“A medida que las familias se enfrentan a la horrible y desgarradora realidad de que la prioridad en Turquía y Siria está empezando a ser la recuperación más que el rescate, UNICEF teme que miles de niños hayan muerto. Aun sin cifras verificadas, está trágicamente claro que los números van a seguir aumentando.

En Turquía, la población infantil en las 10 provincias golpeadas por los dos terremotos era de 4,6 millones; en Siria, 2,5 millones de niños y niñas están afectados.

Los niños y familias necesitan desesperadamente más apoyo. Muchos miembros de nuestras organizaciones locales aliadas y de respuesta inicial han muerto, están heridos o desplazados, y sus oficinas y equipamiento destruidos.

Todo el mundo, en todo lugar, necesita más apoyo. Más agua segura. Más calor. Más refugio. Más medicamentos. Más fondos.

Familias con niños están durmiendo en las calles, centros comerciales, escuelas, mezquitas, estaciones de autobús y bajo los puentes, y permanecen con sus hijos a la intemperie por miedo a volver a casa y no poder evaluar el daño estructural y el impacto potencial de las réplicas sobre sus hogares. Esto significa que decenas de miles de familias están, por tanto, expuestas a los elementos en un momento del año en el que las temperaturas son bajo cero y son habituales la nieve y las lluvias heladas. Cada día aumentan las cifras de niños con hipotermia y con infecciones respiratorias.

En Siria, la respuesta inmediata de UNICEF para salvar vidas incluye la distribución de agua segura potable, de ropa de invierno y de artículos nutricionales; en Turquía, el reparto de ropa de invierno infantil, kits de higiene para familias, bebés y madres, y mantas. UNICEF también está adquiriendo sacos de dormir, cargadores y sillones para dormir en las diez provincias afectadas.

Dado el catastrófico y cada vez mayor número de víctimas mortales, está claro que muchos, muchos niños y niñas habrán perdido a sus padres en estos devastadores terremotos.

En Turquía, UNICEF, en coordinación con el Ministerio de Familia y Servicios Sociales, ha desplegado trabajadores en los hospitales para ayudar a identificar a los niños y niñas no acompañados y separados de sus familias y garantizar que se cubran sus necesidades básicas. Además, para estos niños, se han puesto en marcha diez nuevas líneas de atención telefónica.

Junto a estos esfuerzos, UNICEF también está trabajando con sus aliados para proporcionar a los niños y niñas afectados servicios de ayuda psicosocial y de salud mental esenciales. Muchos de ellos -especialmente en las zonas de Siria afectadas por la guerra- están viviendo un trauma irreversible sobre otro.

Para ampliar rápidamente el alcance del apoyo psicosocial a los niños, UNICEF ha entrenado a cerca de 70 formadores de formadores en primeros auxilios psicológicos, a la vez que ha movilizado apoyo psicosocial y de salud mental a más largo plazo y proporcionados cientos de kits recreativos que darán decenas de miles de niños artículos para ayudarles a hacer frente al impacto del terremoto a través de la estimulación, el aprendizaje y el restablecimiento de un sentido de normalidad.

Por último, y como recordatorio de las dificultades sin precedentes a las que se enfrentan los niños en Siria: todos los niños y niñas menores de prácticamente doce años solo han conocido conflicto, violencia y desplazamiento. Algunos niños se han visto desplazados hasta seis o siete veces. Más de 1,7 millones de refugiados registrados de Siria viven en las 10 provincias afectadas de Turquía, y se calcula que 811.000 de ellos son niños y niñas. Años de violencia, destrucción y deterioro de las condiciones económicas han hecho insoportables las condiciones de vida. Esta parece ser la última oportunidad de la comunidad internacional para mostrar su solidaridad con estos millones de niños y niñas".