Con más de 63.000 licencias activas en España, el sector del taxi se prepara para un cambio histórico: la irrupción de los taxis autónomos. Estos vehículos eléctricos sin conductor prometen transformar la movilidad urbana europea, combinando sostenibilidad, tecnología avanzada y una nueva forma de entender el transporte.
Una revolución que ya no es futurista, sino inminente.
¿Cuándo llegarán los primeros taxis autónomos a Europa?
A partir de 2026, Europa comenzará a recibir los primeros robotaxis, un paso decisivo hacia la automatización del transporte urbano. Alemania y Reino Unido liderarán la implantación, mientras que Suiza pondrá en marcha pruebas piloto antes de su despliegue oficial.
El proceso será gradual y controlado: los primeros meses servirán para ajustar la seguridad y la operativa antes de su expansión. No obstante, el verdadero reto estará en la regulación. Cada país deberá certificar la compatibilidad de estos vehículos con sus normas de tráfico y garantizar la aceptación ciudadana.
La seguridad es la principal preocupación entre la población
Aunque los taxis autónomos incorporan sensores, cámaras e inteligencia artificial capaces de anticipar imprevistos, la confianza del usuario sigue siendo el gran obstáculo.
Estados Unidos, pionero en esta tecnología, ha registrado miles de incidentes desde 2019. Los casos más graves han reforzado la necesidad de mantener supervisión humana y protocolos de seguridad exhaustivos.
La innovación avanza rápido, pero la sociedad exige certezas. La tecnología aún debe demostrar que puede sustituir plenamente al conductor.
Un futuro incierto
La llegada de los robotaxis podría cambiar la estructura del sector. En España, más de 85.000 trabajadores entre taxis y VTC se enfrentan a un relevo sin precedentes. Su disponibilidad 24/7, los menores costes y la eficiencia de los vehículos autónomos amenazan con dejar fuera de juego a gran parte del parque actual.
Esto sitúa a los conductores tradicionales ante un complejo panorama: la actualización de los vehículos es poco viable, mientras que la sustitución por modelos nuevos podría resultar inasumible económicamente, lo que aumentaría el número de bajas.
"Nuestro objetivo es acompañar a los profesionales del sector en este proceso, facilitando la retirada y baja definitiva de los vehículos que ya no pueden seguir operativos, y garantizando que todo el procedimiento se realice de forma legal, segura y respetuosa con el medio ambiente”, añade Esteban Alabajos, director de RO-DES.
Esteban Alabajos, director de RO-DES
Accidentes o siniestros: ¿De quién es la culpa?
La conducción autónoma plantea un vacío legal: ¿Quién responde en caso de accidente?
Por ahora, la responsabilidad sigue recayendo en el propietario, mientras las aseguradoras no ofrecen coberturas específicas para estos casos. A ello se suma el alto coste de reparación de sensores y baterías, que convierte muchos siniestros en pérdidas totales.
Los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CATV) serán claves en este nuevo escenario. “El tratamiento de un coche autónomo siniestrado requiere un nivel de especialización muy superior al de un vehículo convencional”, señala Alabajos.
Mientras los fabricantes y las autoridades definen el marco legal, los desguaces ya se preparan para un futuro donde la movilidad será autónoma, eléctrica y, sobre todo, responsable.
