Se ha demostrado que un consumo elevado de café puede interferir en la correcta absorción de algunos nutrientes, lo que, a largo plazo, podría influir en el bienestar osteoarticular2
Cuando el ritmo de vida implica una sobrecarga física, puede resultar útil complementar la dieta con suplementos con ingredientes como Colágeno Hidrolizado, Condroitina, Glucosamina, Ácido Hialurónico y Omega 3
Pasar largas jornadas frente al ordenador se ha convertido en la rutina diaria de buena parte de la población activa debido a los trabajos de oficina. Sin embargo, ciertos hábitos cotidianos, aparentemente inofensivos, pueden tener un impacto directo en el bienestar de huesos y articulaciones. Tanto es así que, según la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), las actividades repetitivas propias del entorno laboral, como el uso continuado del teclado o el ratón, pueden provocar sobrecargas articulares y afectar a su estado.1
A esto se suman factores como una ingesta excesiva de cafeína o el consumo habitual de ultraprocesados, que con el tiempo pueden contribuir a la sensación de rigidez o a la aparición de molestias. "Pasamos muchas horas en posiciones que no favorecen el equilibrio musculoesquelético. A eso se suma la falta de exposición solar más propia del invierno y la alimentación poco equilibrada en algunos casos, que pueden afectar al metabolismo óseo y articular", explica el Dr. José Luis Castilla, especialista en medicina física y rehabilitación y colaborador de MARNYS.
El sedentarismo, un reto invisible. El cuerpo humano está diseñado para moverse, pero la rutina de oficina, con jornadas prolongadas sentados, reduce la movilidad articular y puede generar sobrecargas localizadas. "La clave está en introducir pequeños gestos de movimiento: levantarse cada hora, girar el cuello, relajar las muñecas o cambiar la postura de apoyo de los pies", argumenta el Dr. Castilla. Estos microdescansos, además de favorecer la concentración, ayudan a mantener la comodidad articular durante la jornada.
Café, prisas y comida rápida: cómo influyen en el bienestar articular. La cafeína en exceso y las comidas ultraprocesadas suelen formar parte del día a día laboral. Sin embargo, una alimentación con bajo aporte de nutrientes esenciales, como proteínas, minerales, vitamina D o vitamina C, puede reducir la capacidad natural del organismo para mantener el equilibrio de los tejidos que forman parte de las articulaciones. Además, según advierte el Dr. Castilla, "se ha demostrado que un consumo elevado de café puede interferir en la correcta absorción de algunos nutrientes, lo que, a largo plazo, podría influir en el bienestar osteoarticular.2 Apostar por frutas, verduras, frutos secos y alimentos frescos, junto con una buena hidratación, son gestos sencillos que repercuten positivamente".
Cuando aparecen molestias articulares asociadas al ritmo de vida o al paso del tiempo, puede resultar útil recurrir a fórmulas que junto con una alimentación equilibrada favorezcan el confort y la funcionalidad de las articulaciones. "Cada vez más personas buscan opciones que les ayuden a cuidar sus articulaciones cuando notan incomodidad o sobrecarga", explica el Dr. José Luis Castilla. En este contexto, Condrohelp Forte combina Colágeno Hidrolizado, Condroitina, Glucosamina, Ácido Hialurónico, Omega 3, extractos de Cúrcuma y Ortiga, junto con vitaminas y minerales, en una fórmula pensada para acompañar el movimiento y el bienestar articular en etapas de mayor exigencia.
Más allá del tiempo sentado, la forma en que adoptamos la postura frente al ordenador puede marcar la diferencia. Colocar la pantalla a la altura de los ojos, mantener la espalda apoyada y los pies en el suelo o usar una silla con soporte lumbar son detalles que ayudan a equilibrar el cuerpo y reducir tensiones acumuladas.
También conviene revisar la organización del espacio de trabajo: colocar el teclado y el ratón a una distancia cómoda, alternar el uso de las muñecas o ajustar la altura del escritorio puede ayudar a evitar sobrecargas en hombros y cuello. Incorporar pequeños cambios, como realizar llamadas de pie, estirarse al cambiar de tarea o aprovechar las pausas para mover los hombros y la pelvis, contribuye a una mejor sensación de ligereza al final del día.
Moverse más, el mejor aliado frente a las molestias musculoesqueléticas. Estudios recientes sugieren que realizar ejercicios de fortalecimiento y movilidad en diferentes zonas musculares, como cuello, hombros, espalda o piernas, favorece una mejor funcionalidad entre trabajadores de oficina3. Además, mantenerse activo fuera del trabajo y practicar actividad física de forma habitual puede ayudar a compensar las horas de sedentarismo. "No se trata de hacer deporte intenso, sino de mantener el cuerpo activo con ejercicio regular que ayuden a compensar las horas de sedentarismo", explica el Dr. José Luis Castilla. "Incorporar en la rutina semanal hábitos sencillos como caminar o nadar, junto con ejercicios de fuerza puede marcar la diferencia", añade el especialista.
