La inteligencia artificial plantea nuevos retos en protección de datos

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El auge de sistemas de inteligencia artificial genera tensiones regulatorias que afectan a organizaciones de todos los sectores

La inteligencia artificial plantea nuevos retos en protección de datos

La incorporación de herramientas de inteligencia artificial (IA) en los procesos empresariales ha acelerado en los últimos años, generando importantes desafíos en materia de protección de datos. La regulación europea, centrada en el respeto a los derechos fundamentales, impone nuevas exigencias a las entidades que utilicen algoritmos para tratar información personal.

Un marco normativo en transición

La aprobación del Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE en marzo de 2024 introduce un sistema de obligaciones graduadas en función del riesgo asociado al uso de estas tecnologías. Esta norma convive con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que sigue siendo plenamente aplicable cuando la IA interviene en el tratamiento de datos personales.

Entre los principios clave que deben observarse destacan la licitud, transparencia, minimización de datos, limitación de finalidad y responsabilidad proactiva. Cualquier sistema automatizado que analice, clasifique o tome decisiones basadas en datos personales debe estar debidamente justificado, documentado y supervisado.

Impacto en sectores estratégicos

Las exigencias normativas afectan de forma transversal, pero algunos sectores se enfrentan a implicaciones particulares:

En el ámbito financiero, el uso de IA para evaluar riesgos de crédito o detectar fraude requiere auditorías específicas que garanticen la ausencia de discriminación algorítmica.

En recursos humanos, los sistemas de cribado curricular o entrevistas automatizadas deben garantizar la información previa a los candidatos y evitar decisiones exclusivas sin intervención humana.

En salud, los sistemas predictivos deben someterse a un estricto control ético y garantizar la confidencialidad clínica conforme a la normativa sectorial.

Según expertos en cumplimiento normativo, la trazabilidad de los procesos automatizados y la evaluación de impacto en protección de datos se están convirtiendo en requisitos imprescindibles para la integración segura de la IA.

Obligaciones emergentes para las organizaciones

Las empresas que empleen inteligencia artificial deben atender a nuevas obligaciones concretas:

Realizar evaluaciones de impacto en protección de datos antes de desplegar sistemas de alto riesgo.

Informar de manera clara a las personas afectadas sobre el uso de algoritmos en decisiones que les conciernan.

Aplicar medidas técnicas y organizativas para evitar sesgos, garantizar la explicabilidad de los modelos y asegurar la seguridad del tratamiento.

Además, deben documentar exhaustivamente el funcionamiento de los sistemas y establecer mecanismos de supervisión humana en los casos exigidos por el RGPD o por el Reglamento de IA.

Una convergencia normativa en evolución

La convergencia entre los marcos del RGPD y el nuevo Reglamento de IA obliga a las organizaciones a adoptar un enfoque integral del cumplimiento. Las autoridades europeas de protección de datos han advertido que el despliegue de tecnologías sin la debida garantía legal podría derivar en sanciones significativas y deterioro reputacional.

En este contexto, el servicio de Protección de datos cobra relevancia estratégica, al permitir adaptar los procesos tecnológicos a las nuevas exigencias sin vulnerar los derechos de las personas.

Reflexión final

El despliegue de inteligencia artificial representa una oportunidad transformadora para las organizaciones, pero también impone una responsabilidad creciente en el tratamiento de la información. Si tu organización necesita orientación para adaptar sus procesos a los nuevos requisitos normativos, conviene contar con el respaldo de una consultora especializada en cumplimiento normativo como Audidat.

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