Un tercio de los 2 millones de habitantes de la franja de Gaza necesita apoyo psicológico y solo cuentan con un hospital de Salud Mental

Los niños y niñas de 15 años en Gaza nacieron en un lugar bloqueado por tierra, mar y aire y han vivido 5 violentas ofensivas

Los efectos psicológicos a largo plazo de la exposición constante a la violencia provoca depresión, insomnio, dolor, miedo y epilepsia

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. En la franja de Gaza, los 15 años de bloqueo israelí por tierra, mar y aire, y las múltiples escaladas de violencia, han provocado un trauma persistente en sus habitantes y, por lo tanto, una crisis de salud mental.

Un tercio de los dos millones de habitantes de la Franja necesita apoyo psicológico pero el enclave costero tan solo cuenta con un hospital especializado en salud mental. En el caso concreto de los niños y niñas gazatíes de 15 años nunca han conocido la vida sin bloqueo y arrastran las consecuencias psicológicas de cinco brutales ofensivas.

Las dos últimas se produjeron en mayo de 2021 y agosto de 2022, respectivamente, y terminaron con la vida de 84 menores y 751 niños y niñas resultaron heridos. En estas condiciones, la mitad de los menores de la Franja necesita apoyo psicológico.

La exposición constante a la violencia de los ataques y bombardeos provoca depresión, insomnio, dolor, miedo, epilepsia y otros casos relacionados con enfermedades físicas de origen psicológico. En el caso de los más pequeños también se ha observado un aumento de casos de enuresis nocturna, problemas en el habla y la comunicación, lo que provoca mayores dificultades en su desarrollo educativo.

"Como madre, no es fácil ver cómo tu hija va creciendo con el miedo de ir a visitar a familiares o salir con sus amigos porque cualquier sitio puede ser atacado", comenta Khadeeja Matar, madre palestina de 32 años. "El estrés no le dejaba comer. Quiero que mi hija tenga una buena salud mental. Unos amigos me recomendaron a una profesional pero no tenemos muchas alternativas para tratar a los jóvenes. Hago todo lo posible para crear un ambiente de seguridad para mis hijos intentando ignorar la catastrófica situación de Gaza y el conflicto sin fin que vivimos".

Lidiar con cortes de electricidad diario, falta de acceso a agua potable y altas tasas de pobreza y desempleo tampoco ayuda. Más del 65% de la población de Gaza vive por debajo del umbral de la pobreza y más del 60% está desempleado.

El programa de apoyo psicológico de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Gaza es uno de los más importantes de la Franja y trata más de 87.000 casos. En el caso de los menores se incluyen sesiones de asesoramiento individual y grupal, líneas telefónicas directas de apoyo, sesiones después de la escuela y actividades en los campamentos de verano. La Agencia cuenta con 710 escuelas que dan apoyo a 250.000 niños y niñas.

En un contexto de deterioro constante de las condiciones económicas, sociales y políticas es importante recordar que el derecho a la salud, incluida la mental, la educación y una vida digna están claramente consagrados en el derecho internacional de los derechos humanos.

Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina

UNRWA es una Agencia de Naciones Unidas establecida por la Asamblea General en 1949 con el mandato de proporcionar asistencia y protección a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina. Su misión es ayudar a las personas refugiadas de Palestina en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y la franja de Gaza a alcanzar su pleno potencial de desarrollo humano, a la espera de una solución justa y definitiva a su difícil situación. Los servicios de UNRWA abarcan servicios de educación, atención médica, asistencia y servicios sociales, infraestructura y mejora de campamentos, protección y microfinanciación.

UNRWA España trabaja con el objetivo de apoyar los programas humanitarios de UNRWA y sensibilizar sobre la situación de la población refugiada de Palestina a la sociedad española.