotizaciones previas y si existen cargas familiares. En concreto, los mayores de 52 años pueden percibir este subsidio hasta la edad de jubilación (con cotización incluida, del 125% de la base mínima aportada por el SEPE para la futura pensión).

El envejecimiento de la población y la prolongación de la vida laboral hacen prever un aumento de personas beneficiarias de este subsidio, especialmente si el mercado laboral no genera empleos adecuados para mayores de 50 años. De hecho, el comportamiento de las cifras en los últimos años así lo evidencia.

Actualmente, en la Región de Murcia, 18.678 personas mayores de 50 años perciben un subsidio por desempleo (dato de abril, último mes con estadísticas oficiales disponibles). Se trata de la cifra más alta registrada para este mes desde el inicio de la serie histórica.

Este último dato sobre personas mayores de 50 años perceptoras de subsidio por desempleo (18.678) refleja un aumento del 10,6% respecto a 2024 y del 36,5% en comparación con 2020. En cambio, el aumento de los subsidios en el conjunto de la población ha sido menor, con un aumento de tan solo el 9,7% desde 2020.

Dado que el número total de personas que perciben este subsidio en Murcia asciende a 28.394, el 65,8% (18.678) tiene más de 50 años. Es decir, la mayoría de los beneficiarios de esta ayuda son personas sénior. Su peso en el conjunto ha crecido de forma notable en los últimos años, ya que hace un lustro representaban el 52,9% en la región.

Como se observa en el siguiente gráfico, el número de perceptores de subsidio por desempleo sénior en la Región de Murcia tiende a crecer desde 2019.

Fuente: Ministerio de Trabajo y Economía Social

"El incremento de los subsidios por desempleo entre los mayores de 50 años no solo obedece al envejecimiento de la población, sino también a las barreras que afrontan para mantenerse activos en el mercado laboral. Este aumento se produce, además, en un contexto de crecimiento económico, lo que evidencia una desconexión entre la evolución de la economía y la inclusión de "los sénior" en el empleo. Ante la falta de oportunidades reales, en muchas ocasiones optan por mantenerse en el subsidio hasta alcanzar la edad de jubilación. El problema de fondo es que un mercado laboral en récord de envejecimiento no puede permitirse prescindir del talento sénior, siendo su aportación esencial para afrontar los retos demográficos y económicos", señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

El experto añade que: "El subsidio por desempleo puede actuar como un incentivo perverso, favoreciendo que los profesionales opten por mantenerse en él hasta la jubilación, especialmente en el caso del subsidio para mayores de 52 años, que incluye una 'sobrecotización' del 125% de la base mínima. En este escenario, es necesario garantizar el carácter transitorio de los subsidios y, para ello, resulta clave reforzar las políticas activas de empleo que promuevan la recualificación del talento sénior, facilitando su incorporación a los sectores emergentes. Sin embargo, estas políticas solo serán efectivas si cuentan con la implicación del tejido empresarial. Es fundamental que las empresas abracen esta opción y no las vean únicamente como un institucional, sino como una herramienta útil y estratégica que les permite acceder a perfiles con experiencia, compromiso y capacidad de adaptación".

Situación por comunidades autónomas

La Región de Murcia (18.678) ocupa el décimo puesto entre todas las comunidades autónomas, ordenadas de mayor a menor en cuanto a perceptores de subsidio por desempleo mayores de 50 años, abarcando al 3,4% del total en España, donde se contabilizan 545.143 beneficiarios/as sénior.

Andalucía, por su parte, es la comunidad autónoma que registra un mayor número de perceptores del subsidio por desempleo mayores de 50 años, abarcando al 21,7% del total en España. Le siguen Comunidad Valenciana (73.342) y Cataluña (70.401), son las regiones que registran un mayor número de perceptores del subsidio por desempleo, mayores de 50 años.

