Riofrío, primer caviar ecológico del mundo, nos invita esta Navidad a volver con los nuestros, a los abrazos, a las historias que esperan ser contadas y a la ilusión de compartir. Cada reencuentro se convierte en un ritual donde los regalos más valiosos no son los que esperan bajo el árbol, sino los que llegan contigo para disfrutarse en compañía.

Caviar Riofrío es un manjar exclusivo, fruto de hasta 18 años de paciencia y dedicación en la cría ecológica del esturión. Su escasez y excelencia lo convierten en un símbolo de distinción, reservado para ocasiones verdaderamente especiales. Es en celebraciones únicas, como la Navidad, donde se comparte un tesoro gastronómico que une y transforma cada instante en un recuerdo inolvidable. Con este espíritu, Caviar Riofrío celebra la Navidad con una propuesta pensada para quienes saben que los mejores recuerdos nacen de los momentos que se comparten y se atesoran para siempre.

Esta edición contiene dos latas de Caviar Riofrío Original de 30 g, ambas con una ligera maduración en lata que realza sus matices en sus variedades Naccarii, procedente del esturión autóctono del Mediterráneo, y Osetra, su homólogo del mar Caspio. Dos especies muy similares en su morfología, pero con sutiles diferencias en el caviar, en su color y en la complejidad de su sabor.

Además, la propuesta incluye una nevera de diseño ligero, creada especialmente para el transporte del caviar. Gracias a su aislamiento térmico, junto con las placas de hielo incluidas, ayuda a conservar el producto en frío para preservar su frescura en viajes cortos y mantener su sabor intacto. Un cuidado imprescindible para este manjar tan exclusivo, que se distingue como un bocado elegante: marino, con un sabor umami potente pero al mismo tiempo delicado, donde el ritual de la experiencia resulta fundamental.

Un momento gastronómico que invita a descubrir, allí donde vayas, el caviar ecológico desde dos perspectivas únicas. Contiene, además, una elegante caviarera de cerámica con una pequeña plataforma para elevar y proteger el caviar al momento de servirlo, dos cucharillas de nácar y un abridor. Un ritual que trasciende lo gastronómico para convertirse en un momento de celebración: servir el caviar frío, degustar con la pureza del nácar y dejar que cada perla revele su complejidad y elegancia, en el placer incomparable de compartir lo extraordinario.  

Más allá de esta exclusiva propuesta para estas Navidades, la esencia de Riofrío se basa en un compromiso auténtico con la calidad y la sostenibilidad. En 2001 se convirtió en el primer caviar del mundo con certificación ecológica, fruto de un modelo de producción artesanal pionero en Europa. Desde su origen en la Sierra de Loja (Granada), la marca cría los esturiones en aguas puras de manantial, respetando sus ciclos naturales y garantizando un caviar libre de antibióticos y con un perfil organoléptico único. El esturión Naccarii, uno de sus emblemas, tarda hasta 18 años en producir su primer caviar, un proceso lento y paciente que asegura la máxima excelencia.

El modelo “egg to egg” de Riofrío asegura trazabilidad total y bienestar animal, convirtiendo a la marca en un referente mundial de sostenibilidad. Para quienes quieran vivirlo de cerca, Riofrío ofrece experiencias exclusivas: visitas guiadas, catas privadas e incluso la posibilidad de sumergirse junto a los esturiones, un turismo gastronómico y ecológico reconocido internacionalmente que se puede disfrutar estas Navidades.