Tres temporadas consecutivas sin lluvias han provocado una grave sequía en las llamadas tierras bajas de Etiopía - en las áreas de Afar, Oromia, las Naciones y Pueblos del Sur (SNNPR) así como en las regiones somalíes. Esto ha causado que se sequen los pozos de agua y mueran los cultivos o el ganado, y ha dejado a cientos de miles de niños y sus familias al borde del abismo.
"El impacto de la sequía es devastador", ha afirmado Gianfranco Rotigliano, representante de UNICEF en Etiopía. "Los niños y sus familias están luchando por sobrevivir debido a la pérdida de medios de vida o ganado, y se espera que más de 6,8 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria urgente para mediados de marzo de 2022. Además, estamos siendo testigos de grandes desplazamientos fuera de las zonas afectadas".
Las regiones más gravemente afectadas son las tierras bajas del sur y el este de las regiones de Oromia y Somalia. Hay una falta significativa de agua potable y la seguridad alimentaria se está deteriorando rápidamente, lo que está llevando a un aumento de los casos de desnutrición.
"En las zonas afectadas por la sequía en Oromia y Somalia, alrededor de 225.000 niños desnutridos y más de 100.000 mujeres embarazadas y lactantes necesitan apoyo nutricional urgente", señala Rotigliano. "La falta de agua potable está exacerbando aún más la situación de los niños y las mujeres. Si los niños se ven obligados a beber agua contaminada corren el riesgo de padecer diversas enfermedades, incluida la diarrea, que es una de las principales causas de muerte entre los menores de cinco años".
Hasta la fecha, en las zonas afectadas por la sequía en las regiones de Oromia y Somalia unos 4,4 millones de personas se enfrentan hoy a una escasez crítica de agua.
Asimismo, se estima que 850.000 niños podrían estar gravemente desnutridos en 2022 en las cuatro regiones mencionadas debido a múltiples causas como los conflictos, las sequías y la recesión económica.
Además, los niños también están perdiendo el acceso a la educación a consecuencia de la sequía. Más de 155.000 en las tierras bajas de las regiones de Somalia y Oromia han abandonado la escuela para poder ayudar a buscar agua, a menudo viajando largas distancias, o hacerse cargo de otros niños mientras sus cuidadores intentan encontrar agua para sus familias y ganado. Los niños que no asisten a la escuela corren el riesgo de ser explotados o son empujados a peligrosos mecanismos de afrontamiento.
En respuesta, UNICEF, en estrecha coordinación con las autoridades locales, está trabajando incansablemente para proporcionar asistencia vital a quienes necesitan ayuda desesperadamente. Esto incluye la rehabilitación de pozos y planes de abastecimiento de agua, la disposición de camiones cisterna de emergencia, el tratamiento de niños gravemente desnutridos, la prestación de educación de emergencia y el apoyo a la protección de la infancia.
Para dar respuesta a la sequía en Etiopía, UNICEF ha hecho un llamamiento por valor de 31 millones de dólares (27,4 millones de euros), que se une al llamamiento humanitario general de 351 millones de dólares (311,3 millones de euros). Esta financiación específica se destinará a más de 2 millones de personas vulnerables en las regiones de Afar, Oromia, SNNPR y Somalia.
