Correr en la playa: ¿mejor o peor?

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Correr en la playa se ha convertido en una opción popular para mantenerse activos durante el verano, conocer cómo debemos practicar puede ayudar a evitar lesiones

Correr en la playa: ¿mejor o peor?

Con la llegada del verano, son muchas las personas que se sienten atraídos por correr por la arena. Cambiar el asfalto por la playa puede convertirse en una oportunidad para entrenar y disfrutar de otro tipo de entorno natural y con el desafío adicional que ofrece el terreno. Sin embargo, esta práctica tiene tanto beneficios como riesgos que deben considerarse. Por eso, Daniel Galindo, director del Departamento de Experiencia e Innovación de VivaGym, cadena líder de gimnasios en España y Portugal, recoge las ventajas y desventajas de este terreno y ofrece consejos adicionales para disfrutar de las carreras veraniegas.

VENTAJAS DE CORRER EN LA PLAYA

Menor impacto en las articulaciones: La arena ofrece una superficie más blanda que el pavimento, lo que reduce el impacto sobre rodillas y tobillos.

Mayor exigencia muscular: El terreno irregular y blando obliga a activar más músculos, especialmente en piernas, glúteos y el core.

Ambiente revitalizante: Correr cerca del mar mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y puede motivar a entrenar más tiempo.

Quema calórica superior: Al requerir más esfuerzo, se queman más calorías que en superficies duras.

DESVENTAJAS Y PRECAUCIONES

Mayor riesgo de lesiones: La inestabilidad del terreno puede provocar torceduras, esguinces o sobrecargas musculares si no se tiene experiencia.

Desgaste rápido si se corre descalzo: Aunque muchos lo prefieren, correr sin calzado puede provocar ampollas, cortes o tendinitis si no se realiza con progresión.

Deshidratación acelerada: La exposición directa al sol y el calor puede provocar una rápida pérdida de líquidos si no se toman las precauciones adecuadas.

Sobrecarga en pies y tendones: Especialmente al correr sobre arena seca, que requiere un esfuerzo adicional constante.

CONSEJOS PARA CORREDORES DE PLAYA

Comienza con sesiones cortas y en arena húmeda, que es más estable.

Usa calzado si no estás acostumbrado a correr descalzo.

Hidrátate bien antes, durante y después del entrenamiento.

Alterna sesiones en la arena con otros tipos de superficie para evitar sobrecargas.

Correr en la playa puede ser una excelente forma de cuidar del estado físico y disfrutar del entorno costero, siempre que se practique con conocimiento y progresión. Como cualquier ejercicio, su eficacia y seguridad dependen de la técnica, la preparación y el respeto por las señales del cuerpo.

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