En un momento en el que la Ley Europea de Accesibilidad empieza a transformar el ecosistema digital, surge una pregunta urgente: ¿cómo garantizar que la tecnología no deje atrás a quienes más la necesitan?
Bleta nació en plena pandemia creando tablets adaptadas para personas mayores. Hoy es mucho más: una startup pionera en tecnología inclusiva que ha dado el salto al software con una app capaz de convertir cualquier móvil Android en un dispositivo accesible.
Con casi 200.000 descargas en 27 países, presencia en 9 mercados europeos y una ronda de financiación de 500.000 € cerrada en 2025, Bleta se consolida como uno de los actores clave de la innovación social en Europa.
La compañía acaba de firmar un acuerdo con la Asociación Catalana de Municipios para que los ayuntamientos utilicen su aplicación en la comunicación con la ciudadanía, garantizando que la población mayor reciba información municipal de forma clara y accesible. Además, ha lanzado Bleta Conecta, un servicio que funciona como un “WhatsApp para mayores”: mensajes y fotos llegan directamente a la pantalla, con confirmación de lectura sencilla para evitar que se pierdan entre notificaciones.
El reto que abordan es urgente. La brecha digital está dejando fuera a millones de mayores en su acceso a derechos básicos. Trámites con la administración, información sanitaria o servicios municipales ya dependen de plataformas digitales, pero gran parte de la población carece de competencias para manejarlas. Según Eurostat, el 40% de los europeos no tiene competencias digitales básicas, y la OMS recuerda que más de 1.300 millones de personas viven con alguna discapacidad significativa.
La entrada en vigor de la Ley Europea de Accesibilidad (2025) obliga a instituciones y empresas a garantizar que la información y los servicios digitales sean accesibles para todos. No es solo una cuestión tecnológica: es un deber legal y un principio democrático de igualdad en el acceso a la información.
En este contexto, Bleta se posiciona como referente en accesibilidad y envejecimiento activo, demostrando que la accesibilidad no es un freno al diseño ni un coste adicional, sino un motor de innovación capaz de mejorar la vida de millones de personas.
Los tres fundadores, Isabel García (CEO, incluida en Forbes 30 Under 30), Gerard Pinar (COO) y Adrià Roca (CTO), están disponibles para entrevistas durante septiembre, antes de que Gerard viaje al extranjero en octubre.