Murcia, seguida de Navarra, es la región en la que los subsidios a mayores de 50 años han crecido en mayor medida durante el último año, con un incremento del 10,6% y 7,6% respectivamente (frente al 3,4% nacional). En Murcia principalmente debido al aumento del paro en 2024 (se registró la segunda mayor subida autonómica, del 18%) y en Navarra debido al impacto de los ERE y ERTE en la automoción y el metal.

Fuente: Ministerio de Trabajo y Economía Social

Por otra parte, como ya se ha señalado, el 65,8% de los perceptores del subsidio por desempleo en Murcia superan los 50 años, siendo el porcentaje superior a nivel nacional (70,6%). Una cifra que se dispara en País Vasco (80,4%), La Rioja (78,8%) y Comunidad de Madrid (78,6%). Existen factores comunes hacen que estas comunidades ronden el 80% de perceptores sénior del subsidio, mientras la media estatal se queda diez puntos más abajo.

Por ejemplo, el patrón sectorial de estas regiones. En País Vasco y La Rioja son habituales las plantillas veteranas en el sector automoción, metal y químico. Cuando llegan reestructuraciones o ERE, los afectados suelen superar los 50 años y su recolocación es lenta. En la Comunidad de Madrid, por su parte, los despidos en banca, consultoría o TIC suelen castigar a profesionales sénior con salarios altos y perfiles muy específicos, que tardan más en reengancharse al mercado laboral. Todo ello fomenta que el subsidio tienda a convertirse en un "puente" que se cobra hasta la edad de jubilación, cotizando al 125% de la base mínima.

De la economía sumergida a la necesidad de empleos sostenibles

Según la encuesta #TuEdadEsUnTesoro, un 55,2% de las personas sénior en desempleo se plantea trabajar en la economía sumergida, sin cotizar a la Seguridad Social, ante la necesidad de ingresos económicos. Sin embargo, esta no es una opción sostenible para ellos.

"Tradicionalmente, una parte significativa de la población sénior encontraba en la economía sumergida una vía de subsistencia en etapas avanzadas de la vida laboral. Esta práctica, si bien les permitía afrontar el día a día sin vinculación al mercado formal, respondía a un contexto histórico en el que la esperanza de vida era sensiblemente menor y, por tanto, las necesidades económicas se limitaban a un horizonte temporal más corto. Sin embargo, el notable aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas ha transformado radicalmente este escenario. Vivimos más años y, por tanto, resulta imprescindible planificar trayectorias laborales más sostenibles que garanticen seguridad económica y acceso a derechos sociales a lo largo del tiempo. En este nuevo contexto, la economía sumergida deja de ser una opción viable para cubrir las necesidades de una longevidad creciente. Es crucial, por tanto, sensibilizar al talento sénior sobre la importancia de permanecer o reengancharse al mercado laboral formal, no solo para asegurar ingresos regulares, sino también para cotizar, acceder a una jubilación digna y beneficiarse del conjunto de derechos y protecciones asociados al empleo legal", expresa Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

El 54,6% de "los sénior" en desempleo supera el año sin trabajar

Tras el importante peso de las personas sénior en los subsidios por desempleo (7 de cada 10 perceptores supera los 50 años), subyace un elemento clave: el desempleo de larga duración. Se trata de un indicador imprescindible para medir el riesgo de pobreza y/o exclusión social de la población. Y la premisa es clara: cuanto más se prolonga la situación de desempleo, mayores son las probabilidades de exclusión, no solo por la pérdida continuada de ingresos, sino también por el deterioro de autoestima y sentido de propósito que esta situación conlleva.

En España, de las 2.789.100 personas en situación de desempleo, un 38,2% (1.065.500) supera el año sin trabajar. Esta cifra se incrementa notablemente según aumenta la edad, alcanzando su punto más alto entre las personas mayores de 50 años, segmento en el que el desempleo de larga duración afecta al 54,6%. Estos datos reflejan claramente una segunda premisa: cuanto mayor es la edad, más frecuente es la cronificación del desempleo y, por tanto, también es mayor el riesgo de pobreza y/o exclusión social.

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