Menos del 40 % de los migrantes irregulares a los que se ordena abandonar la UE vuelven realmente a su país de origen o a un país tercero. El Tribunal de Cuentas Europeo ha iniciado actualmente una auditoría sobre la cooperación de la UE con terceros países sobre la readmisión de migrantes irregulares. Los auditores evaluarán si la serie de medidas adoptadas por la Comisión Europea después de 2015 ha mejorado la cooperación con los terceros países prioritarios.

Desde 2008, medio millón de extranjeros reciben de media cada año la orden de abandonar la UE debido a su entrada o estancia irregulares. Sin embargo, solo el 38 % retorna a su país de origen o al país por el que entraron en la UE. En cuanto a los retornos fuera de Europa, la media desciende hasta situarse por debajo del 30 %. Según los auditores, uno de los motivos del bajo índice de retornos es la dificultad de cooperar con el país de origen de los migrantes.

En palabras de Leo Brincat, Miembro del Tribunal responsable de la auditoría, «encontrar la mejor forma de gestionar la migración es un asunto acuciante para la UE y sus Estados miembros. Como auditores externos de la UE, hemos realizado recientemente diversas auditorías sobre los acuerdos en la UE relativos al asilo y a la reubicación de los migrantes. Esta vez, vamos a examinar más detenidamente su retorno y readmisión en terceros países».

En 2015, la Comisión publicó un plan de acción de la UE en materia de retorno, en el que se reconoce que un sistema eficaz de retorno exige dar prioridad a la readmisión de migrantes irregulares en las negociaciones con terceros países. En 2016, introdujo el Marco de asociación con terceros países en materia de migración para fomentar una cooperación reforzada con una selección de países prioritarios de origen y de tránsito, a través de la política de visados, la ayuda al desarrollo y el compromiso diplomático. En 2017, lanzó un plan de acción renovado en materia de retorno, con recomendaciones sobre la forma de aumentar la eficacia de la readmisión a terceros países.

Para facilitar la aplicación de las obligaciones de readmisión, la UE ha concluido 18 acuerdos de readmisión jurídicamente vinculantes con terceros países. Sin embargo, estos países pueden ser reacios a negociar, debido principalmente a consideraciones políticas internas, ya que estos acuerdos pueden constituir un foco de hostilidad pública. Desde 2016, la Comisión se ha centrado, por tanto, en elaborar acuerdos de colaboración práctica con ellos y ha establecido varios acuerdos no vinculantes jurídicamente para el retorno y la readmisión, que han suscitado críticas desde el punto de vista democrático y de la rendición de cuentas en el ámbito judicial.

Los auditores tienen como objetivo evaluar los avances de la UE desde 2015 en el desarrollo del marco para la readmisión de migrantes irregulares a terceros países y valorar si este se ha puesto en práctica eficazmente en los terceros países prioritarios. Examinarán el proceso de negociación de los acuerdos y disposiciones de readmisión de la UE, cómo han sido identificados los países prioritarios, el apoyo y los incentivos de la Comisión a terceros países para reforzar la cooperación en materia de readmisión, y el intercambio de buenas prácticas.

Actualmente, no existe una visión general clara de la financiación de la UE destinada a la cooperación con terceros países en cuanto a la readmisión de migrantes. No obstante, los auditores han identificado aproximadamente 60 proyectos ligados a la readmisión y a la reintegración de migrantes irregulares por un valor total de 641 millones de euros. Se centrarán en la cooperación relativa a la readmisión con los 10 países de origen que registran el mayor volumen de migrantes irregulares que no han retornado (Siria excluida) y evaluarán también el rendimiento de 20 proyectos de la UE ligados a la readmisión y a la reintegración de migrantes irregulares en estos países.