Yemen: 11 millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria tras 8 años de un conflicto devastador
Más de 540.000 niños y niñas menores de cinco años sufren desnutrición aguda grave y cada 10 minutos sigue muriendo un niño por causas evitables
Ocho años brutales de conflicto han devastado las vidas de millones de niños y niñas en Yemen, con unos 11 millones necesitados de una o más formas de ayuda humanitaria. Así lo ha señalado hoy UNICEF, que advierte de que, sin una acción urgente, varios millones más podrían enfrentarse a mayores riesgos de desnutrición.
La crisis humanitaria en Yemen es consecuencia de una convergencia devastadora de varios factores: ocho años de conflicto feroz, colapso económico y un sistema de ayuda social paralizado que afecta a los servicios esenciales.
El conflicto también ha exacerbado la actual crisis de desnutrición en Yemen. Unos 2,2 millones de niños y niñas sufren desnutrición aguda, incluidos más de 540.000 con desnutrición aguda grave, una afección que pone en peligro la vida si no se trata con urgencia.
“La vida de millones de niños y niñas vulnerables en Yemen sigue en peligro debido a las consecuencias casi inimaginables e insoportables de la aplastante e interminable guerra”, ha valorado el representante de UNICEF en Yemen, Peter Hawkins. “UNICEF ha estado aquí, ofreciendo el apoyo que se necesita desesperadamente, durante los últimos 8 años y antes, pero no podemos dar tanto apoyo a los niños y las familias afectadas sin una paz duradera”, ha añadido.
Entre marzo de 2015 y noviembre de 2022, la ONU verificó que más de 11.000 niños y niñas han resultado muertos o gravemente heridos. Las partes beligerantes han reclutado y utilizado a más de 4.000 niños y niñas, y ha habido más de 900 ataques y uso militar de instalaciones educativas y sanitarias. Todo ello obstaculiza la materialización de los derechos básicos de los niños y niñas a un acceso seguro y adecuado a la salud y la educación. Como estos son solo los números verificados, es probable que la cifra real sea mucho mayor.
Años de conflicto, miseria y dolor han dejado a unos 8 millones de personas necesitadas de servicios psicosociales y de salud mental en Yemen. Los niños y sus cuidadores se encuentran bajo amenaza; a menudo recurren a mecanismos de supervivencia negativos como el matrimonio temprano, el trabajo infantil y, en muchos casos, el reclutamiento.
De igual manera, la situación de los niños y niñas desplazados internos sigue siendo motivo de gran preocupación. Más de 2,3 millones viven todavía en campamentos de desplazados donde su acceso a los servicios básicos de salud, nutrición, educación, protección y agua, saneamiento e higiene continúa siendo inadecuado.
“Después de 8 años, muchos niños y familias se sienten atrapados en un ciclo perpetuo de desesperanza (…) Al visitar hace poco a una familia que ha estado desplazada de su hogar durante más de siete años, te das cuenta de que, para demasiadas familias, su situación ha cambiado poco más allá de los rostros de los niños. Los niños y niñas han crecido conociendo poco más que el conflicto, por lo que es absolutamente fundamental darles espacio para la esperanza de un futuro pacífico”, ha explicado Hawkins.
UNICEF necesita urgentemente 484 millones de dólares (unos 445 millones de euros) para continuar con su respuesta humanitaria para salvar las vidas de los niños y niñas en Yemen en 2023. Si no se reciben fondos, UNICEF podría verse obligado a reducir su ayuda vital a niños y niñas vulnerables.
“Los niños y niñas de Yemen deberían poder mirar al futuro con esperanza, no con miedo. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que nos ayuden a llevar esa esperanza comprometiéndose con el pueblo yemení y sacando a un país y a una población cansada del borde del abismo”, ha afirmado Hawkins.
El déficit de financiación que UNICEF siguió sufriendo en 2022 y principios de 2023 está poniendo en riesgo la respuesta humanitaria necesaria para la infancia en Yemen, incluido el acceso a los servicios de salud, nutrición, educación y agua, saneamiento e higiene. Sin el apoyo de UNICEF, el potencial de estos niños y niñas para sobrevivir y desarrollarse en medio de la compleja crisis humanitaria se reduce significativamente.
A pesar de los desafíos, en 2022 UNICEF pudo:
Apoyar el tratamiento contra la desnutrición aguda grave de más de 375.000 niños y niñas en 4.584 centros de salud primaria y 34 centros de alimentación terapéutica.
Dar ayudas de emergencia en efectivo a casi 1,5 millones de hogares cada trimestre, beneficiando a unos 9 millones de personas.
Suministrar acceso a agua potable segura y sostenida a 6,2 millones de personas a través de una amplia gama de actividades, incluido el transporte de agua en camiones, la instalación de puntos de distribución de agua y la extensión de los sistemas de suministro de agua a los campamentos de personas desplazadas internas. UNICEF también proporciona combustible para apoyar la producción y distribución de agua potable en 15 gobernaciones.
Vacunar contra el sarampión y la poliomielitis a al menos 2,1 millones de niños y niñas con poco o ningún acceso a la atención primaria de salud.
Llegar a más de 478.000 niños y sus cuidadores en áreas afectadas por conflictos con ayuda psicosocial, y a más de 5,2 millones de niños y miembros de la comunidad con educación sobre el riesgo de las minas antipersona.
Beneficiar a más de 2,7 millones de personas que viven en zonas rurales remotas con acceso a los servicios de los centros de salud públicos.
Asistir a los servicios de Salud Materna, Neonatal e Infantil (MNCH) en 24 hospitales, proporcionando ayuda operativa, equipos y suministros. Además, a través del apoyo a 4.500 centros fijos del Programa Terapéutico Ambulatorio (OTP) y 288 equipos móviles, se ampliaron los servicios de tratamiento y prevención de la desnutrición.
Más de 538.800 niños y niñas con materiales de aprendizaje individual y más de 856.600 niños con acceso a la educación formal e formal, incluida la educación infantil.
