La organización anuncia que los efectos del seísmo durarán años y pide a la comunidad internacional un plan de apoyo a largo plazo.

Oxfam Intermón trabaja ya proporcionando agua y material de primera necesidad en ambos países junto a las organizaciones con las que colabora.

Oxfam Intermón, junto con las organizaciones con las que colabora en Turquía y Siria, está trabajando para llegar a casi 2 millones de personas –10 por ciento de la población afectada por el terremoto– con ayuda y apoyopara que puedan reconstruir sus vidas.

“La gente vive en automóviles, mezquitas o tiendas de campaña y se apiña alrededor del fuego con temperaturas gélidas. Los refugios de emergencia están desbordados y superpoblados. Mucha gente no quiere quedarse en la zona y hay cientos de miles de personas evacuadas de la región”, explica Meryem Aslan, portavoz de Oxfam KVED (Oxfam en Turquía).

En Turquía, Oxfam Intermón está trabajando en estrecha colaboración con docenas de organizaciones de base dirigidas por mujeres, junto a las que espera llegar a 1,5 millones de personas durante los próximos tres años.

Los equipos de Oxfam Intermón ya han proporcionado comida, abrigo, mantas y apoyo psicológico en algunas de las áreas más afectadas, incluidas Gaziantep, Hatay y Mardin.

“Nuestros equipos tienen experiencia porque respondieron al terremoto de 1999, pero nos enfrentamos nuevos obstáculos para conseguir ayuda para quienes la necesitan. Estamos lidiando con caminos destruidos, casi 300 réplicas y una escala de devastación sin precedentes. La gran cantidad de muertes es desgarradora. Encabezando la lista de artículos necesarios están las bolsas para cadáveres para enterrar a los muertos. En algunos áreas, la comunicación también es limitada, lo que dificulta la distribución de la ayuda”, agrega Aslan.

El terremoto ha afectado a una de cada seis personas en Turquía, más de 13 millones de personas en total.  Más de 12.000 edificios han sido destruidos y muchos más amenazan con derrumbarse.

Ali, un músico y padre de cuatro hijos de Gaziantep, explica: "Todo temblaba y teníamos mucho miedo. Pensé que era mi último día. Cuando miré las paredes, sentí que se estaban moviendo hacia a mí. Fue un día amargo. Espero que nunca volvamos a experimentar esto”.

En Hatay, ciudad afectada por el terremoto, solo quedan en pie tres hospitales. La respuesta al terremoto se prolongará por al menos un año, pero las secuelas se sentirán durante muchos más.  

En Siria, el terremoto ha causado más de 3500 muertos y muchos más heridos. “El terremoto ha destrozado un país ya devastado por el conflicto”, dice Abdelkader Dabbagh, responsable del equipo de Oxfam Intermón en Alepo. “La gente no tiene un techo sobre sus cabezas y está atrapada en temperaturas bajo cero sin tener idea de dónde podrían obtener su próxima comida. Nuestro equipo está trabajando con otras organizaciones humanitarias para poder brindar agua potable limpia y paquetes de higiene a los sobrevivientes”.

“Ya hemos comenzado a proporcionar agua potable a la población de Alepo. También hemos apoyado controles de seguridad en 220 edificios y hemos empezado a reparar grifos de agua e inodoros durante para mil de las personas más impactadas En los próximos seis meses, Oxfam Intermón pretende llegar a más de 300.000 supervivientes.

Como apunta Moutaz Adham, director de Oxfam en Siria, “esto no es nada nuevo para la población, que ha vivido y sigue viviendo los horrores de más de doce años de conflicto. La situación se agrava se dificulta por años de escasez crónica de fondos, el aumento vertiginoso de la inflación y la falta de combustible.  

Oxfam Intermón hace un llamamiento a la comunidad internacional para que atienda las necesidades urgentes de las personas afectadas por el terremoto en Turquía y Siria, y para facilitar la entrega de ayuda a ambos países junto con un plan a más largo plazo para apoyar a las personas sobrevivientes en los esfuerzos de recuperación.