Las personas que padecen dispepsia funcional, un trastorno digestivo que afecta hasta al 40% de la población1, pueden ver agravados síntomas como dolor o calambres

Así mismo, realizar tres comidas principales al día reduce en un 52% el riesgo de desarrollar dispepsia funcional y sufrir sus síntomas2

La dispepsia funcional se caracteriza por un dolor persistente en la parte alta del abdomen, así como una rápida sensación de saciedad y pesadez tras las comidas

Con la llegada del verano, las rutinas cambian y el aparato digestivo lo nota. Comer fuera de casa con más frecuencia, saltarse comidas porque nos levantamos tarde o abusar de platos grasos y picantes puede pasar factura. Concretamente, saltarse el desayuno o el almuerzo puede favorecer la aparición de molestias digestivas propias de la dispepsia funcional, como hinchazón, pesadez y dolor en la parte alta del estómago2. Por el contrario, las personas que realizan tres comidas principales al día tienen un riesgo hasta un 52% menor de desarrollar este trastorno digestivo, en comparación con quienes solo hacen una comida2.

Su importancia radica en que la dispepsia funcional es un trastorno gastrointestinal funcional que afecta hasta al 40% de la población1. En España, esta condición se manifiesta con mayor frecuencia en las personas jóvenes: adultos de entre 18 y 39 años presentan la tasa más alta (10,2 %), mientras que en individuos de mediana edad baja al 6,4 %, y se reduce aún más a un 3,9 % en mayores de 65 años2. Datos que se relacionan con un alto impacto en la vida productiva de los pacientes.

Como explica el doctor Enrique Rey, docente y Vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador de Schwabe, "se trata de lo que consideramos un trastorno del eje cerebro-intestino, ya que se ve condicionado por esta comunicación bidireccional. Aunque sus causas y agravantes son multifactoriales, hemos visto que el consumo de ciertos alimentos o bebidas suele ser el principal factor desencadenante para la mayoría de los pacientes. En un estudio que compara 168 adultos con dispepsia funcional y 135 sujetos sanos se concluye que los alimentos picantes, con alto contenido en grasa y las bebidas carbonatadas fueron los que con mayor frecuencia causaron síntomas. Por el contrario, el ejercicio aeróbico, un patrón del sueño regular y recurrir a fitofármacos puede mitigar los síntomas".

La dieta mediterránea es siempre la mejor opción y la que puede ayudar a aliviar los síntomas. Entre los alimentos más recomendables se encuentran frutas como la manzana, la pera o el plátano; verduras como el calabacín, la zanahoria o las espinacas; además de productos como el arroz, el pan integral, el yogur natural y el aceite de oliva.

Así mismo, el doctor Enrique Rey, afirma que: "también se ha demostrado que picar entre comidas no solo altera el apetito, también puede contribuir al desarrollo de dispepsia funcional en personas con una mayor predisposición. Por lo tanto, tener un patrón alimentario regular no solo reduce el riesgo de aparición, sino que también ayuda a aliviar síntomas frecuentes".

Las manifestaciones de la dispepsia funcional pueden afectar de manera importante la calidad de vida de quienes la padecen, interfiriendo con su bienestar diario, sus hábitos sociales y su descanso. Para estos casos, explica el experto, se ha demostrado la eficacia de medicamentos de ingredientes de origen natural. Por ejemplo, concluye, "la combinación de aceites esenciales de calidad farmacéutica de menta y de alcaravea, como Gastropan, ha demostrado beneficios en el alivio de molestias como dolor epigástrico, saciedad precoz e hinchazón, actuando de forma sinérgica para ser más efectivos".