Así se come en Can Vella, la cocina honesta de la otra Ibiza

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Así se come en Can Vella, la cocina honesta de la otra Ibiza

Can Vella nace frente al mar, en pleno paseo marítimo de Santa Eulalia, como un refugio gastronómico donde la materia prima, el origen y el fuego son los pilares de una cocina profundamente arraigada a la isla.En una Ibiza donde muchas propuestas apuestan por el ruido y el artificio, Can Vella defiende la autenticidad, el producto local y una cocina de raíz, que reivindica la sencillez como forma suprema de sofisticación. 

El nuevo proyecto del Grupo Papúa ocupa una casa típica ibicenca restaurada, con 423m² y capacidad para 200 comensales, diseñada como un espacio relajado y sin ruidos, donde se viene a comer bien, con calma, y a disfrutar del mar de verdad.

“Can Vella es una apuesta por el sabor de siempre, por el kilómetro 0, por lo que nos conecta con el entorno. Queríamos crear un lugar donde la cocina se entienda desde la honestidad, sin disfrazar el producto, celebrando lo local y lo mediterráneo con técnica, cariño y respeto”, afirma Noel Duque, co-fundador de Grupo Papúa.

El corazón de Can Vella es su brasa, alimentada exclusivamente con leña de encina y naranjo, que aporta matices únicos a carnes, pescados y vegetales. Lejos de modas pasajeras, la técnica ancestral del fuego se convierte aquí en una herramienta de precisión, capaz de revelar los sabores más puros.

Los arroces, preparados al momento, son una de las especialidades de la casa. Destacan el arroz negro de calamar a la brasa en leña de naranjo, de sabor profundo y textura sedosa; el arroz del senyoret con gamba roja, limpio y elegante, o el sorprendente arroz con tataki de vaca vieja madurada 90 días, que marida mar y tierra bajo el sello del humo.

Entre los entrantes, se impone la delicadeza del salmón curado y ahumado en casa, servido con pan de centeno recién horneado y AOVE hojiblanca, el aguacate braseado, la ensalada de tomates de la huerta ibicenca con cebolla fresca, o los sorprendentes buñuelos semilíquidos de bacalao con lascas de bacalao ahumado artesanalmente. También el carpaccio de picanha de vaca rubia gallega madurada 120 días, que combina potencia y finura en un bocado equilibrado, rematado con yema, parmesano y trufa.

Otros imprescindibles de la carta: la ensaladilla tradicional con espuma de mahonesa de AOVE y ventresca de bonito, los buñuelos de bacalao semilíquidos con lascas ahumadas en casa, o las croquetas de jamón 100% ibérico con velo de papada, que elevan la cocina de raíz a una categoría superior.

El mar también tiene su propio lenguaje en Can Vella, y se expresa a través de una cuidada selección de pescados y mariscos salvajes procedentes de las costas baleares, trabajados con una filosofía clara: intervenir lo mínimo para que hable el producto. La brasa de encina vuelve a ser protagonista, potenciando el sabor natural del pescado y aportando ese matiz ahumado tan característico. Entre las propuestas más demandadas, destacan el lomo de lubina a la brasa y la dorada entera, ambas acompañadas de patatas panaderas elaboradas en aceite de ajos tiernos, una guarnición que suma sin robar protagonismo. Completan la oferta platos como los mejillones a la brasa o a la marinera, cargados de sabor y jugosidad, el pulpo a la brasa y el irresistible gambón al ajillo, una receta sencilla en apariencia pero rotunda en intensidad, que resume el espíritu de la casa: producto fresco, fuego directo y sabor puro.

La sección de carnes a la parrilla rinde culto a los cortes nobles, cuidadosamente seleccionados y tratados con respeto. Desde piezas como la entraña de añojo o la entraña de wagyu, intensas y jugosas, hasta clásicos como las chuletitas de cordero lechal con patatas fritas y pimientos de padrón, la carta propone un recorrido por texturas, maduraciones y matices. La oferta se completa con cortes de altísima calidad como el cañón de vaca vieja madurado 80 días, el lomo bajo de vaca frisona con 80 días de maduración o el lomo bajo premium de Angus nacional con 150 días, cocinados siempre sobre leña viva, sin artificios. Para los amantes de los grandes formatos, destacan el T-bone de vaca frisona madurado 45 días y la imponente chuleta premium de Angus nacional 150 días, piezas únicas pensadas para compartir y para dejar que el fuego revele cada matiz del producto.

Un menú diario con todo el sabor de Ibiza

Can Vella también ofrece una opción pensada para quienes desean disfrutar de su cocina con una propuesta más ágil y accesible: un menú semanal disponible de lunes a viernes (no festivos), de 12:30h a 16:00h, por 22,50 €. Fiel a la filosofía del restaurante, este menú mantiene el mismo respeto por la materia prima, el producto de proximidad y la cocina hecha al momento. Una selección de platos que cambia cada semana según mercado y temporada, pensada para quienes buscan una experiencia gastronómica de calidad a mediodía, frente al mar, sin prisas ni excesos, pero con todo el sabor. Ideal tanto para locales como para quienes visitan la isla y quieren descubrir su cocina más auténtica..

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