El uso de inteligencia artificial en el sector legal crece a pasos agigantados, optimizando la productividad y redefiniendo la práctica jurídica. El 80% de los abogados ya usa IA semanalmente y casi la mitad a diario.
La inteligencia artificial se está convirtiendo en un aliado indispensable para los profesionales del derecho, marcando un antes y un después en la forma de trabajar en el sector legal. Hoy, el 80% de los abogados ya integra el uso de IA en su rutina semanal, y casi la mitad lo hace diariamente.
Un caso representativo es el del abogado Álvaro Castizo, especialista en derecho de familia y menores, quien ha incorporado la herramienta Maite.ai como parte esencial de su labor diaria. Esta tecnología le permite organizar sus expedientes, planificar interrogatorios y estructurar sus argumentos con precisión. "Maite.ai fue clave para preparar mi último caso. Subí toda la documentación, generé los interrogatorios y obtuve una estructura argumental perfecta. Era como tener un asistente siempre listo con la mejor opción", comenta Castizo.
El desenlace fue sorprendente: el caso se resolvió antes de celebrarse la vista oral, gracias a la claridad de la estrategia y la organización que logró con la IA. "La negociación se cerró en minutos porque tenía todos los escenarios previstos. Sabía dónde ceder y en qué puntos insistir", añade.
Castizo no es una excepción. Datos de la Asociación Europea de Tecnología Jurídica (ELTA) revelan que el 80% de los abogados ya recurre semanalmente a la IA generativa, y el 50% lo hace de manera diaria. Nueve de cada diez destacan que esta tecnología mejora de forma notable su desempeño profesional.
La IA no solo permite preparar los casos con mayor rapidez, sino que también potencia el análisis estratégico en tiempo real. "En una de las audiencias, enseñé todo el trabajo hecho con Maite.ai al juez, quien quedó sorprendido. Me dijo: 'Esto lo ha hecho una IA? Es impresionante'", recuerda el abogado.
Para Castizo, lejos de ser una amenaza, la IA es una aliada que mejora la eficiencia. "Antes tardaba horas en redactar un escrito. Ahora, con esta herramienta, lo tengo listo en minutos. Eso permite que un pequeño despacho compita con firmas mucho más grandes", explica.
La tendencia no se limita a España. En Estados Unidos, un estudio conjunto de la ACC y Everlaw revela que una de cada cuatro empresas ya ha conseguido ahorros reales en sus departamentos legales gracias a la IA generativa.
Pero el impacto va más allá de los despachos. Alejandro Castellano, CEO de Maite.ai, cree que en menos de cinco años los jueces podrían incorporar la inteligencia artificial en su trabajo diario. "No para reemplazar su criterio, sino para contar con una base más sólida y fundamentada a la hora de dictar sentencias", afirma.
Lo que ayer parecía ciencia ficción, hoy se traduce en una ventaja competitiva real. La profesión legal está entrando en una nueva era, y quienes sepan adaptarse rápido podrán liderar el cambio.
