El Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Murcia ha concedido la exoneración total de las deudas a una vecina de la ciudad que, tras meses de esfuerzo y dificultades económicas, ha logrado superar una situación financiera insostenible.

La resolución, dictada el pasado 4 de noviembre, cancela definitivamente 23.919 euros correspondientes a créditos personales y tarjetas revolving contraídas con entidades como Banco de Sabadell, Sabadell Consumer Finance, Caja Rural de Extremadura y Stellantis Financial Services.

La protagonista de este caso, trabajadora del sector comercial, se vio en apuros tras perder su empleo en 2023 y verse obligada a buscar financiación para afrontar gastos básicos, incluyendo el alquiler de su vivienda.

“La tarjeta de crédito la pedí en 2022 porque necesitaba alquilarme un piso, y el crédito personal lo pedí en 2023 tras quedarme sin empleo.

Intentaba pagar ambos, pero nunca veía que las deudas disminuyeran. Llegó un momento en que no podía hacerme cargo de ellas. No es que no quiera pagar, es que no puedo”, explica.

A pesar de sus esfuerzos por cumplir con los pagos, la acumulación de intereses y la falta de ingresos estables agravaron su situación, sumiéndola en un ciclo de endeudamiento que parecía no tener fin.

La deuda incluía cantidades vencidas y al día, y los acreedores eran tanto bancos tradicionales como entidades de financiación especializada.

Sin alternativas, la afectada recurrió a la Asociación Ayuda al Endeudamiento, que tramitó su caso y la acompañó durante todo el proceso judicial.

Gracias al trabajo del equipo jurídico, encabezado por el letrado José Domínguez, el Juzgado le concedió la exoneración total del pasivo insatisfecho (EPI), liberándola de todas sus deudas y permitiéndole empezar de nuevo.

“Este caso refleja una situación que es más común de lo que se piensa”, explica Domínguez.

“Muchas personas no se endeudan por irresponsabilidad, sino por intentar sostener su vida cotidiana frente a salarios precarios y gastos esenciales.

La Ley de Segunda Oportunidad permite a quienes han actuado de buena fe volver a empezar y recuperar la confianza en sí mismos”.

Hoy, esta mujer ha recuperado la estabilidad: cuenta con un empleo a jornada completa, una vivienda segura y, sobre todo, tranquilidad emocional.

“Por fin puedo dormir tranquila. No se trata solo de dinero, sino de recuperar la dignidad y la confianza en mí misma”, confiesa emocionada.

Desde la Asociación Ayuda al Endeudamiento recuerdan que la Ley de Segunda Oportunidad no es un privilegio, sino una herramienta legal que permite a personas de buena fe rehacer su vida tras una etapa de sobreendeudamiento.

Casos como este demuestran que siempre existe una salida, incluso cuando todo parece perdido, y que el sistema jurídico puede ofrecer un apoyo real en momentos de crisis económica.