Por: José Luis Ortiz Güell

Zak Manhire y la IA: cómo reinventar industrias desde la innovación.

Una conversación sobre el impacto real de la inteligencia artificial en sectores tradicionales, más allá del hype.

José Luis Ortiz Güell

1-Zak, tu trayectoria viene del mundo del consumo masivo —Monster Energy, Costa Coffee—, no de la tecnología. ¿Qué te llevó a aplicar la IA en un sector como el de los casinos online?

La misma razón por la que en su momento apostamos por estrategias agresivas en bebidas energéticas o café: la necesidad de conectar con el usuario de forma más rápida y personalizada. La IA no es magia; es una herramienta para resolver problemas antiguos con ideas nuevas.

2-Hablas de problemas antiguos... ¿Cuáles son los mayores frenos que ves en industrias como esta?

La lentitud. Antes, lanzar un juego nuevo requería meses de desarrollo, equipos multidisciplinares y pruebas interminables. Hoy, con IA, podemos crear experiencias desde cero en días, ajustándolas en tiempo real según cómo juega la gente. No es solo eficiencia; es supervivencia.

3-Dices que esto no es solo sobre juegos. ¿Qué otros sectores podrían aplicar este enfoque?

Cualquiera donde la personalización y la velocidad marquen la diferencia. Imagina educación con contenidos adaptados al ritmo de cada estudiante, o comercio electrónico con productos que se rediseñan solos según lo que compran los usuarios. La IA no es para "tecnólogos": es para quien quiera competir.

4-Pero también hay escepticismo. Muchos ven la IA como una moda...

(Ríe)Claro, como cuando decían que internet era solo para geeks. La diferencia está en quién usa la tecnología para vender humo y quién para resolver cosas. Nosotros, por ejemplo, usamos blockchain, pero el usuario nunca ve esa palabra. Solo juega.

5-¿Cómo convencerías a alguien que aún cree que la IA es demasiado complicada para su negocio?

Pregúntale si prefiere seguir haciendo las cosas como en 2010. La IA ya no es opcional: o la integras o te quedas atrás. Pero no hace falta ser un genio; hay herramientas que cualquiera puede usar. El truco está en empezar con un problema concreto, no con la tecnología.

6-Al final, ¿qué papel juega la gente en esta transformación?

El principal. La IA no reemplaza la creatividad ni la estrategia; las potencia. Yo no sé programar, pero sé qué necesita el usuario. Y eso es lo que importa: usar la tecnología para servir a las personas, no al revés.

7-Hablemos del proceso concreto. ¿Cómo cambia la IA el desarrollo de juegos en Mint.io?

Es un cambio radical. Antes, crear un mini-juego requería un equipo de diseñadores, programadores y meses de trabajo. Hoy, con herramientas de IA, generamos narrativas, gráficos y mecánicas en7 a 10 días. La máquina incluso ajusta el balance del juego según cómo interactúan los jugadores.

8-¿Qué ventajas ofrece esta velocidad?

(Señala tres dedos)Reducción de costos, innovación constante y escalabilidad. Imagina poder lanzar 10 juegos nuevos en el tiempo que antes tomaba uno. La IA no es un "plus"; es el motor que nos permite iterar, fallar rápido y mejorar sin ataduras burocráticas.

9-Usas blockchain, pero evitas términos como "token" o "wallet". ¿Por qué?

(Cruce de brazos)Porque al jugador le importa divertirse, no la tecnología detrás. Muchas plataformas caen en la trampa de vender complejidad como si fuera un valor. Nosotros ocultamos la ingeniería: si el juego es fluido y adictivo, el resto sobra.

10-¿Ejemplo práctico?

Un usuario juega a una ruleta que se adapta a su estilo: si prefiere riesgo, la IA ajusta las probabilidades.. Solo nota que la experiencia es mejor .

11-Dices que esto es aplicable más allá de los casinos...

Absolutamente.(Apunta con el bolígrafo)Si la IA puede transformar una industriaque mueve 150 mil millones al año, con usuarios hiperexigentes, imagina lo que haría en salud, educación o retail. El modelo es claro:automatizar lo repetitivo, personalizar lo humano.La conversación con Zak Manhire deja claro que la IA no es un tema de expertos, sino de visión práctica. Su mensaje es contundente: las industrias que sobrevivirán son las que entiendan que innovar no es una opción, sino una urgencia. Y el tiempo para actuar es ahora.

La clave no está en hablar de IA, sino en usarla para borrar fricciones. Como dice Zak:"El futuro no es tecnológico. Es invisible".