Llegar, adaptarse y pertenecer es el reto invisible de las familias expatriadas en CDMX

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Llegar, adaptarse y pertenecer es el reto invisible de las familias expatriadas en CDMX

La capital mexicana se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para expatriados de todo el mundo, especialmente provenientes de Estados Unidos, Europa, así como de algunos países latinoamericanos como son Colombia, Brasil y Chile. Factores como la conectividad, el costo de vida, la creciente red de servicios internacionales y el clima cultural diverso han atraído a miles de familias que ahora llaman hogar a la CDMX.

Según el Instituto Nacional de Migración (INM), más de 239 mil permisos de residencia han sido otorgados entre 2018 y 2024 solo en la capital. A nivel nacional, el Censo de Población y Vivienda 2020 reveló que 1 millón de personas extranjeras residen en México. Por su parte, la comunidad estadounidense ha crecido de forma exponencial: México es hoy el país con más estadounidenses viviendo fuera de EE. UU., con más de 700 mil registrados oficialmente.

Este crecimiento ha transformado también las dinámicas educativas. Muchas familias extranjeras con hijos en edad escolar consideran como prioridad encontrar un colegio que no solo ofrezca un currículo internacional, sino que también facilite la integración cultural y emocional de sus hijos.

Cuando una familia se muda de país, todo cambia: el idioma, la rutina, la casa e incluso la alimentación. Pero si hay una decisión que pesa más que cualquier otra, es la elección del colegio en el que inscribirán a sus hijos. Para miles de familias expatriadas que llegan cada año a la Ciudad de México, encontrar una escuela que combine calidad internacional, sentido humano y comprensión cultural se vuelve tan esencial como contar con una visa.

Así lo confirma Juliet Wingate, School Administrator de The Wingate School, una escuela en CDMX con modelo británico que ha visto aumentar su matrícula de alumnos extranjeros año con año. “No solo vienen por el programa académico, sino por la comunidad que se crea entre familias que están viviendo la misma transición”, asegura Juliet.

Actualmente, existen al menos ocho colegios con un sistema británico o una fuerte influencia británica en la Ciudad de México y su área metropolitana. Los expatriados valoran escuelas que ofrezcan atención en inglés, currículos como el británico o el Bachillerato Internacional (IB por sus siglas en inglés), personal capacitado en integración multicultural y flexibilidad para inscripciones fuera del calendario escolar tradicional.

Además del enfoque académico, las familias expatriadas buscan entornos donde sus hijos no sean los únicos extranjeros, ya que esto favorece su integración social. También priorizan una ubicación accesible, pues el tamaño de la ciudad y el tráfico pueden hacer que los traslados diarios se vuelvan un reto.

Otro valor agregado es el acompañamiento informal y personalizado que reciben desde su llegada, con orientación práctica sobre temas cotidianos. Contar con personal administrativo que hable inglés —algo no tan común en todas las escuelas— hace una gran diferencia, especialmente cuando se trata de gestionar procesos administrativos, facturación y trámites con embajadas o empresas multinacionales.

El sentido de comunidad se fortalece gracias a las recomendaciones de boca en boca entre familias extranjeras, “quienes valoran no solo la calidad académica, sino también el acompañamiento emocional, la integración social y la presencia de políticas claras contra el bullying” afirma Juliet, experta en materia de expatriados.

Según el informe Tendencias Migratorias en las Américas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), México emitió entre 2023 y 2024 el 12 % de todos los permisos de residencia permanente otorgados en cinco países clave de América, solo por debajo de Estados Unidos (47 %) y Chile (21 %). Estos datos refuerzan que el flujo migratorio hacia México no es una tendencia pasajera, sino parte de una nueva realidad global en la que el país juega un rol estratégico como receptor y articulador de comunidades internacionales.

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